Gloria Ram

 105. LA NIÑA Y EL BISONTE /

THE CHILD AND THE BISON 

(PARTE 1/3 / PART 1/3)

"Abriendo nuevos caminos / Breaking new ground"

Fecha/date: 21/05/21

No paraba tener sueños relacionados con mi coche. Cuando no me dejaba tirada, echaba humo o me veía lanzándolo por una cuesta abajo.

De todos los sueños que recordé al despertar, sólo uno no tuvo que ver con mi vehículo, y de ese sólo podía recordar una voz que me decía:

-Who is chuckling! Get rid of it! (¿quién se ríe?, !deshazte de eso!). 

Supe que se refería a mi rabia y aquello me desconcertó, porque me sentía de lo más tranquila. No se por qué, pensé que volvía a tener bruxismo.

Por aquel entonces ya había comenzado un nuevo dibujo. Era mi regalo de cumpleaños, junto con una cita en la peluquería, más por necesidad que por ganas, y una escapada para celebrar una fiesta en el campo de una amiga.

Como de costumbre, no tenía ni idea de lo que estaba dibujando, pero tampoco es que me importase mucho. Ya se sabe, los obsequios no se comprenden, se disfrutan, !y plasmar esta imagen me hizo disfrutar como una enana!

A diferencia de otras láminas, durante su realización, no fui cogiendo notas durante el proceso. Ni siquiera recuerdo qué estaría pensando. Lo que sí sé es que no paraba de canturrear mmmmmmmm todo el tiempo. Eso, y que sentía mucha paz.

Tampoco durante aquellos días escribí nada en mi diario. 

Aquel dibujo lo comencé aprovechando una de las láminas en blanco que se habían manchado de pintura. Una vez terminado, las únicas pistas que tenía acerca de su significado era una frase y una runa vikinga escogida al azar.

La frase, que había apuntado en la parte de atrás del dibujo, posiblemente la había escuchado en alguna meditación guiada. Decía: "Te doy permiso para abrir caminos nuevos", palabras que sin saber por qué trajeron a mi memoria una fotografía antigua en la que salía montada en el coche de pedales de color ocre que me regalaron unas navidades.

-!Con lo que disfrutaba en mi auto de juguete, y qué poco me gusta conducir de mayor!-pensé.

Respecto a la runa, se trataba de Dagaz, la luz del día.

-!Al fin un poco de luz al final del túnel!- pensé tras encontrar información acerca de ella.

Que la runa hablaba de cambio y de una profunda transformación, me quedó claro desde el principio. Que era yo quién tenía que descubrir qué pintaba en aquel paisaje, también. 

Por el momento, me gustaba el dibujo porque parecía más "luminoso" que los que había realizado en los últimos tiempos. Y también porque llevarlo a cabo, resultó una experiencia de lo más liviana, despreocupada, fluida, !tan agradable! 

Fue como si durante el proceso mi mente hiperactiva me hubiese dado un respiro al fin, de lo relajada y feliz que me sentí. 

Y para variar, !me encantó el resultado! Sobre todo, porque la imagen nada tenía que ver con la de mi dibujo-regalo de cumpleaños del año anterior. !No podía ser mala señal! (Dibujo 29 , "Uriel"/2020 diario).

Me había regalado tanta paz, y sin embargo, me sentía tan desorientada como si condujese mi coche por caminos de huerta, sin GPS y a oscuras. No comprendía ni el por qué de aquellos sueños ni la imagen, ni nada. 

Me pregunté en qué caminos andaría perdida...

!Todo lo que veía era a una niña portando una falda con forma de jaula, globos y un bisonte (que fue lo primero que reconocí tan pronto comencé a colorear aquella gran mancha naranja). 

La otra mancha, que había acabado transformada en un pájaro, tampoco me daba muchas pistas. 

Pero sin duda, lo que más me desconcertó fue la insistencia de mi hijo mayor en que le explicase la razón por la cual había dibujado un petirrojo, y su negativa a aceptar mi respuesta cuando le intentaba aclarar que podía tratarse de un pájaro cualquiera. 

Entonces no lo sabía, pero me estaba dando otra pista.

La siguiente me la acabaría dando yo. 

Por el color naranja, la fluidez y la alegría que había sentido al realizar la lámina, sospeché que había estado trabajando con mi segundo chakra. Y por eso me dije: 

!Ese debo tenerlo en plena forma! Si es el chakra de la creatividad, de mí no puede tener queja...

La cuestión fue que al final, no me quedó otra opción que la de "recapitular". Solo averiguando lo que me había llevado hasta aquella escena tan surrealista, podría hallar un punto de partida para intentar comprenderla.

Fueron mis hijos los encargados de facilitarme la tarea.

Un par de conversaciones con ellos durante los días sucesivos comenzaron a ponérmelo fácil.

Me ayudaron a regresar a un pasado aparentemente lejano, y a volver a tener muy presente lo que siempre he tenido claro: Los niños saben lo que los mayores hemos olvidado. 

Regresaron a mi mente un montón de escenas bonitas de cuando tenían tres y cinco añitos, que me llenaron de alegría.

En especial, imágenes de todas esas noches que les leía cuentos antes de acostarlos.

Cuando les daba por una historia, me pedían que se la leyera, una y mil veces, durante semanas, !qué aburrimiento!

Resulta curioso, lo que tantas veces me tocó hacer con desgana, más debido al cansancio que a otra cosa, se había convertido con el paso de los años en un recuerdo maravilloso.

Me emocionó recordar todas esas noches en las que, en cuanto mi hijo mayor aprendió a leer, insistía en leerme cuentos a mí, porque nadie lo hacía y según él, también me lo merecía. !Qué cosas más bonitas me decía!

!Qué afortunada me sentí al haber vivido tantos momentos con ellos!, !tantas risas, cosquillas, palabras bonitas y abrazos! Solo por poder ver como crecían, ya merecía la pena cumplir otro año ( aunque a veces me entraran ganas de matarlos)

Y ahí anduve, disfrutando de todas las joyas que tenía guardadas en mi baúl de memorias preciosas, hasta que di con la de aquel día en el que el menor de mis hijos regresó del cole indignado y preguntándome qué era eso de que veníamos del mono, cuando él recordaba perfectamente que venía de las tortugas.

-¿Y qué importa?, ¿y quién sabe?, !puedes venir de donde quieras!... Lo importante es que nada te detenga- le contesté.

Y fue al acordarme de mi respuesta, que interpreté que la lámina me hablaba  de movimiento. 

Así fue como uní el recuerdo de cuando era una niña y paseaba a mis muñecos en un coche de pedales, los sueños, la frase apuntada detrás del dibujo y el tema de la creatividad, y me pregunté:

-¿Estaré cogiendo el camino correcto que me lleva a crearme la vida que quiero?

Lamentablemente, sentí que no era así. Y es más, supe que mi chacra naranja lo tenía fatal.

¿De qué manera y cómo?, ¿Cómo iba a estar yendo hacia alguna parte, aparcada en casa y echando humo de la rabia? Para llegar a algún lado, lo primero que debía hacer era comenzar a creerme una "highway star"(estrella de la autopista). Lo segundo, !pedalear!

Recordar los comentarios de mi niño pequeño acerca de su orígenes, también me acabó llevando, sin pretenderlo, a un recuerdo que me trajo de vuelta al dichoso petirrojo. 

!Porque él siempre decía que era un pájaro rojo!

Y fue entonces que me decidí a buscar información sobre los petirrojos, y topé con una frase que llamó mi atención: "cuando el día aún es noche y hay que encender las luces de la casa"..., que tanto me recordaba al significado de la runa. 

-Vale que está oscuro, pero sabiendo que hay luz al final del túnel, ¿para qué te desesperas? En lugar de eso, ¿por qué no usas un mechero para iluminarte un poco?, !con lo que fumas, seguro que encuentras alguno cerca!- exclamé riendo. 

!Y es que los tiempos habían cambiado! Ya no conducía un coche de juguete en un circuito cerrado, y siempre a plena luz del día. Ahora, tenía uno de verdad que me permitía llegar más lejos y a cualquier hora, !siempre y cuando encendiese los faros!

No porque estuviese en medio de la oscuridad, tenía que verlo todo negro.

Así comencé / So I started

Explanation:

I did not stop having dreams concerning my car. It gave me out, expelled smoke... I even saw myself throwing it downhill.

Of all the dreams I remembered when I woke up, only one had nothing to do with my vehicle, and I could only remember a voice that said to me:

-Who is chuckling! Get rid of it!

I knew that sentence had to my anger and I felt puzzled. Above all because I felt very calm. And, I don’t know why, I thoughtI suffered from bruxism again.

By that time I had already begun the drawing that I will show you. 

That picture was my birthday present, along with a hair appointment, most by necessity rather than by desire, and a weekend getaway to celebrate a party in a friend’s cottage house.

As usual, I had no idea what I was drawing, but I did not care. You know, gifts are not understood, they are enjoyed! And, I can assure you that capturing this image made me enjoy as a dwarf!

Unlike other pictures, during the process, I didn’t take any notes. I don’t even remember what I was thinking. What I do know for sure is that I did not stop  humming mmmmmmmm and that I felt in peace.

Those days, I did not write anything on my journal either. 

I started drawing that picture to take advantage of one of the blank sheets that had got stained with orange paint. And once finished, I had no clue about its meaning. The only keys were a phrase and Viking rune chosen at random.

The phrase, which I had written on the back of the drawing and that possibly heard on a guided meditation, said: "I give you permission to open new paths". 

Those words,without knowing why, brought to my memory an old photograph in which I was riding the car color ocher toy pedal car that my parents gave me one Christmas.

-How is it possible that I enjoyed my toy car so much and I do not like driving nowadays? -I wondered

As for the rune, it was Dagaz, the daylight.

Finally some light at the end of the tunnel! - I thought after looking for information about its meaning.

That the rune spoke of change and a profound transformation, it was clear to me from the very beginning. That it was me, who had to find out what I the rune was doing in that landscape, too. 

Liking the picture because it seemed to be "brighter" than the recent ones and because I had enjoyed carrying it out ( it was such a peaceful and nice experience!), was fine for the moment.

It was as if during its creation my overactive mind had given me a break, at last!, of how relaxed and happy I felt.

And I loved the result, for a change! Above all because the image had nothing to do with that of my drawing-birthday gift of the previous year. It could not be a bad sign! (Drawing 29 , "Uriel"/2020 daily).

It had given me so much peace, and yet I felt as disoriented as if driving my car through orchard roads, without GPS and in the dark. I didn’t understand the reason for those dreams or the image or anything. 

I wonder which ways I was lost on.

All I saw was a little girl wearing a cage-shaped skirt, balloons and a bison (which was the first thing I recognized as soon as I started coloring that big orange spot). 

The other stain, which had ended up transformed into a bird, did not give me any clue either.

But without a doubt, what baffled me most was my eldest son’s insistence that I explain to him the reason why I had drawn a robin, and his refusal to accept my answer when I tried to clarify that it could be any bird. 

I did not know he was giving me a clue! I gave me the next one.

Because of the orange color, the fluidity and the joy I had felt when making the picture, I suspected that I had been working with my second chakra. And so I said to myself: 

I must have it in full shape! If it is the chakra of creativity, it cannot complain about me...

The point was that in the end, I had no choice but to "recapitulate". Only by finding out what had led me to that surreal scene could I find a starting point to try to understand it.

My children were responsible for making my task easier.

A couple of conversations with them over the next few days started to make the interpretation of this image easier for me.

They helped me to return to a seemingly distant past, and to come back to what I have always been clear about: Children know what we elders have forgotten. 

They returned to my mind a lot of beautiful scenes from when they were three and five years old, which filled me with joy.

Especially memories of all those nights I read them bedtime stories.

When they liked a story, they asked me to read it, a thousand times, for weeks, what a bore!

It is curious, what I had to do so often with reluctance, more due to tiredness than to anything else, had become over the years a priceless treasure.

I was moved by the memory of all those nights when, as soon as my eldest son learned to read, he insisted on reading stories to me. According to him, I deserved it too. What beautiful things he told me!

How fortunate I felt to have lived so many moments with them! , so many laughs, tickles, beautiful words and hugs! Just to be able to see how they grew, it was already worth getting one year older ( although sometimes I felt like killing them).

And there I walked, enjoying all the jewels I had stored in the drawer of precious memories, until I found the one of that day that the youngest of my children returned from school indignant and asked me how it was possible for someone to say that he came from the monkey, when he remembered perfectly that he came from the turtles.

-Who cares?, who knows?, you can come from wherever you want!... The important thing is that nothing stops you- I answered.

And it was when I remembered my answer that I knew the picture was talking about movement. 

That’s how I joined the memory of when I was a child and took my dolls for a ride in a pedal car, my recent dreams, the phrase written behind the drawing and the theme of creativity, and I asked myself:

Will I be taking the right path that leads me to create the life I want?

Unfortunately, I felt it was not the case. What’s more, I knew my orange chakra was not as healthy as I thought.

How?, and in what way? How could I be going anywhere, parked at home and fuming with rage? To get somewhere, the first thing I had to do was start believing myself a "highway star". The second thing, start pedaling!

The fact of remembering my little boy´s arguments about his origins, also led me back to the robin.

Because he always said he was a red bird!

And it was then that I decided to look for information about the robins, and I came across a phrase that caught my attention: "when the day is still night and you have to turn on the lights of the house"..., which reminded me so much of the meaning of the rune.

-It is dark, but knowing that there is light at the end of the tunnel, why do you despair? Instead, why don’t you use a lighter to illuminate yourself a little?, you smoke so much that surely you will find some nearby! - I exclaimed laughing. 

Times had changed! I no longer drove a toy car on a closed circuit, and always under day light. Now, I had a real car that allowed me to go further and at any time, as long as I turned on the headlights!

The fact that I was in the dark didn’t mean I had to see everything in black.

Deep Purple -Highway star

El petirrojo 

Dagaz - The meaning of the rune