113. AHAM PREMA
"Déjalo estar / Let it be"
Fecha / date: 8/08/21
Explanation / Explicación:
No quería una estabilidad que se convirtiese en mi propia cárcel.
No andaba a la búsqueda de cimientos que me diesen seguridad, sino paz.
¿Qué seguridad podía hallar en el mundo laboral al que todos queríamos pertenecer, más por necesidad que por ganas? Ninguna.
¿Quién podía asegurarme que el dinero tuviera valor el día de mañana? Nadie.
Sólo tenía que acordarme de los trabajos cómodos y estables que había tenido antes de ser madre, con calefacción y aire acondicionado, bien remunerados, y hasta con contrato indefinido...
!Las cárceles más difíciles de escapar, con diferencia!
Pero, por más que me esforzaba, no recordaba haber sentido jamás la sensación de seguridad que supuestamente debía hallar en un trabajo estable o en un sueldo fijo.
Sólo recordaba lo que disfrutaba gastando el dinero que ganaba, y que al cabo de un tiempo, siempre acababa sintiéndome fuera de lugar y con la sensación de estar perdiendo el tiempo dentro de una cárcel de rutina mortal de la que no veía la hora de escapar.
Servir mesas en un restaurante de playa 10 horas al día durante un mes y medio en temporada de verano, se hacía más soportable, !porque tenía los días contados! Sin embargo, hacer lo mismo día tras día, año tras año, al cabo de un tiempo, se convertía en un tormento.
Eso lo había comprobado en el empleo que más me había durado. Cinco años... !Y tuvo que venir una crisis a rescatarme!
Buenas oportunidades para largarme las tuve y las dejé pasar, aunque estuviese fatal. Por aquel entonces prefería la comodidad incómoda antes que cambiar por el mismo sueldo.
!Qué bien que me despidieran a tiempo de poder cobrar el finiquito! Sobre todo, porque me lo había ganado a pulso tras aguantar dos años de acoso laboral por negarme a firmar un documento repleto de clausulas que me dejaban con el culo al aire.
No sonaba así de mal cuando leías el documento redactado en inglés. Tampoco cuando me lo contaban mis supervisores, jefes y el director de empresa.
-!No confías en nosotros!- me llegó a reprochar el último, tras darse cuenta de que jamás me iba a convencer para que firmase.
-Simplemente, no firmaré algo con lo que no estoy de acuerdo- le respondí con una sonrisa mientras salía de su oficina, tras aguantar el mismo rollo que previamente ya me habían soltado unos cuantos, a lo largo de un montón de meses.
!Qué esperaba! Trabajaba en post-venta, me dedicaba a las quejas en exclusiva, y todos los días recibía clientes cabreados y descontentos por firmar lo que no debían. !De algo tenía que servirme!
En cualquier caso, !tenía mas moral que el alcoyano!, que se dice.
Si hasta mis compañeros de oficina parecían preocupados de que fuese la única que no quisiera firmar:
-¿Por qué no lo haces? No pasa nada...- me repitieron hasta la saciedad.
!Y menos mal que no les hice caso!
Al final no hice lo que todos, o la mayoría ( no sé, porque no me dediqué a hacer encuestas). No firmé para evitar conflictos, ni para que me dejasen trabajar en paz. No antepuse los intereses de la empresa a los míos propios.
Por ese motivo imagino que, cuando llegaron los despidos masivos, fui de las primeras que pusieron de patitas en la calle...
No porque me faltase trabajo, mucho menos por mi rendimiento, sino por no ser el ojito derecho de ningún "superior", los cuales se dedicaron a salvar a sus "aliados", independientemente de si las funciones que realizaban eran todavía necesarias (En mi caso, tenía problemas y quejas para dar y vender, como mínimo, para dos años más, por lo menos).
Y al final, mira tú por donde, los que pensaban que iban a heredar la empresa, fueron los peor parados.
Tuvieron que pasarse meses acudiendo a la oficina sin cobrar, para acabar siendo despedidos igual que yo, al cabo de unos meses, y viéndose forzados a tener que meterse en movidas con abogados con la esperanza de cobrar algo, algún día, del fondo salarial.
Fue cuando llegué hasta aquel suceso en mi vida que comprendí el por qué me había dado por traer al presente todas aquellas viejas memorias relacionadas con mi vida laboral, justo en aquel momento.
Lo había hecho porque necesitaba darme cuenta de varias cosas:
De todas las veces que formando parte de un equipo, había tenido que ponerme de mi parte e ir por mi cuenta.
!Y de que siempre se repetía la misma historia!
Y no porque me encantase hacer lo contrario que la mayoría, sino por intentar ser coherente entre lo que sentía, decía y pensaba, y actuar en consecuencia.
Eso también confirmaba que parecía estar diseñada para "crear conflicto" o tocar las narices, según como se mire, allá donde estuviera. Y también, que eso era lo que menos me importaba cuando se trataba de seguir la voz de mi instinto.
Fue al decirme aquello que me acordé de mi leona enjaulada ( Dibujo "The Lioness" / 2021 diario) y le reproché:
-¿Y tú te quejas de no ser nunca el centro de atención?, !qué me estás contando! Lo que pasa es que nunca sucede cuando tú quieres ni de la forma que te gustaría... !Eres la estrella en los momentos más inoportunos!
Y me di cuenta de que, aunque ciertamente lo pasaba mal, al final, de una u otra manera, siempre ganaba.
La peor parte, !el fastidio de sentirme siempre tan sola!, !tan desamparada! También el cansancio de una lucha tras otra, ya las comenzase "por mi bien" o contra mí misma, para salir ilesa sin perjudicar a nadie.
Y me pregunté si no me tocaría alguna vez a mí formar parte o estar de parte de la mayoría, esa gran masa de personas que parecía no complicarse la vida tanto.
¿Por qué diablos me tenía que empeñar tanto en intentar ser congruente en mi forma de actuar?
Y si a mí no me importaba que los otros actuasen de manera diferente a la mía, ¿por qué a los otros parecía que sí?, ¿por qué malgastaban su tiempo conmigo?
-!Déjalo estar y siéntete afortunada de ser cómo eres!- me dije finalmente.
Necesitaba trabajar para sentirme realizada, y hacer lo que la mayoría para encajar, tanto como un dogma para tener fe, un gurú para "salvarme" o un vecino que me diese lecciones acerca como ser "buena ciudadana".
!Qué suerte la mía la de estar tan acostumbrada a librar mis batallas sola! No era un maleficio, sino un punto a mi favor. La lección de "mejor sola que mal acompañada" la tenía bien aprendida.
Y de repente, me di cuenta de algo...
De la gran diferencia entre todas las veces que me había tenido que posicionar de mi parte en el mundo laboral y "mi posicionamiento" en aquel momento determinado.
En los trabajos, había estado segura de lo que hacía, porque tenía una idea más o menos clara de lo que podía pasar en el peor de los casos. Esa vez me sentía insegura porque no tenía ni idea.
A ratos me asaltaban las dudas, no respecto a la eficacia del "experimento" (en el que no tenía puesta esperanza alguna), sino respecto a si finalmente los demás tendrían razón y mi lucha por mantenerme al margen sería en vano y encima me traería problemas.
Porque una cosa era mirar por mis intereses dentro de un grupo de trabajo, ya fuese en un taller de jardinería ( Dibujo "La Diosa de la Libertad" / 2021 diario) o en la oficina de una empresa que cotizaba en bolsa, y otra muy distinta, hacerlo frente a una aparente mayoría sin rostro que vivía en todas partes del mundo.
Pero, de todas maneras, ya había estado sola muchas veces, ¿ qué importaba otra más o dónde? Podía no salirme con la mía, pero no me quedaría con las ganas de intentarlo.
Quería comprender mi existencia a través de mi propia experiencia de vida. Elegir para que otros no eligiesen por mí, !y eso era todo lo que necesitaba para seguir manteniéndome firme!
Y al menos, sí que había una cosa que podía decirme para animarme:
-!Menos mal que eres libre para hacer algo que ni tú, ni nadie ni ninguna normativa podrá evitar que hagas, jamás! ¿Sabes qué?, !equivocarte!
!Eres una máquina de errores!, !las equivocaciones son tu especialidad!, ¿ qué puedes temer? Date permiso para equivocarte hasta el final, porque pase lo que pase, no importa...
Sabía que en última instancia solo contaría lo que pensase de mí misma, y que siempre me respetaría más por equivocarme y cometer mis propios errores, que por imitar o repetir los de otro cualquiera.
Acaso, ¿tenía algún sentido buscar el apoyo de otros?, !si ni sabía anclarme a las verdades de nadie! Y además, ya sabía quién me sostenía en verdad ( Dibujo... "La madre cósmica" / 2021 diario).
Sólo había una verdad a la que pudiera anclarme, la mía.
Pero con esa verdad, no me refería a mis creencias y opiniones, que veía caer como castillos de naipes, sino a la verdad que cantaba el mantra que me había acompañado durante la realización de esta lámina.
Aquellas palabras me ayudaron a recordar que sólo me sostenía el poder sagrado que había dentro de mí, y que eso era y siempre sería, el único centro de mi vida.
Explanation:
I didn't want a stability that would become my own prison.
I was not looking for foundations that would give me security, but peace.
And I knew very well that no job or money would give it to me.
What security could I find in the world of work to which we all wanted to belong, more out of necessity than out of desire? None.
Who could make sure that the money would be worthless tomorrow? Nobody.
I just had to remember the comfortable and stable jobs I had had before being a mother, with heating and air conditioning, well paid, even with indefinite contract!
The most difficult prisons to escape by far!
But as hard as I tried, I never remembered feeling the sense of security I was supposed to find in a stable job or a fixed salary.
I just remembered what I enjoyed spending money, having always felt out of place and feeling like I was wasting my time inside a deadly routine prison I couldn’t wait to escape.
Serving tables in a beach restaurant 10 hours a day for a month and a half in the summer season, became more bearable because my days were numbered! However, doing the same thing day after day, year after year, after a while, became a torment.
I experienced it during my most long lasting job. 5 years... It had to arrive a crisis for me to escape!
I had good opportunities to get away and I let them pass, despite the fact I felt awful, and just because at that time, I preferred the uncomfortable comfort for the same salary (very good, compared to today´s wages) to changing.
How good that they fired me in time to be able to collect the redundancy money! I deserved it after enduring almost two years of mobbing for refusing to sign a document full of clauses that left me stranded.
It didn't sound that bad when you read the document written in English. Nor when the supervisors, bosses and the company director told me about it.
-Do not you trust us? - asked me the last mentioned, after him realizing that he would not ever convince me of signing.
-I just won't sign something I don't agree with- I replied with a smile as I left his office, and sick of listening to the same thing that many had previously told me, about over a lot of months.
What did he expect! I worked in after-sales, I dedicated myself to snags exclusively and every day I received angry and unhappy customers who regretted for signing what they should not. I had learnt something!
Anyway, when it came to real fighting spirit, no one could touch me!
Even my office mates seemed worried that I wasn't the only one who didn't want to sign:
- Why don't you do it? Nothing happens...- they repeated to me until they got tired.
Luckily, I ignored all of them! And, in the end, I did not do what everybody seemed to expect from me: Sign to avoid conflict, and to be left working in peace and put the interests of the company before my own rights.
For that reason, I imagine that, when the mass layoffs came, I was among the first to be fired...
Not because I lacked work, much less because of my performance, but because I was not the apple of any superior´s eye, who devoted themselves to keep their allies, regardless of whether the functions they performed were still necessary (I could probably be still dealing with snags!)
And in the end, guess what!, those who thought that were going to inherit the company, were the ones who ended up the worst.
They had to spend months going to the office without payment, to end up fired like me, after a few months, and being forced to get involved with lawyers in the hope of collecting something, someday, from the salary fund.
It was when I got to that event in my life that I finally understood why I had given to bring to the present all those old memories related to my work life, just at that moment.
I had done it because I needed to realize several things:
First of all, of all the times that as a part of a team, I had to take my side and go on my own.
That the same story was always repeated!
And not because I loved doing the opposite of most, but because I tried to be consistent between what I felt, said and thought, and act accordingly.
That also confirmed that I seemed to be designed to "create conflict" or get up people´s noses, depending on how you look at it, wherever I may be. And also, that I did not mind doing that when it came to following my instinct.
It was when I realized it that I remembered about my caged lioness ( Drawing "The Lioness"/2021 diary) and I reproached her:
-And you complain about never being the center of attention?, ! what are you telling me! What happens is that it never happens when you want or in the way you would like. You are the star at the wrong time!
And I realized that, although I certainly had a hard time, in the end, one way or another I always won.
The worst part, the annoyance of always feeling so alone!, so helpless! Also the fatigue of one struggle after another, whether I began it "for my sake" or against myself, to emerge unscathed without harming anyone.
And I wondered if it wouldn't ever be my turn to be part of or be on the side of the majority.
They didn't seem to make life too complicated! And besides, they always seem to feel backed up!
Why on earth did I have to try so hard to try to be consistent in my way of acting?
And if I didn't care that others acted differently than I did, why did others seem to do?
-LET IT BE and feel lucky to be the way you are!- I said to myself finally.
I needed to work to feel fulfilled and do what most people to fit in, as much as a dogma to have faith, a guru for salvation or a neighbour who would teach me lessons about how to be a "good citizen."
Lucky me! I was so used to fighting my battles alone! It was not a curse, but an asset. I had learned well the lesson of "better alone than in bad company".
And suddenly, I realized something...
Of the great difference between all the times I had had to position myself on my part in the world of work and my positioning at that particular moment.
At work, I had been sure of what I was doing, because I had a more or less clear idea of what could happen in the worst case. That time I felt insecure because I had no idea.
Doubts assailed me. Not regarding the effectiveness of the "experiment" (in which I had no hope), but about whether the others would be right and my struggle to get away with it would be useless and on top of it, could cause me trouble.
Because it was one thing to look for my interests within a work group, whether in a gardening workshop (Drawing "The Goddess of Freedom"/2021 journal) or in an office, and quite another, to do it in front of an apparent faceless majority that lived all around the world.
Anyway, I had already been alone many times, what did it matter another one? Perhaps, I would not manage to "remain untouchable", but I had to give it a try!
I wanted to understand my existence through my own life experience. Choosing so others wouldn't choose for me, and that was all I needed to stand firm.
And at least, there was one thing I could tell me to encourage me:
-Fortunately, you are free to do something that neither you, nor anyone nor any regulation can ever prevent you from doing!, do you know which? Making mistakes!
You are an error machine!, mistakes are your specialty!, How will you be afraid? Give yourself permission to make mistakes until the end. Because whatever happens, it doesn't matter...
You know that ultimately only what you think of yourself counts, and that you will always respect yourself more for making mistakes and making your own mistakes, than for imitating or repeating those of any other, even if it is the majority who commits them, and you hardly feel supported-
Would it make any sense to look for someone to back you up? You don't know how to anchor yourself to anyone's truths! And besides, you know who really sustains you ( Drawing... "The Cosmic Mother" / 2021 journal)
There is only one truth you can anchor yourself to, yours.
But by that truth, I did not mean my beliefs and opinions that I always saw falling like the castle of a deck of cards, but the truth that chanted the mantra that had accompanied me during the making of this picture.
Those words reminded me that only the sacred power within me, held me. That was and always would be the only center of my life.
The Beatles - Let it be
Aham Prema - Deva Premal ( Mantra)
Aham Prema es un mantra sánscrito que quiere decir
“Yo soy amor a la máxima potencia – amor divino”.
Aham Prema is a Sanskrit mantra that means
"I am love to the highest potency – divine love."
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