Gloria Ram

 82. ARBOL ECLIPSADO / ECLIPSED TREE

"Una noche triste / A sad night"

Fecha / Date: 24/12/20

Explicación / Explanation:

De pequeña me costaba entender cómo éramos capaces de comer turrón tan tranquilos, mientras en el televisor salía la publicidad de alguna ONG llena de niños famélicos, que se comían los mocos mientras los devoraban las moscas.

También recuerdo que cada año me gustaba menos escribir la carta a los Reyes Magos, ya que estos raramente me traían lo que deseaba. 

Milagrosamente, siempre parecían saber lo que "me hacía falta". 

Y eso nunca era el barco pirata de más de 5.000 pesetas ni la muñeca de moda que anunciaban en la televisión, sino unos deportivos, un chándal o lo peor que pueden regalarme, !un pijama!.

Llegué a pensar que una de dos, o el correo no funcionaba y nunca recibían mi carta o peor aún, que tenían la poca vergüenza de no saber leer y exigirme a mí que sacara buenas notas para optar a su tómbola de "te toca, lo que te toca y si no te gusta, te aguantas".

En cualquier caso, las Navidades nunca habían sido unas fechas que me resultasen especialmente atractivas.

Siempre me había faltado eso que llaman espíritu navideño. 

Aquellas fiestas me parecía otra convención social más y además, de las peores, porque traían consigo la ardua tarea de aparentar ser feliz. ¿Podía haber algo más triste que eso?.

Durante mucho tiempo pensé que no había una festividad más hipócrita. 

Nunca faltaba el típico que se acercaba a felicitarte las fiestas con la mejor de las sonrisas y luego no saludaba el resto del año.

Conforme me fui haciendo mayor, lo fui llevando mejor. 

!Porque pensé que más valía ver a la gente esforzándose por hacerse la simpática un día al año que nunca!. 

Y porque me di cuenta de todo lo que podía agradecer en mi vida, y que eso estaba por encima de lo accesorio que se potenciaba durante aquellas fechas, que tomando como referencia la actitud de la mayoría, no eran más que una oda al consumismo y a las apariencias.

También a raíz de llegar los niños a mi vida, mejoré mi "actitud navideña".

Es por ellos que compré en un mercadillo el único árbol de Navidad que he adquirido hasta ahora. Uno pequeño, hoy en día cojo y pelado, de tanta batalla que le han dado los críos....!A los que sólo les ha faltado ducharlo!. 

No me resultó muy difícil contagiarme de la alegría que de pequeños les producían a mis hijos las luces de las calles, los belenes, los regalos y hasta los villancicos tan horrendos. 

Pero a ellos nunca les mentí, y el día que crecieron y temblando me preguntaron si realmente existía Santa, no me anduve por las ramas y les contesté que por supuesto que no. !Que era un invento de la Coca-cola!. 

Lo único que puedo decir es que se sintieron aliviados al comprender al fin, que el niño del vecino no recibía más regalos por ser "mejor" que ellos, sino porque sus familiares se gastaban más dinero en regalos.

En cuanto a las Navidades del 2020 no iban a ser las típicas, desde luego.

Incluso traían consigo la duda de si mis padres harían caso de la nueva normativa o se la pasaría por el forro y celebraríamos la Nochebuena todos juntos en familia, como cada año. 

Me alegré de que optasen por lo segundo, más por desobedecer las recomendaciones de las autoridades, que por la cena en sí.  

Aunque me lleve una desilusión cuando me enteré que mis tíos y mi ahijada no vendrían porque todos juntos éramos demasiados...

La parte buena era que ya no era vegana y algo comería. También que no había que echar ninguna excusa para salir pitando después de la cena.!Para eso ya estaba el toque de queda a las las 12!. 

La mala, no había prisa por ponerse guapa y salir de fiesta. 

!Esa noche seríamos todos Cenicientas a la huida y sin derecho a baile!.

Aunque algo me decía que no había que esperar a la medianoche para ver desaparecer la magia. A esas alturas del año, me parecía que la mayoría ya nos habíamos convertido en calabaza.

Por más vueltas que le daba, no podía entender cómo habíamos podido permitir lo que estaba sucediendo ni del por qué la mayoría seguía defendiendo, desde mi punto de vista, unas normas tan absurdas y abusivas.

En todo ello pensaba unas horas antes de encontrarme celebrando aquella noche con mi familia, mientras terminaba este dibujo. Entonces ya sabía, que para no variar, volvería a llegar tarde.... 

Demorarme quince minutos a la hora de acudir a celebraciones familiares, siempre había sido una de las pocas tradiciones a las que guardaba fidelidad.

Esa tarde tenía ganas de dibujar. 

Más aún, tras llevar diez días soportando mi mente, sometida a un constante bombardeo de temas pendientes y de recuerdos. 

Tantas memorias y tan lejanas, que me preguntaba si no me habría entrado un virus en el cerebro. !Era eso o una especie de reseteo mental de última hora!.

Tras una semana y pico sin estar tan pendiente de Internet, continuaba publicando entradas y dedicando un rato cada día a buscar grupos donde compartir mis dibujos, aunque no se podía decir que estuviese muy motivada, la verdad.

Lo único positivo era que cuando abría el facebook, ya sólo veía obras de arte. !Ni rastro de quejas ni virus ni conspiraciones!. Y eso era un alivio.

Lo peor, que no sabía en qué grupos compartir lo que yo hacía y darme vueltas por facebook me seguía pareciendo un tostón y a menudo, una pérdida de tiempo. 

Para mí, aquel universo de artistas era todo un misterio. 

Me asombraba ver cómo dos rayas hechas con ordenador, podían ser consideradas como "arte", entre las miles de obras realmente preciosas, que hacían que me preguntara qué pintaba yo en un mundo plagado de genios, capaces de crear tales maravillas.

Aunque en general, había de todo... Y a mí, sólo me quedaban dos cosas claras: Que para gustos, colores y que a la indiferencia, una también se acostumbraba.

En cuanto a los grupos que no eran específicamente de arte, lo que más me sorprendía era el furor que causaban miles de posts de decretos y frases absurdas. 

Mejor pasar desapercibida que recibir comentarios despectivos -pensaba para consolarme-.

De todas maneras, llevaba días más centrada en otros temas que en aquel mundo de logaritmos indescifrables, donde me perdía nada más adentrarme. 

Tenía cosas más importantes de las que hacerme cargo, empezando por mi cuerpo y terminando por todos mis asuntos "domésticos" sin resolver.

Me sentía oxidada y no resultaba fácil volver a coger el hábito de hacer deporte todos los días. 

Tampoco eran las fechas más indicadas para comenzar una rutina de ejercicios o seguir una dieta...Demasiados excesos, aunque desgraciadamente, no tantos como desearía... 

Porque entre los toques de queda, la falta de ocio nocturno y tanta medida restrictiva, ni posibilidad había de pegarse un par de buenas fiestas, que al fin y al cabo era lo que más me gustaba de esas fechas.

El panorama era desolador. 

Ni siquiera podríamos montárnosla en casa. Y el problema no era la nueva normativa, ni el Gobierno, ni las Naciones Unidas, sino el vecino de al lado y la multa que podía caerte si llamaba a la policía y éramos más de seis en casa.

Pensar en aquello, le resultaba deprimente a mi yo adolescente, ávido de diversión. 

Visto el panorama, tampoco es que tuviera muchas ganas de ir a ningún lado. En realidad, lo que echaba más de menos era ver el mar.

!Llevaba tanto sin hacerlo!. Pero, no para bañarme en él, que no eran fechas y siempre he sido muy friolera, sino para sentir la brisa, escuchar el sonido de las olas y caminar descalza por la arena. 

Era curioso que, con tantas ganas de pegarme una buena juerga y verme rodeada de multitudes, me imaginase sola, en una playa desierta...

También añoré tener la posibilidad de hacer alguna escapada, aprovechando que los niños pasaban unos días con sus abuelos paternos, o de visitar a algún amigo, pero la restricción perimetral era un problema. 

Esa tarde echaba de menos hasta a mis chicos. Raro en mí, que siempre me alegro de disponer de tiempo para hacer lo que me venga en gana.

Había querido aprovechar aquellos días de descanso de niños para tomarme un café con alguna  amiga, de las que vivían cerca y tenía posibilidad de ver, pero sólo recibí largas como respuesta... 

"Claro que sí, cualquier día, cuando quieras"... - oír eso era lo mismo que escuchar que no había ganas.

¿Era yo la única que se daba cuenta de que ya no podíamos hacer planes? 

Para colmo, durante aquellos días no me había quedado otra que abordar los temas pendientes que tenía con abogados y otros asuntos burocráticos. 

! Mis peores pesadillas!. 

Me di cuenta de que otro año había pasado y que respecto a esos temas, nada había cambiado.

Seguía persiguiendo letrados, sin más expectativa que la de poder al menos, ejercer mi derecho a la asistencia jurídica gratuita. 

Finalmente, el único lujo que me había permitido hasta ese momento, había sido una salida. 

Una comida en un vegetariano y un gin tonic con mi ahijada, que había regresado de Londres para quedarse. Con ella había quedado a principios de año para que me ayudase a crear una cuenta de Instagram. 

Por lo demás, aquellos días de relax, no pude utilizarlos para realmente descansar ni para divertirme. Mentalmente, me fue imposible, teniendo tantas cosas en la cabeza... 

Así acabé aterrizando en Nochebuena, viéndolo todo negro y con menos ganas que ningún año. 

Jamás el tema de la Navidad había sido fuente de inspiración ni protagonista de uno de mis dibujos. 

Y no pensaba que lo fuera a ser, hasta que vi que las espirales que había dibujado, al poner el dibujo en vertical, tenían la forma de un árbol de Navidad. 

Sin embargo, donde debía haber una estrella, había un círculo. Y en seguida supe que hacía referencia el reciente eclipse de sol, cuya influencia parecía haberme removido notablemente.

No sabía cómo estarían los planetas, ni mis cuadraturas, ni qué oposiciones tendría en ebullición en aquel momento. Si sería mi Lilith, Quirón, venus o marte quién cortaba el bacalao en el mapa del cielo, pero que me sentía desbordada y triste, era un hecho.

Para animarme me pregunté qué regalo me gustaría hacerme esa noche, de poder hacerme alguno y sorprendentemente, no se me ocurrió ninguno. 

Después de un año tan raro, comenzar a hablar de él en pasado parecía más que suficiente. 

-!Había sobrevivido sin trabajar, no me había faltado de nada y había hecho algo nuevo!. -Tampoco te ha ido tan mal...-me dije, sonriendo.

También me consolé pensando en todos los temas que parecía haber finiquitado, aunque lamenté que ninguno estuviese relacionado con el plano material.

No podía quejarme, !estábamos todos sanos y salvos!. Eso era lo importante.

Y sin embargo, tenía la extraña sensación de haberme equivocado en todo. ¿Por qué?. Porque en lugar de tener algún deseo para el 2021, tenía una duda y otra pregunta.

Si lo que estaba haciendo parecía inútil, si por ahí no era.....¿Qué demonios me pedía la vida que hiciera?.

Entonces sentí como si el año entero se hubiese pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Sólo sabía que todavía tenía que integrar todo lo aprendido.

Explanation:

As a little girl, I found it difficult to understand how we were capable of eating Christmas sweets while watching NGOs advertisements on television, where starving children appeared being devoured by flies.  

I also remember that every time, I enjoyed less writing the letter to "The Three Wise Men", as they did not usually bring me what I wished.

Miraculously, they always seemed to know about "what I needed the most."

But it was not ever the pirate ship that cost more than 5,000 pts. or the most popular fashion doll on television, but a pair of trainers, a tracksuit or the worst gift in the world to me, pyjamas!. 

At a certain point, I even thought that post got mixed up and nobody read my letter. 

And there was also a chance that the Three Wise Men could not read and yet, they expected me to earn good grades to have access to their game "You get what you get. If you do not like it, it is not my business".

In any case, Christmas had never seen a very attractive date to me.

I had always lacked the so called Christmas spirit.

To me, that festive season was another social convention and one of the worst ones because it brought with it the uphill task to appear happier. Could there be something sadder than that?.

For a long time I thought that there was nothing more cynical and hypocritical than people at Christmas.

There was never absent the one who approached you to wish you the best and did not say hello the rest of the year. 

As I grew up, my views changed.

Just seeing someone pretend to be nice once a year, was better than not seeing them ever!.

I also became aware of everything I could feel grateful for, which was above all the accessories, the material, that most people placed so much emphasis on. 

Taking into consideration some people´s attitude towards Christmas, we may have well summarized it as an ode to consumerism and apperance!.

Truly, I was able to improve my Christmas attitude after becoming a mum.

It was because of them that I bought the only Christmas tree I have ever acquired, a small one. Nowadays, it is a rickety and bare tree due to my kids´activity. Giving it a shower was the only thing they did not do to it!.

Being overjoyed when I saw how happy they became because of street decorations, nativity scenes, gifts and even Christmas carols, was quite easy for me.

But I did not lie to them and when the day came they grew up and asked me whether Santa really existed or no, I did not beat around the bush and said: "Of course not, He was just an invention of Cocacola!".

And I can tell you one thing: They felt relieved because at last, they could understand that the neighbour´s kid was not "better" than them. He just got more presents because his relatives spent more money on gifts.

As for Christmas on 2020, they were far from being the most typical ones.

There was even the chance that my parents followed the new normative. So, during the previous days, I did not still know whether Christmas Eve would be a time to celebrate family.

I got happy when I was informed that we would meet for dinner, as always, more for disobeying the recommendations of the authorities than for the dinner itself... 

Nevertheless, I got disappointed when I got to know that my uncles and my goddaughter would not come because all together were too many.

The cool part was that I was not a vegan anymore. I would eat something!. Besides, it was also nice not to need an excuse to run right away after dinner. We already had the curfew for that purpose!

The bad part was that there was no rush to get back home and get dressed up before heading out to party the night away!. 

We would all be "runaway Cinderellas" without dancing rights, that night!.

Although something told me that there was no need to wait until midnight to watch magic dissapear. At that time of the year, I was under the impression that most of us had already turned into pumkins.

I kept thinking back and I could not figure out how we got there. I could not understand why most people I knew defended and fulfilled all the commands they were given.

I thought about all this a few hours before meeting my family for Christmas Eve, while I was finishing this picture. At that point in time I already know that I would be late, one more year.

When it came to family gatherings, I used to be fifteen minutes late. That was one of the few traditions to which I kept fidelity!.

That afternoon, I felt like drawing because I needed to clear my mind.

I had been enduring bombardment of memories for weeks. 

There were so many the memories that haunted me that I wondered if a virus had entered my brain. It was either that or some kind of last mental reset!.

I was no longer so aware of the Internet. However, I kept posting and searching for groups where I could share my drawings. Honestly. I could not say that I was very motivated. 

The only thing positive about it was that I only saw works of art when I logged into Facebook. Suddenly, I did not see any complaints about the current situation, news about the virus or conspiracy theories, and that was a relief!

The worst was that I did not know where to share my drawings and the time I wasted surfing the Internet.

That new universe, full of artists, was a total mistery to me.

I was astonished to see how two simple lines made with the computer could be considered as a piece of art, as there were really prodigious works of art.

The latter made me wonder what the hell I was trying to do. The entire world was crowded with genius that were able to produce marvellous creations!.

Although, in general, there was everything there. Two things were clear: "different strokes for different folks" and that I seemed to be "growing accustomed" to indifference.

Regarding the groups that were not based on art specifically, what surprised me the most was the popular wrath when dealing with decrees and even absurd statements.

Then, I took comfort in knowing that it was better go unnoticed than to receive distasteful comments.

Anyway, at that point in time I was busier with other issues than with that world of logarithms I did not understand. 

I had more important things to take care of: starting with my body and ending with domestic matters.

I needed to do more exercise but it was not easy for me to work out again.

And that was not initially my preferred time frame...

Christmas always involved commiting excesses. Although, unfortunately, that year I would not be able to commit as many as I would like.

The curfew, the lack of night life and the restrictive measures, stopped me exercising my right of party.

The outlook was bleak for the teenager that lived in me.

I could not even organize a party indoors. And the problem was not the Government, the new regulations or the U.N., but next door neighbour and the fine I would have to pay if he called the police and there were more than six people at home. 

It was depressing to think about that.

In the bigger picture, I just felt like dealing with nothing but I certainly missed seeing the sea.

I had already been for quite some time without going to a beach. I missed the sea breeze, the sound of the waves and the sand.

I found it particularly curious that despite of the fact that I complained about not being able to attend to a party full of people, I imagined myself in a dessert beach on my own. 

I also missed having the chance to make a quick trip or visit some friends, but the perimeter restrictions did no allow me to do so.

That afternoon I even missed my kids, who were spending some days at their paternal grandparents´ home.

The previous days I had tried to meet some friends for a coffee, but everybody seemed to be very busy.

-Of course, any day, soon...- they told me, as if we still had the chance to make future plans!.

To make matters worse, those days I had to face pending items related to bureaucracy and legal aid lawyers. They were my worst nightmares!

And that only served me to realize that another year had passed and nothing had changed. 

I continued my persecution of solicitors to keep my right to free legal aid. 

Eventually, the only special thing I did was to have lunch with my goddaughter in a vegan restaurant. She had recently returned home.

That day we agreed that she would help me to create an Instagram account at the beginning of the following year.

So, finally, I did not take advantage of those days to relax or have fun. I had too much on my mind... And it was due to it that on Christmas Eve afternoon I saw all black and felt fed up with everything.

Never had the Christmas theme being a sort of inspiration to me. And it was not my intention to draw something related to it. 

In fact, I did not realize about it until I placed the drawing vertically and I saw that the spirals I had drawn reminded me of a Christmas tree.

However, that tree did not have a star on top of it but a circle. I immediately knew that I had represented the recent sun eclipse, whose influence seemed to make me feel deeply troubled.

I did not know much about astrology. I had very little idea about the meaning of quadratures, oppositions and trines. I did not know if I could put the blame on Venus, Mars, Lilith or Pluton. I just knew that I felt overwhelmed and sad.

When I noticed it and wanted to cheer me up, I asked myself what I would like to give me as a present that night, if I could, and surprisingly, I could not think of anything.

After such a rare year, talking about it in the past tense, seemed more than enough.

I had managed to survive. I had not lacked anything. I had carried out something new. And that was great!.

It was then when I thought of all the issues that apparently had been solved. And despite the fact that none of them were related to material plane, I could feel happy to have experienced so much. 

Truly, I could not complain about anything. We were all safe and sound! That was the most important.

Nevertheless, I got the feeling that I was wrong, that I had cheated myself. Why? Because I did not have any wishes for 2021, but a doubt and another question.

If what I was doing seemed pointless, if the chosen path seemed to be the wrong one... What the hell did life ask me?

It felt like I blinked and suddenly the end of the year was upon me! And I just knew that I still had a lot to integrate....

Black Sabbath - Solitude