83. FIN DE AÑO / NEW YEAR´S EVE(parte 2/2 / part 2/2)
La mirada amorosa /The loving gaze"
Fecha/ date: 31/12/20
Explicación / Explanation:
Cuando me fui a dar cuenta, me había dibujado sentada en lo alto de la montaña que acababa de crear con los escombros y recuerdos de los últimos tiempos.
De manera inconsciente los había amontonado, dándoles la forma de lo que parecía una cabeza de dragón.
En aquel momento, no busqué información acerca del significado de aquella energía. Y de hecho no lo haría hasta mucho tiempo después...
Sucedería ya entrado el 2021, al cabo de tres o cuatro meses, cuando comencé a ver dragones por todos lados.
Aparecían cada vez que abría el facebook, en la camiseta de cualquiera que me encontraba por la calle y especialmente, en los dibujos que hacían los niños, que parecían obsesionados...
Aunque realmente, seguí sin prestarle atención hasta que una tarde mis chicos vinieron a contarme acerca de su dragón favorito y de paso informarme, que "sabían cuál era el mío". Uno de tipo agua y bicéfalo.
La verdad, no supe cómo interpretar sus palabras y me eché a reír, antes de pedirles que me aclarasen el tema...
No hizo falta preguntarles nada. Tras ver mi cara de asombro al no comprender lo que me querían decir, ellos me explicaron lo afortunada que era.
Según mis hijos, los dragones no los escogíamos nosotros. Eran ellos quienes nos elegían.
Y en mi caso, había tenido la suerte inmensa de haber sido escogida por uno de los mejores, puesto que aquel tipo de dragones contaba una gran ventaja: Si le cortaban una cabeza, le salía otra de manera instantánea...
En el momento que terminé ese dibujo, todavía no sabía nada de eso. Tan solo, que ahí estaba yo, la última noche del año, sola, sentada sobre el cuello de dragón y cuesta abajo.
En seguida recordé un dibujo que había hecho varios meses atrás.
En él salía una niña sentada sobre una especie de cabeza de dinosaurio (Dibujo 29 "Uriel"), y aquello me llenó de alegría.
-!Vaya!, no está nada mal....mejor terminar el año montada en un dragón que seguir a lomos de un dinosaurio.
!Dónde va a parar!. Mira tú por donde, has pasado de tener Escarabajo a conducir un Ferrari- me dije en voz alta y riendo.
Aunque reconozco que eso también me dio miedo.
Los dinosaurios eran viejos conocidos. Pero, ¿qué sabía yo de los dragones?.
¿No eran criaturas peligrosas y perversas?.
!No sabía nada!, excepto que solían pintarlos como los malos del cuento, siempre guardando tesoros, escupiendo fuego y manteniendo en cautiverio a hermosas princesas...
Pero de alguna manera, supe por qué estaba conmigo.
No había venido para enseñarme a echar fuego por la boca, que con pocas palabras ya sabía provocar incendios.
Tampoco para custodiar mis bienes, que no tenía muchos, ni porque fuese yo una princesa indefensa a la que mereciese la pena raptar, !que cualquiera estaría dispuesto a pagar rescate!.
En aquel momento intuí que el dragón sólo quería hacerme entender dos cosas:
Que la clave para no temer lo desconocido era simplemente conocerlo.
Y que que me convenía adoptar la actitud de abrirme totalmente a lo desconocido, de cara al año entrante.
Para cuando estaba pensando en lo anterior, ya me encontraba llevando a cabo los últimos detalles de este dibujo, y a toda prisa porque no disponía de mucho tiempo.
Había quedado a las nueve, todavía me tenía que duchar e iba ya contra reloj.
Lo penúltimo que pinté fue el pelo de la mujer y al hacerlo de blanco, me di cuenta de lo mucho que la pequeña del maillot rojo había crecido.
Sin embargo, no me sentía más sabia, sino más vieja, sola, triste y agotada que nunca. Y además, tenía el cuerpo dolorido tras llevar tantas horas sentada, dibujando sin parar.
La imagen del dibujo que estaba a punto de acabar, no dejaba de recordarme al que me había regalado el día de mi cumpleaños.
Ambos eran un resumen de lo acontecido.
El viejo, de toda la avalancha de información de un par de meses referente al tema del virus y mis conjeturas. El último, el de todo lo aprendido durante el año.
Sin embargo, conseguí animarme un poco al comprobar, que al menos, había cambiado de vistas....
!Prefería mil veces más la oscuridad de lo desconocido vista desde lo alto que lo que veía en mayo y desde el suelo!.
En aquel momento llegué a pensar que igual aquello significaba que por fin estaba logrando estar por encima de muchas cosas. Pero, tampoco estaba muy segura...
No resultaba muy alentadora la imagen de aquella mujer de espaldas, arropada con un chal púrpura, frente a un cielo negrísimo y observando la figura de un año enmascarado, que prometía muchas sorpresas, sin garantía de que fuesen gratas.
¿Qué diferencia había entre esa imagen y la de la de la niña de rojo que para no perderse en un castillo del terror, se esforzaba por mantener su enfoque en el amor, dejando a un lado lo demás?
¿Y qué me podía estar diciendo aquella comparación?.
No tardé en averiguarlo. Lo que me contaba estaba muy claro:
Amar no significaba enfocarse en el amor dejando a un lado todo lo externo, sino lograr ser capaz de observar la oscuridad desde una mirada amorosa.
-!Aquello me pareció tan precioso como difícil de llevar a cabo!.¿Sería capaz de lograrlo?-me pregunté.
Y me di cuenta que, de hecho, !ya lo había realizado antes!, pero siempre en otros planos.
Había llegado el momento de intentarlo también aquí, en esta realidad dual e ilusoria.
Durante los días previos, había visto algún que otro vídeo de astrología, con la esperanza de obtener alguna pista de lo que el nuevo año nos podría deparar.
Pero en ese momento, no recordaba nada en concreto, excepto lo que comentaban acerca de que nos estábamos adentrando en la Era de Acuario.
Lamentablemente, la era acuariana poco tenía que ver con el anuncio divertido de televisión que recordaba haber visto en mi adolescencia.
Mucho me temía que no sería una fiesta de hippies bailando y disfrutando, locos de alegría (!Ya me gustaría!).
Por lo que decían los astrólogos, parecía ser que si el 2020 había sido el año del destape y del surrealismo, el 2021 suponía la entrada a un periodo de transición, cuya numerología (el 5) sólo garantizaba una cosa: !Cambios, cambios y más cambios!.
Saturada de tanta información, decidí finalmente buscar algún mantra con el que mantener mi mente ocupada mientras continuaba dibujando.
Y cuando me fui a dar cuenta, ya había terminado el dibujo y yo me encontraba mirándolo, deteniéndome en cada detalle.
Aquella era mi despedida al año más hogareño de la historia de nadie y al más largo y triste para las bolas de discoteca, cubiertas de polvo y en paro.
Lo primero que le agradecí al 2020 fue los horrores que había dejado a la vista.
Y en lo personal, le dí gracias infinitas por todos y cada uno de los meses, de principio a fin.
En especial, por aquel viaje de interior y sin retorno, en el que mis dibujos me habían servido de guía, con la ayuda de estereotipos femeninos, runas vikingas, el tarot, la astrología, animales de poder, sueños, canciones....
!No podía olvidarme de todas esas personas que compartían sus conocimientos en internet y que tanto me habían aportado y acompañado a lo largo de tantos meses!.
Por lo que a todos ellos les envié de corazón millones de gracias, por darme tanto sin conocerme de nada.
Y !cómo no!, saludé y abracé a todas las plantas sagradas con las que había viajado, por todo lo que de ellas residía en mí y por la manera en que acudían en mi ayuda cada vez que me desviaba de camino...
Observé a mi caparazón de tortuga (Dibujo 18 "The turtle girl"), agrietado y maltrecho tras tantos batacazos y al sombrero de bufón, que simbolizaba la energía del loco, que durante tantos meses me había acompañado.
!El 2020 había sido un año muy generoso conmigo!
Me había regalado tiempo para dibujar, para escribir, para estar en mi compañía, para sacar basura y hasta para vivir la experiencia de la libertad como un estado mental.
!También me había quitado de en medio unas cuantas cosas que no me hacían gracia! (lo siento por los demás).
Como por ejemplo, las tediosas procesiones de Semana Santa, que me tragaba para darle el gusto a los niños, festivales de fin de curso y otros eventos parecidos, que tanto me aburrían.
También, dejar a un lado el despertador había sido un lujo. Y poder dormir a cualquier hora y comer cuando tenía hambre y el montón de momentos que había disfrutado con mis hijos y mi pareja.
Siempre recordaría lo mucho que nos habíamos reído durante las primeras semanas, todas las tardes, cada vez que mi chico bajaba a pinchar música al garaje y paraba justo antes de las ocho para oír los aplausos de la calle, (que pronto se convertirían en caceroladas).
Como si se tratase de una reacción ante su sesión de música y no ante los trabajadores sanitarios o el Gobierno, él siempre sonreía, hacía una reverencia y mirándome, exclamaba: !Gracias, gracias, gracias!, ¿Ha estado bien, eh?, y nos partíamos de la risa.
También recordaría aquellos primeros días de cuarentena pandémica, cuando por la calle desierta, pasaba un único coche, incontables veces al día, anunciando que no debíamos salir de casa.
El mismo que a ratos también pasaba con una música horrible de payasos, a todo volumen.
Se supone que para alegrar el día a los niños, pero a nosotros siempre nos mataba del susto.
-¿Ya ha llegado el payaso de "It"?- le preguntaba a los míos, cada vez los veía corriendo hacia el balcón para verlo pasar.
Por supuesto, no sabían a quién me refería, pero reían y al final, todos nos quejábamos del ruido y de la maldita canción, que para colmo, siempre era la misma.
Sin duda, los buenos ratos compensaban los peores, con creces.
Y entonces me di cuenta de todos los motivos que tenía para sentirme feliz y que no era verdad que estuviese apagada o triste. Simplemente, estaba exhausta.
Mientras guardaba el dibujo en una carpeta, me di cuenta de algo.
Tanto afán por hacerme con un plan y finalmente, el único que tenía para el 2021 era descorchar una botella de cava a las 12 y brindar con mi pareja.
¿Por el año nuevo?. !No!. !Para celebrar el absurdo de esta vida!
!Tanto revivir en lugar de vivir!, ¿y para qué?. Planes, deberes, sueños. Pasado, presente , futuro. !Al diablo con todo!. !No quería oírme decir ni una palabra más!.
Cuando me fui a dar cuenta, ya llegaba tarde.
Vista la hora que era, me salté la ducha y simplemente me lavé las manos y la cara y me cambié de camiseta.
Y así me monté en el coche, sin peinar y llena de purpurina por todas partes.
Justo antes de salir, miré el móvil y vi un comentario que habían escrito en un primer dibujo que había subido a un grupo, el día anterior.
Se trataba de Flora Aube de Global Art of Allowing community y simplemente me decía que le gustaba mi dibujo y la historia que tenía detrás.
Aquello me bastó para saber que el blog se vendría conmigo al 2021.
Y no solo eso, sino que seguiría a mi lado, por lo menos, hasta que acabase de contar mi 2020 al completo y que lo haría, pasara lo que pasara
(!Y hoy puedo decir que lo he conseguido!.!Lo estoy logrando! Ahora y justo en este momento, !ya casi LO HE HECHO!).
Ya en el coche de camino a casa de mis padres, me di cuenta de que todavía me quedaba una esperanza para el año que se iba.
La de que alguien hubiese puesto a enfriar una botella de cava, ya que a mí se me había olvidado comprarla.
Ahora ya sabéis porque no puedo hacer planes...
¿Eres capaz de mirar la oscuridad con amor?
Explanation:
When I realized, I had drawn myself on top of the mountain that I had just created with all the debris and memories in recent times.
Unconsciously, I had heaped them, giving them the shape of what looked like the head of a dragon.
At that time, I was so busy drawing that I did not look for information about the spiritual meaning of that animal. In fact, I would not do it until much later...
It would happen along 2021, when suddenly I started seeing dragons everywhere: on the Internet, on someone´s t-shirt while walking by the street and even on my kids´drawings!, who suddenly seemed to be obsessed with that creature.
However, it was not until my kids showed me their pictures to let me know about their favourite dragons, that I really felt curious.
Above all, when they told me that they were certain that I had mine, which according to them was a water- and bicephate-type.
I was perplexed by their words. Truly, I did not quite understand what they were talking about. So, I laughed.
However, that time I did not have to ask them for further information. They soon confimed to me how fortunate I was.
Because, according to my sons, dragons were not chosen by us. They chose us!.
And in my case, I had the immense luck that I had been chosen by one of the best, since that type of dragons had a great advantage: If one head was cut off, another would grow instantly...
And that made me wonder if there was a chance that I would need a new head in a future because I was about to loose my mind.
Anyway, by the time I finished that drawing, I did not know all the aforementioned. I just knew, that there I was, alone, the last night of the year, sitting and downhill on the neck of a dragon.
When I pereceived it, I immediately remembered the drawing I had created on my birthday´s day. In it, a girl came out on a kind of dinosaur head (Drawing 29 "Uriel"). And that gave me a lot of joy!.
-Wow!, not bad.... better to finish the year on a dragon than to remain on the back of the dinosaur.
It is like changing an old car for a Ferrary!- I said out loud and laughing.
But I also admit that I was afraid of that.
Dinosaurs were old acquaintances. But, what did I know about dragons?.
Were they not dangerous and perverse creatures?.
I knew nothing!, except that they used to play the role of evil in all stories. Always protecting treasures, spitting fire and keeping beautiful princesses in captivity.
They got bad press but that meant nothing!. Somehow, I knew why he was with me.
Obviously, he had not arrived to teach me how to set everything on fire, which I could do with mere words; protect my goods (I did not have many) and much less, because I were a helpless princess for whom anyone would pay a ransom.
I immediatey understood that he only wanted to make me understand two things:
That the key to not fearing the unknown was simply getting to know it, and that being willing to embrace the unknown, was the attitude that I should adopt for the coming year.
By the time I got the message above, I was already beginning to carry out the last details of the drawing, and in a hurry, because I did not have much time.
I was supposed to meet at 9:00 for dinner and I still had to take a shower. I drew against the clock!.
The next-to-last thing I painted was the woman’s hair.
When I did it white, I realized how much the little red maillot girl had grown up.
However, I did not feel wiser but older, more alone and sadder than ever...Besides, I had a sore body, after sitting for so many hours, drawing without stopping.
The whole image of the drawing that I was about to finish, reminded me of the one I had drawn on my birthday´s day.
Both were a sort of summary.
The one made in May dealt with all the avalanche of information of a couple of months concerning the pandemic and my conjectures.
The one I was working on, it tried to be a record of everything I had learnt during the year.
I got a little encouraged to see that I had different views at least!.
Truly, I preferred the darkness of the unknown seen from above a thousand times more, than the views I had had in May, from the ground...
At that time, I thought that maybe it meant that I had finally got over a lot of things...but I was not so sure.
It was not very encouraging the image of that woman on her back, wrapped in a purple shawl, in front of a black sky and observing the figure of a masked new year.
And it actually seemed sadder than the of the little girl in red, the kid that in order for not to get lost in the castle of terror that life was becoming, struggled to keep her focus on love, putting the rest aside.
What could that comparison be telling me?.
I knew right away!.
Both drawings wanted to remind me of something crucial:
It wasn’t about focusing on love and putting everything else aside, but to be able to observe the darkness from a loving gaze.
- What a beautiful and meaningful message!- I thought.
But that was not an easy task to carry out!.
I wondered if I would be able to achieve it. It was then that I remembered that I had done it before.
Yes, indeed! but always in other planes of consciousness.
And I understood that the time had come to try doing it in this illusory reality governed by duality.
During the previous few days, I had been watching some videos of astrology, hoping to get some hint of what the new year might bring.
But at that time, I didn’t remember anything in particular, except what they said about us going into the Age of Aquarius.
Unfortunately, the so called Aquarian Age had little to do with the funny old TV commercial I remembered seeing as a teenager.
That new age was not meant to be a hippie party where everybody would be dancing in high spirits!. I wished!....
Taking into account what the astrologers said, I interpreted that 2021, would just mean the entry to a long transition period and whose numerology (5), only guaranteed one thing: ! Changes, changes and more changes!.
Saturated with so much information, I decided to look for mantra with which I could keep my mind occupied until I finished my drawing.
When I realized, it was done and I was staring at it, stopping at every detail.
There it was! my farewell to the most homely year in everybody’s history and the longest and saddest one for disco balls, all of them dusty and unemployed.
First, I thanked the year for all the horrors that had left in sight.
I did not forget that my pictures had guided me with the help of female stereotypes, viking runes, tarot, astrology, animals of power, songs....
So, I felt grateful for having Internet conection and remembered all those people who every day kindly share their knowledge. And I thanked them for contributing so much to my life and well being!.
And,of course! I greeted and embraced all the sacred plants. For all their presence in me and for the way they always come to my aid every time I stray...
I also had a look to my turtle shell (Drawing 18 "The turtle girl"), cracked and battered after so many ups and downs.
The jester’s hat was also there to simbolize the energy of the fool, which for so many months, had accompanied me.
2020 had been such a generous year for me!
It had given me what I loved most, time to draw, but also to write and be with me, to take out garbage and to experience freedom as a state of mind.
It had given me what I loved most, time to draw, but also to write and be with me, to take out garbage and to experience freedom as a state of mind.
Also, setting aside the alarm clock had been a luxury. Also to be able to sleep at any time and the many moments to have fun with my children and my partner!.
I would always remember how much we laughed during the first few weeks of "pandemic quarantine".
Especially, those afternoons when my couple played music in the garage and stopped just before eight o'clock to hear the applause for health care workers, which eventually became pots and pans for the Government.
He used to bow and happily exclaim: Thank you, thank you, thank you! It was cool, wasn´t it?, and we both laughed.
I would also laugh remembering the first days, when a car would pass through the deserted streets announcing that we were not allowed to get out.
The same car that put a horrible clown music on a loudspeaker to cheer children up and always scared us to death.
Every time it appeared and my kids got out to the balcony, I immediately asked them: Is it clown of "It", again?? (I was referring to a Stephen King´s film they had never watched).
We always laughed and complained about that terrible song, which to make matters worse, was always the same one.
2020 had also removed many events that I did not enjoy (Sorry for the others...).
For example, the tedious Easter processions, which I went to see to please my children, the end-of-year festivals and other similar acts that bored me to death.
Undoubtedly, the good times compensated for the worst, and more.
So, I realized all the reasons I had to feel happy, and that It was not true that I were sad. I was just knackered.
As I kept the drawing in a folder, I realized that so much eagerness to look for a plan had been totally useless.
Finally, the only plan I had for 2021 was to uncork a bottle of cava at midnight and toast with my partner.
For the New Year?. No way!. Just to celebrate the absurdity of this life!.
So much reliving instead of living! What was it for? Plans, duties, dreams. Past, present, future? To the hell with all that! I did not want to hear me for a while!.
So much reliving instead of living! What was it for? Plans, duties, dreams. Past, present, future? To the hell with all that! I did not want to hear me for a while!.
When I realized it, I was already late.
In view of the time it was, I skipped the shower. I simply washed my hands and face and changed my t-shirt.
And so I got into my car, without having combed my hair and full of glitter.
Just before I left, I looked at the phone and I saw a comment that someone had written on the first drawing I had shared in a facebook group I had recently found.
It was Flora Aube from Global Art of Allowing community and she simply said that she liked my drawing and the story behind it.
Those words made me instantly know that I would take the blog with me in the coming year.
And furthermore, I was determined to share the whole year, no matter what happened.
(And the day has come that I can say: I almost did IT!. I am doing it right now, at this point in time. TODAY!)
Already in the car, on the way to my parent´s house, I realized that I still had one hope for the year that was leaving...
That someone would have put a bottle of cava to cool because I had forgotten to buy one.
Now you see why I cannot make any plans.
Can you observe darkness from a loving gaze?
The Doors /
The End
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