83. FIN DE AÑO / NEW YEAR`S EVE
(Parte 1/2 / Part 1/2)
"Vislumbrando el principio / The beginning is in sight"
Date /fecha: 31/12/20
Explicación / Explanation:
Desde mi punto de vista, el 2020 nos había provocado a todos una pequeña muerte, pero ni de lejos parecida a la experimentada durante un orgasmo...
Había resultado una muerte larga y lenta, y mucho menos placentera.
Aquel día, el último, tenía la impresión que había transcurrido un siglo desde enero, pero al mismo tiempo sentía que aquellos doce meses de surrealismo extremo habían durado lo que dura un parpadeo.
Nunca antes un año había resultado tan extraño.
Muchos eran los adjetivos con los que podía calificarlo... Sin embargo, de ninguna manera podía señalar que hubiese sido afectuoso.
Para mí, había comenzado como un sueño.
Para todos, había desembocado en una especie de pesadilla, de la que no podíamos despertar y en la que parecía que andábamos como sonámbulos sobre una cuerda floja, totalmente perdidos.
-¿Hasta cuándo?, ¿cómo terminará todo esto? y ¿por qué no se había acabado todavía?, eran preguntas que ya había descartado por considerarlas carentes de respuesta.
Aquellos doce meses que dejábamos atrás y especialmente los nueve últimos, habían sido más fuertes que un simple temblor de tierra.
Y debido a ello, en vísperas del 2021, teníamos ante nosotros un paisaje lleno de escombros.
Desde donde me encontraba, podía observar los pedazos rotos, por todos lados esparcidos. Los de otros, también los míos.
Entre ellos se hallaban, !cómo no!, los cadáveres de muchas de mis creencias, que había asesinado a conciencia, con premeditación y alevosía.
Pero en aquel instante, no tenía ni tiempo ni ganas para duelos o contemplaciones.! Me urgía más rematar a los muertos, cavar fosas y encargarme de los entierros!.
A escasas unas horas de que acabase el año, quería asegurarme de que no quedase ningún espectro suelto por ahí que pudiera provocarme terrores nocturnos en el futuro.
Pero, ¿cómo hacerlo?, ¿cómo proporcionarles un descanso eterno para que me dejasen en paz?.
En seguida supe que para empezar, tenía que agradecer al año que estaba a punto de acabar.
Y dejarlo ir, al igual que hacía cuando llegaba el día de firmar un finiquito y tocaba despedirse de un jefe, de los compañeros y del trabajo, con la mejor de las sonrisas.
No por los buenos tiempos ni porque creyera que se lo mereciesen, sino para cerrar una tapa de la mejor forma que se podía.
Agradeciendo la experiencia y los ingresos que había obtenido, y con mucha alegría por no tener que seguir haciendo lo mismo, otro día más.
Pese a todo lo ocurrido, el 2020 me había aportado más de lo que me había quitado.
Por eso, aquella tarde me propuse despedirlo del todo, antes de las doce campanadas.
En cuanto al 2021, nos podía traer cualquier cosa...
Como solía decir mi pareja, los años eran como los melones, no se sabía si eran buenos hasta que los abrías.
Me gustaba aquella comparación porque me recordaba a una película que me quitaba el sueño de pequeña ("La Invasión de los ultracuerpos").
Aunque no me hacía tanta gracia cuando me planteaba si no sería eso lo que nos estaba sucediendo, sin necesidad de vainas extraterrestres.!Para hacer el trabajo ya estaban los medios de comunicación!.
¿Qué sería lo siguiente?, ¿marcianos asesinos, más enemigos invisibles, una invasión zombi?. ¿Qué importaba?. !Sucediese lo que sucediese, estaría de suerte!
De sobra era sabido que en toda película de terror que se terciase, las rubias morían primero y por tanto, sufrían menos...
Lo que ya no tenía tan claro era que me fuese a dejar comer el cerebro, !que para comerme la cabeza ya me tenía a mí!.
En cualquier caso, el futuro se presentaba negro, más por incierto que por terrible.
El principal problema era que mientras la ignorancia fuese nuestro mayor pecado, el egoísmo nuestro credo, la sed de poder y codicia los mandamientos a seguir y la falta de empatía, el pan de cada día, !el terreno seguiría hecho un asco!.
Y eso propiciaba que hubiese más posibilidades de matarnos de un tropiezo o caer en un agujero, que de hallar un sendero que nos permitiera avanzar.
-¿Qué iba a ser de mis hijos y de mí, de mi pareja y de las personas que quería, de la humanidad, de todos los seres del planeta y de la tierra como organismo vivo?- me pregunté mientras pintaba aquel cielo negrísimo.
En verdad, no podía ver más allá de la oscuridad que me rodeaba.
Sin embargo, entre las sombras de mis recuerdos, sí podía divisar, en la lejanía, la silueta de una chica.
Se trataba de la niña mayor que había comenzado el 2020 dejando atrás el turno de noche en un geriátrico y regalándose el viaje a Perú, que la llevaría al origen del todo.
Pero ella no estaba sola...
Porque un poco más cerca de donde yo me encontraba, había otra.
La adolescente rebelde que a la vuelta de vacaciones, la vida había situado en un frente de guerra, el de su propio hogar. Ella tenía ganas de conversar.
Me recordó todas las batallas de mi mente contra mí, el bombardeo de señales de mi cuerpo, los temas pendientes con ancestros, algún que otro espectro sin nombre y hasta una plaga de insectos.
Me contó cómo el aislamiento entre cuatro paredes me había permitido percibir de manera más clara que nunca, la magnitud de la desconexión y la dualidad existente, tanto dentro de mi pequeño mundo como fuera.
Y la manera en cómo el dolor físico me había ayudado a comprender que intentar protegerme del mundo exterior encerrándome en mi universo de fantasía y negación, nunca fue una opción. Mucho menos, una salida.
Hizo hincapié en cómo el exceso de actividad mental unido a mi obsesión por querer abarcar demasiado, me hacía enfermar.Y me dio una colleja por no tomármelo en serio...
Y puntualizó que lo que sucedía fuera era otro reflejo de lo pasaba en mi interior.
Porque dentro de mí, también había un pequeño planeta infestado de virus, una tierra separada por fronteras, un enorme campo de minas, muchas áreas de conflicto, una celda de castigo, millones de interferencias y restricciones.
Porque yo era como una Torre de Babel donde mis diferentes partes, en lugar de dialogar, gritaban en diferentes lenguas y se atacaban las unas a las otras, manteniéndome así en un constante estado de alarma.
Me recordó lo mucho que me había costado aceptar que no tenía poder para cambiar nada.
Pero también me habló de mi libertad para escoger dejar de juzgar, hacerme responsable de mis actos y palabras, aprender a canalizar mi energía y alimentar mi fuego interno, pasara lo que pasara.
Tras mi charla con ella, descubrí una de mis mayores contradicciones: Desear la paz mundial estando en guerra conmigo misma.
Y me di cuenta de que no por desearlo con todas mis fuerzas, dejaría de ser yo un rompecabezas inacabado al que todavía le faltaban muchas piezas por encajar.
Si algo sabía aquel 31 de diciembre era que llegar a sentirme satisfecha con la vida que me estaba creando, llevaría el tiempo que fuese necesario....y que por el momento, lo que necesitaba urgentemente era tomarme un descanso.
Aunque esa tarde sentí que me había hecho consciente de tanto en tan pocos meses, que podía sentirme orgullosa. !Había avanzado algo!.
Felicitarme por ello, me hizo bien. Fue como si al fin hubiese encontrado un mechero en el fondo de un gran bolso lleno de cosas. Ya podía encender la pipa de la paz y disfrutar del primer par de caladas.
Recordé entonces el dibujo de la cobaya ( Dibujo nº 77 "La cobaya") y entendí muy bien lo que me quiso decir con aquello de "Si duele, sana".
E inmediatamente me acordé del blog.
Desde mucho antes de su nacimiento, me había servido de detonante para sacar a relucir complejos, inseguridades y miedos que sin yo saberlo, llevaban acompañándome desde la niñez.
!Y solo por eso ya merecía la pena todo el esfuerzo invertido!.
Puede que no le sirviera a nadie, pero me había servido a mí, !y mucho más de lo que hubiese imaginado!.
La duda que surgió entonces fue la de si no habría cumplido ya su cometido. Y se me pasó por la cabeza dejarlo.
Seguidamente me pregunté cuántas cosas más no tendría guardadas en el subconsciente, y eso me hizo sentir muy cansada...
Ya no quería pensar ni en mi niña idealista ni en la adolescente guerrera ni en el blog siquiera. Tan solo deseaba regresar al momento presente.
Me pregunté dónde me encontraba y me desilusionó verme de nuevo en el mismo punto de partida que hacía doce meses, en la casilla de salida.
!Había corrido mucho para regresar al km 0!. Tenía un currículum en blanco y los bolsillos vacíos.
¿Y en quién me había convertido?.
Me sentía distinta, extraña. Y para colmo, dentro de una realidad distópica que jamás hubiese imaginado.
Eché un vistazo alrededor y me sentí desolada.
Todo lo que vi fueron estructuras derrumbándose, multas, miedo, televisores encendidos, restricciones, mascarillas y multitudes haciendo ruido y perdiendo el tiempo buscando culpables a los que apuntar con el dedo.
Sobre todo, me entristeció que la mayoría no pareciese tener otra ilusión que la espera una cura milagrosa que NOS salvara a TODOS y nos liberase de aquel demonio coronado que mutaba y nos mantenía encerrados en casa.
La esperaban con tal devoción, que en lugar de tratarse de un medicamento, parecía que fuese la segunda venida de Cristo.
Aquello me provocaba sentimientos encontrados.
Por un lado, me desconcertaba profundamente. Por otro, lamentaba no poder ver en aquel experimento ninguna esperanza de nada.
Desde mi punto de vista, hacía ya mucho que no disponíamos de salvadores en plantilla.
Para los tiempos que corrían necesitábamos, entre otras muchas cosas, un nuevo eslogan.
Más del tipo "Sálvate a tí mismo, para servir de ayuda y aportar tu granito de arena" que "espera sentado y sé obediente, que el salvador pronto llega".
Desgraciadamente, no veía por ningún lado ni alienígena, ni gurú, ni médico, ni líder político, que pudiese o quisiese salvarnos.
!Ningún milagro nos llegaría como llovido del cielo!.
Seguía pensando que lo único que realmente podría ayudarnos era un gran cambio de consciencia, y eso dependía exclusivamente de nosotros.
En cuanto al famoso bicho, hasta yo que aprobé ciencias en el instituto de puro milagro, recordaba que los virus no tienen cura.
Por eso me sorprendían tanto las promesas de unos y las plegarias de otros en lo referente a la deseada vacuna.
A mí tan sólo me parecía otra excusa de invasión para despojarnos de una de las pocas libertades que dábamos por sentada, la soberanía sobre nuestros cuerpos.
Por experiencia sabía que de las pesadillas sólo se podía salir despertando o tomando conciencia de estar dormidos.
También, que pocas cosas había tan placenteras como disfrutar un sueño lúcido. Pero en aquel momento no podíamos decir que estuviésemos atravesando un periodo de lucidez, que digamos...
Los había que cuando tenían insomnio, se atiborraban a pastillas o se fumaban un porro. Pero también, los que preferían preguntarse qué les causaba desvelo y ponerle remedio o al menos, emplear el tiempo en algo constructivo.
Yo pertenecía al segundo grupo y no me gustaba el empeño de muchos en afirmar que lo que era bueno para algunos, era también lo mejor para todos, y menos aún que estuviesen a favor de hacerlo "obligatorio".
Me agobiaba la resignación de la mayoría de personas que conocía y que la decisión ya pareciese estar tomada.
No es que yo fuese anti nada. Estaba a favor de la libertad, que no es lo mismo.
No era la primera vez que pensar en aquel tema me producía ansiedad...
Desde luego, no era lo mejor en lo que podía pensar la última tarde del año. Más que nada, porque me estaba adelantando...
!Ya me comería la cabeza con aquel asunto, si quería, por la mañana!.
Y de todas maneras, pasaría lo que tuviese que pasar.
Y cuando llegase el día, ya tomaría la decisión que me pareciese oportuna.
Así que me dispuse a pasar a otro tema...
Me esforcé por convertir mi ceño fruncido en una sonrisa, al tiempo que desvié mi atención de lo que el espejo de la realidad me mostraba para sumergirme de nuevo en mi interior.
Fue entonces que me sorprendí sentada en lo alto de la montaña que acababa de crear con todos mis escombros y recuerdos de ese año...
Explanation:
In my view, 2020 had caused a little death for all of us, and that was not something that it could really be compared to the sensation experienced during an orgasm...
It had been a long slow death, and far less pleasant.
The last day of the year, I got the feeling that a century had passed since January. However, I also felt that those surrealistic twelve months had happened in the blink of an eye.
To me, what had started like a dream ended up being a nightmare from which nobody could wake up. A bad dream where all of us sleepwalked a tightrope, completely lost.
-How long?, How all is this going to end?, Why has it not ended yet?-these were the questions that I rejected as those "which had no answers".
The twelve months that we were about to leave behind, and especially the last nine, had been stronger than a mere earthquake.
So, on the New Year´s Eve, we had before us a landscape full of debris, which varied according to each one´s perception.
From mine, from where I was standing, I could see the broken parts of my life.
Among them, there were the corpses of many of the beliefs I had murdered with full knowledge, with malice aforethought...
And I had not time or desire for mourning or contemplation because I had the urge to double-kill those corpses so they would not come back as living dead..
So, I was forced to dig the mass graves and buried the bodies.
I also wanted to make sure that they did not turn into ghosts. I wished to give them everlasting rest and eternal peace.
So, to start with, I felt that I shoud thank 2020. To show it my gratitude and appreciation for all the learnings.
I should let the year go the same way I used to do when I left a job, saying goodbye to the boss, the work colleages and the place with the best of smiles.
And not because of the good times or because I thought they deserved it, but because of the experience, the income and avobe all, because I was glad I would not have to return.
At the end of the day, 2020 had given me more than taken. And besides, I wanted to get off with a good start the following year.
To sum up, I wanted to say goodbye to all erroneous memories and false beliefs and ask them to continue their travel back to nothing, without any delay.
There was no room for them in me anymore. Besides, I wished to do it before the midnight!.
We could expect anything from 2021. My partner used to say that years were like melons, you did not know if they were good until you opened them.
That comparison made me laugh because it reminded me of a film that gave me many sleepless nights when I was a kid ("Invasion of the body snatchers").
Although, in truth, it also made me wonder if what happened in that movie would no be similar to what happened to humanity at that time, without the need for seedpots because the television did enough.
What would be the next?, Killer aliens, more invisible enemies? A zombi invasion, perhaps?. If that ocurred, I would be lucky!.
It is well-known that blondies are often the first ones to die within horror films, so I would suffer less!.
What was less clear was if I would let anyone eat my cerebrum. I already racked my brains!
Any way, the future looked bleak at that time, more uncertain than sinister. And something in my gut said that we should do one thing at least: keep on walking despite it was dark.
The main problem was that the ground was a mess!
While ignorance would be our greatest sin, selfishness our creed, the thirst of power and greed the commandments to be followed and the lack of empathy, our daily bread, we could not get very far.
That allowed us to have more possibilities of killing us from a stumble or falling into a hole than of being able to move forward.
-What would happen to my kids and me, my partner and my beloved ones?, What about all humanity, the rest of living beings and our planet as a living organism?- I wondered while I painted pitch-black sky.
I could not see much beyond the darkness that surrounded me. However, I could see in the distance, the silouethe of the one I remembered having been at the beginning of 2020.
I saw the big girl that had left behind her job as a takecarer at a senior center and gave herself a trip to Peru as a gift, which let her return to the origin of everything.
But, she was not alone...
Because a little closer to me, there was the silouethe of the rebel teenager that returned from holidays and was sent to a war front, hers and whose name was "home".
There, she would have to fight many battles: The one against her worst enemy, her own mind, the bombardement of signs of her body, pending issues with ancestors, some other "spectre" and even a terrible outbreak of head lice.
Meanwhile, the outside world was reeling.
A long stay within four walls, had let her clearly see the great disconnection and existent duality that there was both in and out.
Isolation and physical pain had helped her to understand that the most important thing was to accept all her emotions and fears. As getting immersed in her world of fantasy and negation just worsened issues.
She had to learn that the excess of mental activity, her obsession for doing too much and old beliefs made her feel sick and prevented her from making room for the new.
She also realized that the planet was just a reflection of what she had inside: A huge mine field, a land full of borders, a tiny planet plagued with virus, many areas rifed with conflict, a punishment room, interference and freedom restrictions.
Just like the world outside, she was also a Tower of Babel, crowded with all her parts that did not dialogue but shout in different languages and attacked each other.
Unfortunately, she had to give a lot of thought until she managed to get out of that sort of hell she had created to herself.
And she did not manage to get out from it until she realized the need for accepting life as it was.
There was nothing that she could do without the understanding of the importance of taking control of her way of perceiving life and her reactions towards it.
Nothing could be changed but she could stop judging, become responsible for her words and acts, learn how to handle her energy and feed her inner fire.
After having heard what she had to say, I found out one of the major contradictions in my life: To wish for worldwide peace while being at war with myself.
I also realize that I was still an unsolved puzzle that had many missing pieces.
That December 31 I realized that it would take me some time to feel really satisfied with the life I was creating and that, for the time being, I just knew that I needed a break urgenly.
Nevertheless, I could also feel proud of myself for having become aware of so much in so little time.
When I congratulated myself for the aforementioned, I felt fine.
It made me feel as if I had just found a lighter at the bottom of a large handbag full of things, which I could use to light up the peace pipe and enjoy a few puffs.
It was then that I remembered one of my pictures ( Drawing no.77 "The Guinea pig") and I understood the sentence that it gave me as a gift:"What hurts you, heals you as well", which immediately led me to think of the blog.
It had acted as a trigger for the release of insecurities and fears, long before it was born. And for that alone it was worth all the effort invested!.
It may not have served anyone but it had been useful to me!.
Then, the question was whether it had not already fulfilled its mission, which made me wonder if I should stop doing it.
I also asked myself how many more things I would not keep in the subconscious, which reminded me how tired I was.
I did not want to think about my idealistic girl, my warrior teenager or the blog anymore. I just wished to return to the present moment.
-Where was I at that point in time?- I asked myself.
And I got disillusioned when I found out that I was on the same place I departured from the previous year, at the starting square.
I had run a lot and I was back at km 0!. I had a blank curriculum vitae and empty pockets.
Who had I become?
I felt different, strange and to make matters worse, I found myself playing in a distopic reality I had not ever imagined.
I took a look around and I felt desolate.
All I saw were crumbling structures, fines, fears, televisions on, restrictions, face masks and crowds making noise and wasting time looking for culprits to point fingers up.
What saddened me the most was that there would be so many people, whose only hope seemed to be the one of waiting for a cure that saved everybody from the invisible crowned devil that mutated and kept them lockedown.
They seemed to pray for its appearance like it meant the second coming of Christ.
That caused me mixed feelings. On the one hand, it vexed me so grievously. On the other, I regretted not sharing the same hope.
From my point of view, it had been awhile since we could not count on saviors.
The new times needed a new slogan, more of a kind "Save yourself to help others and contribute your bit" than "sit and wait and be obedient that the savior soon arrives".
As far as I could see, there was no alien, no guru, no doctor, no political leader, who could save us.
No miracle would fall from the sky!. And as for the coming of a Messiah, to me, it could not mean anything but a great shift of consciousness, which depended on us.
As for the famous annihilator, even I, who passed by miracle sciences subject in high school, knew that viruses have no cure.
That was why I was so surprised by the promises of some and the prayers of others, with regards to the famous vaccine.
I just could interpret it as an excuse to strip us of one of the few remaining freedoms that we took for granted: Sovereignty over our bodies.
And of course, the best way to continue enriching pharmacists.
I knew from experience that there were two ways to come out from nightmares: waking up or becoming aware of being in a dream.
I also new that there were few things as pleasant as lucid dreams. And we did not seem to be going through a period of ludicity at that point in time...
There were those who, when they had insomnia, stuffed themselves with pills or smoke a joint. But there were also others,who preferred to inquire into the causes of their sleeplessness.
I belonged to the second group and I did not like that anyone could consider the idea of what was good for some, would be good for all.
I was overwhelmed that the decision seemed to be taken...
It was not that I was against anything. I was pro- freedom!, which was not the same...
It was not the first time that thinking ot that issue had caused me anxiety.
Definitely, it was not the best thing to think about the last night of the year. Besides, it really belonged to the following one...
What would happen would happen.
I wanted to change of subject.
So, I tried to bench press my frown into a smile, while removing the focus on what the mirror of reality showed me so as to return to me internally.
It was then that I found myself on top of the mountain that I had just created with my most recent rubble and memories...
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