Gloria Ram

 57. AFRODITA / APHRODITE

"La alegria de crear / The joy of creation"

Fecha /date: 29/09/20 

Explicación / Explanation:

Continuaba dibujando sin parar, !no podía dejar de hacerlo!. 

Sentía una especie de atracción fatal cada vez que pasaba por la cocina y veía la pequeña mesa roja desordenada, llena de pinturas. 

Decía de sentarme un rato y acababan pasando horas. !La de cazuelas de arroz integral hervido que habré tirado a la basura por olvidar que estaba cocinando!

Eran tales mis ansias de dibujar y el disfrute con el que lo hacía que prácticamente llevaba semanas enganchando un dibujo con otro. 

De hecho, antes de haber finalizado uno, ya había comenzado el siguiente. !Nunca tenía suficiente!, !no tenia fin!. Siempre quería echar un ratito más...

!Me sentía tan bien conmigo a solas que olvidaba que había más gente alrededor y otras cosas en las que ocupar mi tiempo! 

No era la primera vez que me sucedía, pero al igual que una adicta a la heroína, sólo podía pensar en una cosa: mi dosis y por supuesto, no sabía dosificarme. El mayor inconveniente era ser tres en una: laboratorio, camello y yonqui.

Disponer de mi droga favorita de manera ilimitada y al alcance de la mano en cualquier momento, ¿era un regalo o un problema?

Mi irrefrenable atracción por aquel espacio sagrado mío, por aquel portal abierto las veinticuatro horas, hacía que en cuestión de segundos, sacrificase lo que fuera en pos de coger un lápiz. Bastaba un abrir y cerrar de ojos para transportarme y perder de vista todo lo demás.

Recuerdo que al realizar este dibujo sentí una vibración muy poderosa recorriendo todo mi cuerpo. !Tan feliz como la Emperatriz del tarot en su máximo esplendor! Y al igual que ella, ahí estaba yo, creando por crear y sin control. Ciertamente, !eso era disfrutar!.

Es más, cuando lo terminé y me levanté de la silla, experimenté tal subidón de euforia que todo mi cuerpo vibraba de las ganas de reír. No hacía mucho que había experimentado algo parecido, tras acabar otro dibujo ( Dibujo 54 "La Estrella").

Pero esa vez, no busqué una canción al azar para ponerme a bailar y convertirme en la estrella invitada de mi cocina. 

Las frases que había escrito me llevaron directamente a una canción de Iggy Pop que llevaba siglos sin escuchar. 

Aquel tema me transportó veinticuatro años atrás, a una tarde de otoño con mi primer novio en un antiguo cine, al que fuimos a ver Trainspotting. 

Mi venus en géminis se sentía entusiasmada. 

Tan alegre como cuando viajaba al extranjero o visitaba un lugar nuevo. 

Tan festiva como cuando asistía a una fiesta llena de gente, ya fuesen  amigos, conocidos o extraños por conocer. 

Tan animada como cuando me dejaba llevar por la música y bailaba como si no hubiese mañana. 

Tan entusiasmada como cuando conocía a alguien cuya personalidad me fascinaba. 

Tan radiante como cuando abrazaba a mi pareja y tan preciosa como cuando mis hijos me guiñaban un ojo y con una sonrisa en el rostro me llamaban mami.

Tan contenta como cuando disfrutaba de una buena conversación, del reencuentro con un viejo amigo o de una tarde de risas... 

!Podía sentir como si todas mis células bailasen y rieran a carcajadas! 

En ese momento, bien puedo decir que todo era irrelevante excepto el amor que era o sentía ser. Más que amor, alegría en estado puro. 

No recordaba haberme sentido tan pletórica desde la ceremonia de Ayahuasca ( Dibujo 5 "La Experiencia").

Para mí, no había nada mejor ni más placentero, ni riqueza mayor en el planeta que ese instante de plenitud completa.

Pero la chica que había dibujado, totalmente sumergida en su mundo de colores y formas, también representaba el arquetipo de la diosa Afrodita, con el que en muchos aspectos, tantas veces me había identificado. 

Afrodita me hizo recordar que mi manera de satisfacer y expresar el amor por la vida implicaba un gran riesgo, si no le ponía freno.

Cuando volví a tocar suelo me percaté que de no ponerme límites, acabaría lastimándome.

Con los niños en el comedor escolar, había vuelto a ingerir cualquier cosa a cualquier hora !prefería dibujar a comer!. Cocinar nunca fue mi prioridad, pero era necesario...

No recordaba que tenía cuerpo hasta que me dolía y nunca encontraba el momento para salir a pasear ni tomar el sol. Mucho menos, para llamar o mandar un mensaje a un amigo.

Apenas jugaba con mis hijos y en cuanto a mi pareja, siempre tenía que insistir más de una vez y más de dos, para que soltara los lápices y me despegara de la mesa. Para mí, el tiempo desaparecía y que me interrumpieran, siempre resultaba un fastidio.

Sentí que me estaba pasando de la raya y que de hecho, ya me encontraba atravesando una especie de linea divisoria, invisible y peligrosa, que podía llevarme por muy mal camino. Del amor a la lujuria había un paso.

Mi placer era sagrado y eso lo tenía claro. !Por nada en el mundo iba a renunciar a lo que más me gustaba hacer!, pero había muchos otros placeres que estaba dejando de lado. 

Además, no había escrito "Amor por la vida" sino "Lujuria"...Y eso era un claro aviso de que ahí estaba mi Lilith de nuevo, ganando terreno y haciendo de las suyas ( Dibujo 42 " Lilith"). 

No sólo estaba siendo demasiado egoísta, sino también muy poco precavida. 

Lo último que necesitaba era ganarme reproches de otros por no hacerles caso. Y mucho menos míos, por descuidarme...Sin embargo, eso es lo que estaba cosechando. 

O me ponía las pilas o lo pagaría muy caro. Trabajar en mí, sí era una prioridad pero abandonar a otros y a mí misma nunca me convertiría en mejor persona. 

El amor construye. Si me estaba destruyendo, era otra cosa.

Me dí cuenta de que en apenas seis meses, mi Koré, la doncella (dibujo 16 "La niña flor") se había transformado en Afrodita. También de todo el camino que me quedaba por recorrer hasta ser capaz de crearme una nueva y mejor vida.

¿Creas tu vida con alegria?

Explanation:

I keep on drawing without stopping and I could not help it! 

It looked like I had a fatal attraction for the messy little old red table I had in the kitchen, that I used for drawing and I rarely cleaned up. 

Every time I passed by, I wanted to sit down for a while but eventually, I could spend hours there. I cannot tell you the number of times I had to throw boiled brown rice away because I forgot I was cooking my lunch! 

My eagerness to draw was so strong and I enjoyed drawing so much that I had not finished a drawing that I was already starting the next one.

I felt so satisfied with me being on my own that sometimes I forgot that there were more people around as well as other things to dedicate myself to.

It was not the first time that it happened to me but, as in the case of a heroin addict, I could just think of one thing: my drug dose. Of course, I did not know how to control myself. The greatest drawback was that I was three in one: the lab, the drug dealer and the junkie.

Having my favourite drug within reach in an infinite manner was a mixed blessing.

My irrepressible attraction to that sacred space of mine, to that twenty-four-seven portal, led me to sacrify anything for the sake of picking a colour pencil. I was so captivated by my world full of possibilities than I could forget about everything else in the blink of an eye.

While making this drawing, I was over the moon. I could feel a powerful vibrational energy running through my body. It was like electricity! 

I felt as happy as the tarot empress at her maximum potential. There I was, creating for the sake of creating, uncontrollably. Certainly, that was great fun!

What is more, when I finished it and I stood up, I felt high. My whole body vibrated so intensively that I started laughing. It was not long time ago that I had experimented a similar sensation, after having finished another drawing ( Drawing 54 "The Star").

But that time I did not look for a song at random to start dancing and become the guest start in my kitchen.

The sentences I had written down on my drawing led me to one by Iggy Pop that I had not listened to for a long time.

That music track took me to my twenties, to an autumn Sunday afternoon with my first boyfriend in an old cinema, where we went to watch "Trainspotting".

My Venus in gemini felt enthusiastic.

I was as cheerful as I used to be every time I travelled abroad or visited new places.

I was so content as I used to feel every time I attended a party full of people, irrespective of whether it was crowded with friends, acquaintances or complete strangers.   

I was so joyful as I used to be when I got carried away by music and danced like there was no tomorrow. 

I felt so delighted as I used to feel when I met someone whose personality I found fascinating.

I felt so radiant as when I hugged my couple and so precious as when my kids called me mum with a smile in their faces.

I was so glad as when I enjoyed a good conversation, the reunion with an old friend or a fabulous evening of laughter.

I could feel all my cells dancing and laughing!

At that point in time, I could tell that everything was irrelevant except for the love I was or I felt I was. More than love, it was pure joy. 

I did not remember to have felt so overjoyed since the Ayahuasca ceremony 

( drawing 5 "The Experience").

To me, such a superb fullness of energy was more pleasurable and much better than anything else in the world.  

But the girl I had drawn, also represented the archetype of Aphrodite, with with I could identify myself in so many aspects.

Seeing my Aphrodite sumerged into her world of colours and shapes, made me realize that my way of expressing and satisfying my love for life, could imply a risk.

When the state of euphoria faded, I could clearly see that I could hurt everybody, including me, if I did not set boundaries for myself. 

With my two kids having lunch at school, I started eating badly again. I was so busy drawing that I did not have time to cook for myself! Eating was not my priority but it was necessary...

Once again, I did not remember I had a body until it hurt and I never found the time to go for a stroll in the countryside or sunbathing and much less, to call or text any friends.

I did not play with my children any more and as far as my partner was concerned, he often had to insist on me standing up and giving my colour pencils a rest. To me, time just dissapeared and the fact of being interrupted while drawing, was always a nuisance.

I felt that I was going too far. I could see how I had already crossed a sort of invisible and dangerours line. There was a thin line between love and lust.

My pleasure was sacred! and that was fine. I did not want to stop doing what I liked the most! but there were other pleasures in life as well.

Besides, I had written "Lust for life" instead of "Love for life" and that was a warning of my Lilith playing tricks and gaining ground on me again 

( Drawing 42 "Lilith").

I was acting selfishly and I was not cautious.

Being reproached for my lack of attention towards the others was the last thing I needed and much less, getting angry with myself for not taking care of me. Howcver, my way of acting led me to that outcome.

I had to pull my socks up. Otherwise, I would pay dearly for my behaviour. Working on myself was a priority but neglecting the others or myself was not definitely the way for me to become a better person.

Love builds. If it was destroying me, then it was not love.

I realized that in six months, my Kore, the maid ( drawing 16  "The Flower Girl") had transformed herself into Aphrodite but I could also notice that much remained to be done to create a better new life.

Do you create your life with joy?

Enlaces / links:

 Lust for life - Iggy pop (The Prodigy Remix)

Videos:

Osho: Creativity is almost like pregnancy 

Venus, la alegría de vivir | meditación