79. CABEZA DE PÁJARO/
BIRD´S HEAD
"Sigue tu instinto / Follow your instinct"
Fecha / date: 8/12/20
Explicación / Explanation:
Por eso aquel día tenía la intención de dibujar la cabeza de un águila, pero en su lugar me salió la de un pájaro oscuro y raro, que hizo que me preguntara si no estaría en un error y en lugar de desear tener una mejor visión, debería esforzarme más en cambiar mi manera de ver la vida.
Y es que por mucho que quisiera, todavía estaba demasiado lejos de poder ver las cosas en su conjunto y desde arriba, como un águila haría.Todavía continuaba perdiéndome en los detalles.
La tarde que hice este dibujo coincidió con la subida al blog de otro de mediados de marzo en el que señalaba la importancia del vivir el momento presente ( Dibujo 10 "Estoy donde está mi mente").
Al volverlo a ver me percaté que permanecer centrada en el ahora continuaba siendo mi asignatura pendiente.
Tener en marcha el blog no me aportaba mucha paz. Dicha actividad sólo corroboraba que era un bicho raro con la cabeza llena de pájaros. Un oficial de todo y maestro de nada que se dedicaba a matar el rato mientras transcurría su "arresto domiciliario".
Jamás me había gustado aquel refrán que decía "más vale pájaro en mano que ciento volando" porque la previsión nunca ha sido mi fuerte, pero en aquel momento me hubiese encantado tener algo que agarrar con todas mis fuerzas.
Sentía que tenía las manos vacías, nada a lo que sujetarme, la cabeza llena de aire y el tiempo en mi contra !porque el 2020 estaba llegando a su fin y seguía teniendo la sensación de no haber hecho nada "productivo"!.
De mi plan de hacerme con un plan, ni rastro !y eso era lo peor!.
Fue al unir este dibujo con el anterior que vi la silueta de un sapo y me animé. Aquello me llevó a mirar la fecha en el calendario y a percatarme de que estábamos a 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción y desde hacía algún tiempo, !la fecha de mi segundo cumpleaños!.
Aquel día, hacía exactamente dos años de mi encuentro con el Bufo Alvarius y fue en su honor que quise dibujar la niña pequeña de pelo rubio rizado envuelta en una especie de capullo verde.
La experiencia con la medicina del sapo sobrepasó todas mis expectativas y fue tan intensa que no sé si repetiría. Quizá os la cuente otro día...
Sólo mencionaré que acordarme de aquel viaje a mi interior y al mismo tiempo tan lejos de mí, me hizo sentir muy feliz.
El Bufo me hizo aterrizar en la tierra de un puñetazo y sentir, por primera vez en mi vida, gratitud por esta experiencia "humana". Tanto, que al día siguiente me comí un bocadillo de morcilla, tras dos años siguiendo una dieta vegana...
Detalles sin importancia, comparado con lo que experimenté durante el transcurso de los meses posteriores en los que sin duda, creo que el mejor aprendizaje fue llegar realmente a ser capaz de comprender que sólo importaba recordar una verdad:
En esta vida nada nos sostenía.
Sólo contaba el amor que éramos.
Y el resto, todo mentira.
Aquella fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. !Jamás me había sentido tan agradecida de existir! Porque nunca antes había sido capaz de apreciar tanto, lo que siempre había dado por sentado, desde los rayos del sol hasta el cuerpo que me había sido prestado.
El recuerdo de aquel 8 de diciembre del 2018 también trajo consigo la visión del cielo azul y despejado de la mañana soleada de invierno, que me acompañó durante la ceremonia.
Si el dibujo anterior había traído a mi memoria una frase de Dostoyevski que decía: "Puedo ver el sol, pero incluso si no puedo ver el sol, sé que existe. Y saber que el sol está allí, eso es vivir", que me animaba a confiar en la vida y a sacar de lo malo lo mejor, acordarme del Bufo me hizo aceptar que todavía andaba entre tinieblas y que no pasaba nada.
!Que todo lo que pudiera ver por el momento fuese el número 19, como una pieza de puzzle que no encajaba, no tenía más importancia que la que yo le quisiera dar!.
Así que, me tomé todo lo anterior como un recordatorio de que debía aprender a ser paciente y a tener presente que por más que quisiera, !no podría domesticar mi mente en dos días!.
De hecho, la runa Ewath ya me había avisado de que a partir de ese momento mi viaje no siempre sería placentero y mucho menos, fácil.
No sólo debía aprender a confiar, sino a ser flexible y sobre todo, a hacer uso de mi instinto por encima de razonamientos y análisis.
Explanation:
I wished to see beyond what I saw and above all the clouds that blurred my vision.
That day, I had the intention to draw an eagle´s head but a rare dark bird´s head came out instead, which made me wonder if I was wrong. Could that be a sign that I should focus on changing my way of seeing things instead of asking for a sharper sight?.
Much as I would like to, it was simply not possible for me to see the bigger picture. I could not see from above like an eagle as I still got lost in details.
The day I was creating this drawing coincided with me posting a blog entry that had to do with a picture which emphasized the important of staying present ( Drawing 10 "I am wherever my mind is").
I could realize that being focused on present was still my pending matter.
The creation of the blog did not let me feel at peace and I told myself that such an activity only corroborated that I was a weirdo. I was just a featherbrained, a jack of all trades and master of none that wasted my time while being placed under "house arrest".
I had never liked that old saying that went: "A bird in the hand is worth that two in the bush", especially given my lack of prevision... But at that point in time, I would have liked to have something to hold tight with fearsome power.
I felt that I had empty hands, nothing useful to hold on to and a head stuffed up. Once again I felt that time was against me since 2020 came to a close and I accused myself for not having done anything "productive"!.
I had planned to have a plan and I did not have any. That was tough!.
It was when joining this drawing with the previous one that I came across the silhouette of a toad. It instantly cheered me up!.
That led me to check the date on the calendar and realize that we were on the 8th December, the feast of the Immaculate conception of Mary and my second birthday`s date!.
On that day, two years had passed since my meeting with the Bufo Alvarius. So, I decided to draw a little curly-haired girl wrapped in a sort of green bud in its honour.
My experience with that spiritual medicine succeed beyond all my expectations and it was so intense that I do not know if I would want to have it again. I will perhaps tell you more about it one of these days...
But for now, I will simply say that thinking of that sacred experience, made me feel really happy.
In the two years so much had changed...
The Bufo taught me to be very grateful for having been given the chance to live this human experience. So much so that the following day, I would eat a blood sausage sandwich after two years of following a vegan diet.
That was, however, only the tip of the iceberg, compared with what I would experience throughout the following months.
But, the best of all was that it enabled me to understand that there was just one truth that I should always bear in mind:
In this life, nothing supported us.
We could only count on the love we were.
Everything else was a lie.
That was doubtless one of the most enriching experiences of my life because it made me appreciate everything that I usually took for granted, from the shining rays of the sun to the fact of having been given a body.
The memory of that ceremony also made me think of the clear blue sky on a beautiful warm winter morning that accompanied the ceremony.
If the previous drawing had remind me of a sentence by Dovstoevsky that said: "I can see the sun, but even if I cannot see the sun, I know that it exists. And to know that the sun is there- that is living", which encouraged me to trust and make the best of the situation, the memory of that sacred experience helped me to accept that I still walked in darkness and there was nothing wrong with it.
It did not matter that I could only see number nineteen like a piece of a puzzle that did not fit!.
I should be patient and accept that to tame my mind would take me more time than desired.
Ewath, the Horse viking rune had already told me that the journey would not always be pleasant...
I had not only to learn how to trust but I also had to become more flexible and adaptable. Above all, I believed that the rune wanted to encourage me to activate and use my instinct, using gut over analysis and reasoning.
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