174. BUENOS PROPÓSITOS
GOOD RESOLUTIONS
Parte 1/3- Part 1/3
"Un paso después de otro""One step after another"
Fecha /date: 31/12/22
Explicación/ Explanation:
Después de las charlas que me habían dado mis últimos dibujos, me apetecía regalarme un mejor cierre de año.
Me hacía ilusión que mi última lámina del 2022 fuese una imagen más positiva.
Y como sabía que haciendo lo mismo de de siempre, corría el riesgo de terminar explorando terrenos que podrían no ser de mi agrado, esa vez, decidí establecer la intención de centrarme en un tema y no salirme de él.
Hacer balance del año saliente y darle la bienvenida al siguiente, plasmando mis buenos propósitos.
-¿Establecer propósitos?, ¿para qué, si eso nunca te funciona?-me reproché en cuanto agarré un rotulador, y observé que la mano se me quedaba inmóvil y la mente en blanco.
-¡Para prosperar! Porque, si algo me ha enseñado el año que se va es que para llevar a cabo algún cambio, no basta con decir "¡Sí!" y soñar despierta.- me repliqué tan pronto recordé los objetivos que me había marcado a principios del 2022, y los resultados obtenidos.
¿Qué había sido de mi intención de probar cosas nuevas y de crear tanta abundancia como pudiera para mí y los que me rodean?
Si prosperar era mi derecho de nacimiento, ¿por qué no lo ejercía?
Al final, viendo que el tema escogido se me resistía, decidí romper el hielo escribiendo el mantra de la última meditación que había realizado hasta el momento.
Mi encuentro con el mantra Om Daksham Namah, no había podido ser más oportuno.
-¡"La Ley del mínimo esfuerzo" había aparecido justo en el momento en el que lo que más me urgía, era tomarme un descanso!
Aquello me llevó a creer que la vida me estaba dando la razón, aunque algo dentro mí me dijese que solamente era una ilusa, y que me estaba engañando.
Cometí el error de no indagar acerca del significado del mantra y decantarme por hacer lo que más me convenía...
Es decir, convencerme de que aquella ley me estaba animando a trabajar menos cuando, lo que en verdad me estaba sugiriendo, era que escogiese caminos más eficientes para conseguir mejores resultados con menor esfuerzo.
En cualquier caso, de aquel mantra me olvidé en cuanto comencé a hacer circulitos y florecillas...
Para cuando me fui a dar cuenta, ya había salido la chica de pelo castaño que anhelaba ser rubia, con los brazos alzados, dando las gracias al cielo.
¡Tenía tanto que agradecer!...
Al 2022, por todos sus aprendizajes, y también por la oportunidad de dibujar un montón.
Y a mi vida, en general, porque estaba llena de amor.
Tenía una pareja estupenda, dos hijos, un hogar, una familia, todo lo necesario y ¡muchas posibilidades de hacer cosas!, aunque por el momento no se me ocurriese nada mejor que regalarme unas vacaciones al extranjero.
En aquel momento, me sentí tan abundante, que dibujé una estrella plateada sobre la cabeza de la niña, y exclamé:
¡La fortuna está de mi parte!
Y acto seguido le dibujé la falda de siete pétalos rosas, porque según la numerología el 2023 era un año siete.
Fue tras averiguar que aquel número nos pedía hacer las cosas de corazón, que pinté en el maillot de la chica la casa, en representación a mi hogar, y un gran corazón, como recordatorio de que mi familia era mi prioridad y el centro de mi vida.
Sucedió mientras pintaba el corazón de dorado, que me acordé de lo idiota que era al perder tanto tiempo juzgando, analizando, recapitulando acerca del pasado y mis fracasos, soñando despierta, coleccionando datos, explorando interiores...
Tanta introspección, no solamente me aislaba demasiado del exterior, sino que también empoderaba a la bandada de loros que habitaba mi cabeza...
-¡Demasiadas voces dando su opinión en un cerebro tan pequeño!-me quejé, al tiempo que me percaté de lo mucho que necesitaba añadir a mi vida más momentos de silencio.
Entonces no sabía nada de los 10 cuerpos espirituales según el Yoga Kundalini, lo que me hubiese servido de gran ayuda...
En aquel momento, solo pensé que mi blog era el origen de mi caos mental, ¡y me felicité por haber tomado la decisión de no preparar ni un solo post nuevo a partir del uno de enero!
¡Por fin me estaba dando permiso para cesar de contarme las mismas historias una y otra vez!
Estaba decidido. En el 2023 sólo escribiría en mi diario personal de manera puntual, y ya no tomaría tantas notas acerca de los dibujos que fuesen saliendo.
Emplearía ese tiempo en mantener mi hogar ordenado, compartir más dibujos en grupos, dibujar, hacer vida social, y sobre todo, en llevar una vida menos sedentaria y pasar más tiempo fuera de casa...
Para resumir, deseaba pasar menos tiempo metida en mi cueva, cesar de ir la carrera, y a ser posible, comenzar a fluir en mi día a día como si se tratase de dar un agradable paseo por la huerta...
Porque en el fondo, intuía que aquello era lo que más falta me hacía, que era el punto de partida para atraer más paz a mi mundo. Y también, que sería esa paz, la que más adelante me permitiría centrarme, ordenar y destruir, generar algo nuevo y sacrificar lo que ya no me servía...
!Y finalmente, convertirme en mi versión más próspera algún día!
La prosperidad comenzaba por lograr sentirme más contenta conmigo misma y en mi relación con los demás, con más vida, más sana, más conectada y satisfecha con mi andadura por el planeta...
Lo malo era que todavía me quedaban por revisar y subir doce posts del 2021, y ordenar, corregir, traducir y publicar los del 2022, ¡que eran un montón!
Eso implicaba seguir trabajando en el blog, más o menos de manera asidua, durante al menos, otro año y medio más...
Fue pensar en la tarea que me había autoimpuesto y a la que me negaba a renunciar, y darme cuenta de que lo que sentía por mi blog, más que amor, parecía obsesión.
Me había acostumbrado tanto a él, que me resistía a soltarlo, ¡aunque me estuviese destruyendo!
Entonces me di cuenta de la manera en la que siempre justificaba echarle horas, y de cómo, cada vez que surgía en mí la sospecha de que su compañía no me convenía, salía en su defensa acusándome de ser una exagerada...
Sin embargo, no era una sospecha, sino un hecho, que cada vez que le abría el corazón, mi mente comenzaba a divagar...¡Eso me hacía daño!
Traducir situaciones actuales y pasadas, ¡me hacía revivirlas todo el rato!, y convertía mi existencia en un bucle temporal que me arrebataba el momento presente.
Nutrir a mi blog a diario me exigía un tiempo precioso, me consumía demasiada energía... ¡Y ya estaba comenzando a notar fallos en mi batería!
Mi cuerpo era uno de los mayores perjudicados.
Debido a mis ansias de dedicarle ratos, siempre andaba con prisa, postergaba el comienzo de una rutina de entrenamiento y pasaba demasiadas horas frente a la pantalla del ordenador.
¡Demasiado estrés!
Y para colmo, le había permitido ocupar tanto espacio en mi red de pensamiento, que rara vez lograba desconectar la mente.
Una canción, un mantra, una frase, una conversación, la escena de una película, ¡cualquier cosa me llevaba de vuelta al viaje en imágenes que estaba deseosa de compartir con los demás, tanto si existía alguien que quisiera recibirlo como si no!
Mi viejo móvil era un reflejo de mi cabeza.
Lo tenía petado de frases que escuchaba o se me ocurrían, pensamientos, citas, notas, apuntes...¡Hiciese lo que hiciese, siempre tenía a mi blog en mente!
Él era mi creación. Tres años de convivencia no le daban ningún derecho a tenerme presa en una relación de dependencia del tipo amo-esclava.
¡Había que romper ese círculo vicioso!
-Por el momento, ¡ya has logrado reducir el tiempo que le dedicas ! Un paso después de otro ¡He aquí mi primer propósito! -exclamé en cuanto sentí que por fin había tomado la determinación de continuar alejándome de mi hobby-amante, no porque no lo amase, sino porque tanta posesividad me estaba sentando fatal.
Y como observé que la palabra "propósito" seguía provocándome resistencia, decidí sustituirla por "intención", y re-bautizar a la imagen que estaba naciendo con el nombre de "Resumen pictográfico de intenciones y deseos".
Explanation:
After the talks that my last drawings had given me, I felt like giving myself a more positive image to say goodbye to the year.
The bad thing was that if I did the same old thing, I ran the risk of ending up exploring terrain that might not be to my liking.
For this reason, I decided to set the intention to focus on one theme and not stray from it.
The chosen theme was to take stock of the outgoing year and welcome the next one with all my best resolutions.
-Resolutions, what for?, that never works for you!- I reproached myself as soon as I picked up a marker pen, and noticed that my hand got still and my mind blank.
-To prosper! Because, if 2022 has taught me anything, it's that saying "Yes!" and daydreaming will not ever lead me to do positive changes- I replied as soon as I remembered the goals I had set at the beginning of the year, and the results achieved.
What had become of my intention to try new things and create as much abundance as I could for myself and those around me?
If thriving was my birthright, why did not I excercise it?
In the end, seeing that the chosen topic was resisting me, I decided to break the ice by writing down the mantra of the last meditation I had done so far.
Coming across the mantra Om Daksham Namah made me very happy.
-"The Law of Least Effort’ had appeared just at the moment when I was most in need of a break!
I thought that life was proving me right. Even though something inside me told me that I was deluded and that I was fooling myself.
Finally, I made the mistake of not investigating more about the meaning of the mantra, and I did what was most convenient for me...
That is, I convinced myself that the law was encouraging me to work less, when what it was doing was suggesting that I choose more efficient ways to achieve better results with less effort.
In any case, I forgot about that mantra as soon as I started making little circles and flowers.
By the time I realised it, the brown-haired girl who longed to be blonde had emerged, arms raised, thanking the heavens.
I had so much to be thankful for!
To 2022, for all the learnings and also for having given me the chance to make so many drawings.
And to my life, in general, because it was full of love, I had a great partner, two children, a home, a family, everything I needed and lots of possibilities to do things, even if at the moment I couldn't think of anything better than giving myself a trip!
I felt so abundant that I drew a silver star on the girl's head, and exclaimed:
-Fortune is on my side!
Then I made her a seven pink petals skirt, because according to numerology, 2023 was a seven year.
It was after finding out that a year seven asked us to do things from the heart, that I painted on the girl's jersey a house, representing my home and a big heart, as a reminder that my family should always be the centre of my life and my priority.
It happened while I was colouring the heart gold, that I remembered what an idiot I was for wasting so much time judging, analysing, recapitulating about the past and my failures, daydreaming, collecting data, exploring my inner self....
That led me to the conclusion that so much introspection was not only isolating me too much from the outside, but also empowering the flock of parrots that inhabited my head...
-Too many voices giving their opinion in such a small brain!-I complained, as I realised how much I needed to add more moments of silence to my life.
Then, I did not know about the 10 spiritual bodies according to Kundalini Yoga, which would have been a great help to me.
At that moment, I saw my blog as the source of my mental chaos, and I got glad that I had made the decision not to write a single post from January 1st on!
It was time to set free from telling myself about the same stories over and over again!
I had made up my mind.
In 2023 I would only write in my personal journal on time, and I would no longer take so many notes about the new drawings that would be coming out.
I would use that precious time to share more drawings in groups, to draw, to socialise, and above all, to have a less sedentary life...
In short, I wanted to spend less time at home, stop going to the race, and if possible, start taking life as if it were a pleasant walk in the countryside...
Somehow, I sensed that it would bring so much peace to my world, that it would allow me to focus, to sort and destroy, to generate something new and to sacrifice what no longer served me... And finally, to become one day a truly prosperous person.
Prosperous in the sense of becoming happier with myself and the people around, healthier, more alive, more connected and more satisfied with my journey on the planet.
The bad news was that I still had to revise and upload the 2021 twelve posts, and order, correct, translate and publish those for 2022, which were a lot!
That meant that I would continue working on the blog, more or less assiduously, for at least another year and a half.
I thought about the task I had set myself and refused to give up, and I realised that what I felt for my blog, more than love, seemed like obsession.
I realised that I had become so used to it that I was reluctant to let it go, even though it was destroying me!
It was when I thought about the aforementioned, that I realised that what I felt for my blog, was not love but obsession.
I had become so used to it that I was reluctant to let it go, even if it was destroying me!
I always justified dedicating some time to it every day, and every time I suspected that its company didn't suit me, I came to its defence, accusing myself of being very exaggerate.
However, it was not a suspicion, but a fact, that every time I opened my heart to my blog, my mind started to wander... That hurt me!
Translating current and past situations made me relive them all the time, and turned my existence into a time loop that took me away from the present moment.
Nourishing my blog on a daily basis demanded too much of my time, consumed too much energy, and I was already starting to notice my battery failing!
My body was one of the biggest sufferers.
Because of my eagerness to cultivate our relationship, I was always rushing around, procrastinating on starting a training routine and spending too many hours in front of the computer screen.
Too much stress!
And to make matters worse, I had allowed it to occupy so much space in my web of thought that I could rarely get away.
A song, a mantra, a phrase, a conversation, a scene from a film, anything would take me back to the journey in images that I was eager to share with others, even if there was no such audience!
My broken mobile phone was a reflection of my head.
It was full of phrases I heard or thought of, thoughts, quotes, notes, jottings... Whatever I did, my blog was always on my mind!
He was my creation, and in just three years of living together, our relationship had ended up resembling a master-slave type of dependency!
This vicious circle had to be broken!
-For the moment, you have already managed to reduce the time you spend on it! One step after another, here is my first resolution! -I exclaimed as soon as I felt that I had finally made up my mind to continue to stay away from my hobby-lover, not because I didn't love him, but because so much possessiveness was not good for me.
And as I noticed that the word ‘resolution’ continued to provoke me resistance, I decided to replace it with ‘intention’, and to rename the image that was being born ‘Pictographic summary of intentions and desires’.
Linkin Park- One Step Closer.
Intention and purpose
Los Diez Cuerpos Espirtiuales de Kundalini Yoga
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