50. MADRE / MOTHER

"Nútrete a ti y a los demás / Nurture yourself and the others"

Fecha / date : 18/09/20

Explicacion / explanation:

Sabía que el pasado no tenía futuro.

Y mientras tanto, seguía debatiéndome entre mi deseo de crearme una vida con la que sentirme realmente viva y la responsabilidad de tener que satisfacer las necesidades de los que me rodeaban, especialmente, de mis niños.

Nunca fui de las que soñaron con el día de su boda... Recuerdo que mientras algunas chicas que conocía, preparaban su ajuar ( hablo de los noventa y no me lo invento) y pensaban en echarse un novio con el que casarse y pasar toda la vida, a mí me atraía más viajar y soñar con encontrar al compañero de viaje ideal, algún día.

Y aunque creo que siempre quise tener hijos, nunca tuve prisa. De alguna manera sabía que traer niños al mundo era como hacerse un tatuaje en la cara !para siempre e irreversible!.

Casarme no entraba en mis planes pero conocí al que creí que sería el hombre de mi vida y como tenía pensamientos de ser madre ! no me quedaron excusas!. ¿Por qué no iba a montarme un bodorrio?. Eso no lo había hecho antes y siempre me gustó probar cosas nuevas.

Me casé por amor, por los quince días de vacaciones que me daban en la empresa y porque cualquier excusa era buena para disfrazarse, irse de viaje y pegarse una fiesta. Y la verdad, !me lo pasé en grande!

También, para contentar a todo el mundo. Quería "hacer las cosas bien", "salir bien de mi casa", como dicen por aquí y no disgustar a nadie, aunque finalmente sólo lo hice a medias porque me casé por el juzgado y no por la iglesia.

En definitiva, supongo que después de cuatro años de noviazgo, que sentara la cabeza ( qué expresión tan tonta) era lo que se esperaba de mí, que ni siquiera me había planteado alguna vez vivir en pareja.

Siempre me gustó vivir sola y valoré tanto mi independencia, que nunca sentí la necesidad de compartir techo con nadie. Pero al final, como en el caso de la mayoría de decisiones importantes en la vida, acabé diciendo !vale! y lanzándome a la piscina "estilo bomba" y sin sopesar si había suficiente agua.

Cuando me casé tenía 33 años y entre otras cosas, estaba harta de que me dijeran: ¿para cuándo? !se te va a pasar el arroz!.

Al final, el arroz no se pasó e incluso, tomándolo con calma, tuve tiempo para todo.

No fue hasta los tres años de casada que tuve a mi primer hijo.

La crisis, que por entonces comenzaba, me vino de perlas para disfrutar de la maternidad a jornada completa y aunque a nivel material, no pude dar palmas de alegría, dar tanto amor me hizo tan feliz, que a pesar de tener que prescindir de muchas cosas, no eché en falta nada. Es más, ni siquiera aquellas circunstancias me frenaron de ir en busca del segundo.

Dejar a un lado el mundo laboral para meterme hasta el fondo en la crianza de dos hijos trajo sus consecuencias, pero jamás me arrepentiré de los cinco años que pasé entre bebés, pañales y parques.

Aquellos pequeños dictadores en torno a los cuales comenzó a girar toda mi vida (desde el momento que ocuparon mi barriga), demandaban mi atención veinticuatro horas pero desvivirme por ellos me compensaba más que cualquier trabajo, sueldo y capricho.

Trabajar todo el día, sin cobrar, sin librar, sin vacaciones y !sin siquiera tiempo para lavarme el pelo con tranquilidad! no siempre resultaba divertido y para colmo, parecía estar mal visto.

Perdí la cuenta de las veces que con desprecio me preguntaron: ¿y no trabajas en nada?¿y a qué te de dedicas, entonces?

A todas esas personas me hubiese gustado decirles: !Toma!, y dejarles, al mayor en su silleta, al pequeño colgado de la teta y salir pitando... !a ver si se atrevían a hacerme la misma pregunta y en el mismo tono al cabo de una semana!

Para mí, ser mamá resultó el trabajo más duro y de mayor responsabilidad que había realizado jamás.Y mis hijos, esos pequeños déspotas que hasta me cambiaron de nombre, los mejores jefes del mundo.

Ni me pagaban ni respetaban mis horas de descanso pero siempre hacían que viese mis esfuerzos recompensados. !Jamás había trabajado para nadie que me diera tantos besos, sonrisas y abrazos!

Pero tener dos hijos en poco más de dos años y mi dedicación a ellos en exclusiva en los años posteriores, hicieron que me olvidara de mí...

Hasta que pasó lo inevitable.

Un día, aquella gran nube de oxitocina en la que transcurría mi tiempo, se condesó, explotó y me hizo caer al vacío.

Cuando precipitó en forma de lluvia, rompió a llover de tal manera que provocó una riada que casi me ahoga.

Tras tantos años desaparecida y encasillada en un único papel, todo lo que quería era encontrarme, pero no me veía.

Una escapada de lo más improvisada a Alemania, para hacer una visita a mi prima, fue el detonante que me hizo cambiar de chip en poco más de una semana.

Desteté al menor una semana antes del vuelo, tras 15 meses dándole el pecho y me escapé de Erasmus tardío, a mis 40 y tras más de 15 años sin pisar una universidad.

Así fue como recordé que la vida todavía podía ser divertida. !Quedaban aviones por coger, gente por conocer y más de un carnaval que celebrar!

A raiz de mi escapada a Worms (Frankfurt), mi energía de Lilith ( dibujo 42 "Lilith") comenzó poco a poco a ir ganando terreno hasta que se desbordó y finalmente, me divorcié.

Eso sí, siempre tuve claro que a mi labor de madre jamás renunciaría y que mientras mis hijos fuesen pequeños, aquel sería el papel estrella de mi vida.

La tarde que hice este dibujo, me pregunté si de no tener "plaza en propiedad", me renovarían el contrato de mamá.

!Ay, las madres! La fuente de todo mal, la causa de la mayoría de traumas,!tan pesadas!... ¿Y yo? ¿Lo estaba haciendo al menos "regular"? No aspiraba a ser la mejor madre del mundo, con un "progresa adecuadamente" me conformaba pero ¿era eso "suficiente"?

¿Qué podía esperar de mis hijos? !Nada! porque nada me debían, pero ¿y ellos de mí?, ¿qué y qué no podrían reprocharme el día de mañana?

Quería llevarlos al fin del mundo y mostrarles que el pueblo donde vivían no era ni siquiera un grano de arena, comparado con todo el universo que tenían por descubrir.

Y, pese a las charlas que les daba, nunca tuve la intención adoctrinarles de ninguna manera ni encauzarlos por ninguna vía. Con mi mal sentido de la orientación, nunca sería un buen guía... Si acaso podía quererlos mucho, cuidarlos y acompañarlos hasta que crecieran y ellos quisieran.

Quería motivarles a pensar por sí mismos y que fueran ellos quienes decidieran qué aventuras correr en su vida. Eso sí, siendo respetuosos consigo mismos y con los demás.

De haber podido, les hubiese contagiado de optimismo a todas horas, pero tenía mis días y no sabía disimular. Pese a todo y pese a mí, desde el día de su nacimiento me empeñé en que vieran el mundo como un buen lugar.

¿Qué clase de madre era yo?

Les decía que las notas no tenían que ver con la inteligencia, que ellos ya eran el número uno para ellos y eso bastaba, que la "mamá tierra" tenía abundancia para todos y que de lo único que tenían que ocuparse por el momento era de ser niños, jugar, cumplir con ciertas responsabilidades y pasar de curso para no tener que aguantar el mismo rollo otro año más...

Tras cuestionarme el tipo de madre que era, pensé que por el momento, lo único que había logrado dejarles en claro eran dos cosas:

Lo perfectamente imperfecta que era, y ya no hablo sólo como madre, sino como ser humano en general y también, que ellos, al igual que yo, tenían derecho a equivocarse tantas veces como fuera necesario.

Aprendíamos equivocándonos !qué fastídio! ¿Y si hasta al decirles eso me estaba equivocando?

Mi idea de esta existencia como un viaje en compañía donde desde el principio hasta el final, cada uno viajaba solo, me recordaba cada día la importancia de hallar la manera de "nutrir" a los míos, en todos los sentidos de la palabra, pero sin descuidarme a mí misma.

¿Cómo cuidas de tí?

Explanation:

I knew that past had no future.

I debated myself between my desire of trying to live a life that made me feel alive and the resonsibility of satisfying the necessities of the people around me, especially, my kid´s needs.

I never dreamt of a white wedding. I remember that while some girls I knew, worked on their trousseu ( I am talking about the early ninetees and I am not joking) and were looking forward to meeting a man to marry and spend the rest of their lives, I thought of travelling and dreamt of finding an ideal travel partner some day.

Although I believe I always wanted to have children, I was not in a hurry. Somemhow I knew that bringing children to this world was similar to have a tattoo done on your face. That was forever and irreversible!

In 2006, I thought that I had met the man of my life. Those days I already had in mind the intention of becoming a mother in the following years so I did not have any excuses for not getting married. I had never done it before and I always liked to try new experiences...

I got married for love, for fifteen days of vacation from work and also because any excuse was good enough to dress up, go on a journey and celebrate a party. I had a very good time. indeed!

I also did it to make everybody happy. I chose to do things in a tradicional way because I did not want to upset anyone, which in the end I could not manage to do because I did not marry in a church.

To sum up, I guess that after having been dating my couple for four years, I was expected to "settle down" and I wanted to do it, despite the fact that I did not even feel like living with anyone.

I always enjoyed living on my own. I loved my independence so much that I did not ever consider the idea of sharing a life under the same roof. However, in the end, I decided to go ahead and say "yes, I do". I made that decision the same as the most important ones in my life, rapidly, shooting from the hip.

When I got married I was 33 years old and I was fed up of hearing: Come on! When are you going to have kids? Your biological clock is ticking!

Finally, I got pregnant and I had plenty of time for everything.

I had been married for three years when I had my eldest son.

By then, the crisis had started and I was on the dole, which allowed me to be a full- time mother. I did not have much money but feeling and giving so much love made me feel so happy that I did not miss anything. In fact, the circumstances did not prevent me from wishing to have another kid.

To leave aside working environmment and focus on mothering brought negative consequences as well, but I could not ever regret for having spent five years among children, diapers and playgrounds.

My kids, those little dictators that had changed my life since they were in my belly, demanded care twenty-four-seven but their presence rewarded more than any employment, salary or whim.

Working all day long, without earning money, holidays or even time to wash my hair properly, was not always funny. Besides, it was frowned upon.

I was often asked: Then, Do not you have a job?, What do you do?

Instead of smiling at them, I would have liked to tell them: Here you are! and leave them with one of my kids in his buggy and the another one in their arms, run away and come back to ask them about what they thought, one week later.

Becoming a mum was the hardest job and the most responsible work I had ever taken on. And my kids, those little tyrants, that had even changed my name, the best bosses in the world.

They did not pay me. They did not let me have a moment of rest but I had never worked for anyone who gave me so many kisses, smiles and hugs!

However, having two kids in two years and my dedication to them in exclusive made me forget about myself...until the inevitable happened.

One day, the oxytocin cloud on which my time went by, got condensed, exploded and made me fall into the void.

When it started to rain, it rained so heavily that caused so many flows that I nearly drowned.

After so many years of being dissappeared and pigeonholed, everything I wanted was to find myself but I did not see me.

A nine day gateaway to Germany to visit my cousin, was the trigger that made me "change the chip".

After fifteen months, I stopped breast-feeding my second kid, just one week before my flight and I went to live the experience as an Erasmus student, in my forties and without being enrolled at university.

That way I remembered that life could be funnier. There were plenty of flights to take, people to meet and carnivals to celebrate!

When I came back home from my short vacation in Worms ( Frankfurt) my Lilith energy ( drawing 42 "Lilith") started to appear and gain ground until it controlled everything and I got divorced.

But one thing I knew for sure, my role as a mother was forever and, as long as my kids were small, it would be the main role in my life.

The afternoon I made this picture I wondered if it were the case that I did not have an "indefinite contract" as a mum, I would have it renewed.

Mothers always made mistakes! They were the source of evil, the cause of trauma. They were such a pain!! Like me! What about the way I was doing it? Was it acceptable, at least? I was not in the running for "The mother of year" but was I good enough?

I could not expect anything from my children because they owed me nothing but what could they expect from me? What could they reproche me in the future?

I wanted to take them to the end of the world and show them that the little village where they lived in was no more than a speck of dirt, compared to the huge universe we were in.

And despite of my talks, I never had the intention to adoctrinate them or control them at all. My bad sense of orientation did not even allow myself to be a good guide! If so, I could only love them, take care of them and accompany them until they grew up.

I just wanted to motivate my kids to think for themselves so they could choose what adventures to live in their lives. Of course, being respectful to others and to themselves and assuming the consequences of their actions.

I wish I could have been optimistic all the time but I was not ever good at pretending anything. I could not help having "one of those days" from time to time. In spite of all, I had always tried to encourage them to see thee world as a good place.

What sort of mother was I? I told them that school marks and intelligence had nothing to do. I pointed out that they were the number one for themselves. I also said that being kids, playing, fulfilling their responsabilities and passing the course so as not to put up with a boring school year were the only things they had to care about...

After having wonderd what kind of mum I was, I though that so far, my kids would only know two things for sure:

The perfectly imperfect I was as a human being and that they, the same as me, had the right to commit as many mistakes as necessary.

We learnt by making mistakes!, What a nuisance!. I wondered if by saying it to them I would be making a mistake...

My belief of this existence as a trip in company, where everyone travelled on his own from the beginning to the end, pushed me to find the way to nurture my beloved ones in every sense of the word but without neglecting myself.

Do you take care of yourself?