100. INNER LANDSCAPE
(parte 1/3, part 1/3)
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"!Quién diablos necesita un cerebro! /
Who the hell needs a brain!"
Fecha / date: 21/4/21
Explicación / Explanation:
Cuando me dijeron que "Mi paisaje interior" era el título de la segunda etapa del viaje creativo, me pregunté cómo iba a reflejar el mío, que es a la vez caos y vacío.
Así que hice lo de siempre, permitir que las imágenes fluyesen sin más.
No me sorprendió que lo primero en aparecer fuese un árbol muerto sobre fondo rojo:
Aquella imagen me resultaba demasiado familiar, !llevaba dibujado árboles muertos de manera automática desde que estaba en el instituto!
Cuando me fui a dar cuenta, ya había terminado el dibujo y tenía frente a mí un paisaje intemporal lleno de contraste.
Por un lado, estaba lo aparentemente inerte, lo estancado, representado por el árbol enclenque del que había surgido un ojo con el iris rojo que me miraba fijamente y un pez enganchado a una de sus ramas.
Por otro, el flujo continuo de vida en movimiento representad0 por el agua, donde una chica con una caracola sobre la cabeza se dejaba llevar, sin barca, sin nada que la sostuviese, sin resistencias, placenteramente.
Ella me hizo recordar lo afortunada que soy por todas las veces que estoy
"en la gloria", !de verdad!
Por todos esos estados de gracia ( State of grace /Drawing and music/ publicado en agosto del 2021) que logro alcanzar, y en los que sencillamente siento el flujo de la energía que me impulsa a nadar siempre en dirección a la corriente, tranquilamente, sin forzar nada.
Cuando me fijé en las manchas doradas que dividían ambos escenarios, lo primero que pensé fue en un escorpión descuartizado, !mi fiel compañero de viajes al inframundo! ( Dibujo nº49 Perséfone /2020 diario)
No fue hasta que observé la especie de hilos que parecían salir de ellas que me parecieron medusas.
Y me alegré, puesto que aquellos seres invertebrados marinos me traían muy buenos recuerdos, a excepción de la vez que me rozó una mientras me bañaba en la playa de pequeña.
Las medusas me hablaban de visitas al Oceanogràfic con mis pequeños, y de ellos tirándome del brazo cada vez que me quedaba embobada observando la coreografía interminable de aquellas bailarinas eléctricas a través del cristal de un acuario.
Y también, !cómo no!, del regalo que me daría la vida años más tarde al permitirme experimentar la alegría de verme convertida en una de ellas (Dibujo 5, "La experiencia"/ Diario 2020).
!Qué sensación tan indescriptible la de ser simplemente eléctrica, bailar a mi aire y vivir en un constante orgasmo cósmico!
En aquel momento me lamenté.
Esa era la vida de las medusas, más no la mía.... Y al pensar en ello me quejé en voz alta:
-!Qué putada tener cerebro!
Y me encontré frente a frente con unas ganas tremendas de ver el día en el que poder salir de fiesta para bailar y bailar, y no pensar en nada..
Ganas a las que renuncié en cuanto recordé cómo estaba el panorama en lo referente al mundo del ocio, y decidí volver a centrarme en mi interior con el fin de extraer más información de la imagen que tenía frente a mí...
Explanation:
When I was told that "My Inner Landscape" was the title of the second stage of the creative journey, I wondered how I would reflect mine, which is both chaos and emptiness.
So I did the usual thing, let the images flow.
I was surprised that the first thing to appear was a dead tree on a red background, but I did not stop to think about it.
I just said to myself:
- Here is my hell.
That image was too familiar. I had drawn dead trees automatically since I was in high school!
Before I realized it, I had already finished this drawing, and I found myself in a timeless landscape where contrast highlighted.
On the one hand, there was the seemingly inert, the stagnant, represented by the puny tree from which had emerged a red eye that stared at me and a fish hooked to one of its branches.
On the other hand, the continuous flow of life in motion, represented by the water where a girl with a seashell on her head, was carried away, without a boat, without anything to hold her, without resistance, pleasantly.
She made me remember how lucky I am for all the times I am in my glory, truly!
For all those states of grace ( State of grace /Drawing and music/ published in August 2021) that I achieve, and in which I simply feel the flow of energy that drives me to swim in the direction of the current, quietly, without forcing anything.
When I looked at the gold shapes that divided both scenarios, the first thing I thought they were pieces of a dismembered scorpion, my loyal travelling companion every time I go down to the underworld! ( Drawing n. 49 "Persephone"/ 2020 journal)
It wasn’t until I noticed the sort of threads that seemed to come out from them that looked like jellyfish to me.
And I was happy, since those marine invertebrates brought me very good memories ( except for the time one grazed my belly while I bathed on the beach as a child)
Jellyfish made me recall those visits to the "Oceanogràfic" with my little ones, and of them pulling my arm everytime I gaze at those electric dancers dumbstrack through the aquarium glass.
And of course, they reminded me of the gift that life would give me years later, when I lived the experience of seeing myself turned into one (Drawing 5, "The Experience" / 2020 journal).
What an indescribable feeling to be simply electric, to dance my way and live in a constant cosmic orgasm!
At that moment I lamented because that was the life of the jellyfish, but not mine.... And I complained about it exclaiming out loud:
-Who the hell needs a brain!
And I found myself face to face with a tremendous desire. I could not wait to be able to go out so as to dance, dance, dance... and do not think about anything!
Desire to which I renounced as soon as I remembered the lack of nighlife at that point in time.
So, I decided to refocus on my inner landscape with the intention of extracting more information before putting the picture aside...
GMS - Tentacles of a Jellyfish ( Original mix)
Oceanogràfic - Visitor Guide
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