CONFÍA EN TU NOMBRE/
TRUST YOUR NAME
"Disfruta de tu sonido" /
"Enjoy your sound"
8/04/23
Explicación / Explanation:
-¿Cómo se llama esta niña tan guapa?-recuerdo que me preguntó una mamá en la fila de párvulos.
-Gloria María, se llama Gloria María-le contestó mi madre antes de que me diese tiempo a abrir la boca.
-Me llamo Gloria- recuerdo que dije alto y claro. Y lo repetí dos veces porque se rieron, me llamaron cabezota, y temí que no me estuviesen tomando en serio.
Si el María ya lo había rechazado de pleno a la tierna edad de cuatro años, con el nombre de Gloria me llevaría un tiempo identificarme.
-Glo, glo, glo, glo, glor, glor, glori, gloria, ¿Gloria?... -recuerdo que repetía mentalmente a la vez que me imaginaba echando burbujas por la boca y hundiéndome en la oscuridad de un fondo submarino, mientras mi primera maestra, la Srta. Herminia, escribía letras en la pizarra.
Mi nombre me sonaba tan extraño, que me hacía hasta gracia, y tenía que aguantarme las ganas de reír.
En mi niñez, claro está, nada sabía de eso que dicen acerca de que cuando te nombran igual que otra persona cercana, te están impidiendo de modo inconsciente que formes tu personalidad de manera genuina.
¡Lo que sí sabía era que me habían añadido el María para diferenciarme de las otras dos Glorias que ya había en casa, y que no me gustaba!
Imagino que sería ese el motivo por el que sentía que mi nombre no me pertenecía. Con tantas "Glorias" alrededor, ¡cómo iba a sentir el nombre de Gloria como mío, (más bien me parecía una carga), y el de María, como una palabra adicional sin sentido!
De haber podido ponerme otro cualquiera, sospecho que me hubiese nombrado Mari Carmen o Mª José, porque así se llamaban la mayoría de las niñas de la escuela.
Hoy me alegro de no haber tenido elección, porque me encanta como suena Gloria y su significado. Aunque de haber tenido una hija, no creo que se lo hubiese dejado en herencia.
En cuanto al María, durante años me arrepentí de no haber aprovechado la oportunidad para quitármelo cuando llegó el momento de hacerme el DNI a la edad de catorce.
Sobre todo porque cuando me decidí a hacerlo años después, era tal el papeleo que tenía que mover que ni me lo planteé. Era tomarse demasiadas molestias, y ¿para qué, si ni siquiera mis propios padres lo usaban ya para llamarme?
A día de hoy, raramente alguien lo hace, y cuando sucede es porque no me conocen y me nombran así porque lo que ven escrito, o porque se trata de familiares muy cercanos que están acostumbrados a llamarme por mi nombre compuesto desde el día en que nací.
Por más extraño que suene, me alegro de haber conservado mi segundo nombre, aunque no lo utilice, y me siga presentado como Gloria a secas.
La razón, algo que sucedió hace unos años, que me hizo ver esas once letras como un regalo y no como una imposición.
De haberlo escuchado siempre en boca de otros, pasé a vivir la experiencia de escucharlo de mi propia voz.
Nunca hubiese imaginado que al hacerlo llegaría a oírlo de veras, a sentirlo e incluso ¡a vibrar con él!
Lo que empezó como una música de fondo apenas audible que despertó mi curiosidad , resultó ser el eco lejano de mi propia voz cantando mi nombre completo.
(No estoy segura de si los apellidos estaban incluidos...porque no fue nada planeado, sino totalmente espontaneo que surgió en algún momento de descanso entre los ícaros que guiaban la ceremonia de la Ayahuasca)
De repente, mi nombre cobró significado. Tenía una melodía, una frecuencia y una vibración únicas, ¡e incluso su propio diseño geométrico!
Su sonido me pareció el del mantra más hermoso que jamás había escuchado. Por su vibración, por la música que contenía, por su color, por su ritmo... Era perfecto para mí.
Fue entonces cuando comprendí que mi nombre no era solamente una etiqueta más, sino mi sonido genuino.
De todas las canciones, la única que era auténticamente mía.
Fue al tiempo de vivir aquella experiencia que quise hacer un pequeño dibujo para honrar el nombre que uso.
Para hacerlo, pedí la colaboración de mis niños, quienes son los autores de todas las criaturas que aparecen, y hasta la de mi pareja, que se limitó a dibujar el símbolo de la anarquía y se partió de la risa.
No sé si el nombre es un mantra poderoso u otra etiqueta más que necesitamos para movernos por este plano.
Imagino que lo cogemos prestado, como todo lo demás, pero también que, si es verdad eso que se dice acerca de que somos nosotros quienes verdaderamente lo elegimos antes de venir, descartando otros, por algo será...
El María sigo usándolo solamente para rellenar documentos oficiales, pero al menos ya no siento rechazo hacia él... Conocer su significado, me sirvió de mucho para cogerle cariño.
Hoy día, soy Gloria para todos, conocidos y desconocidos, Glori o Super Glo para unas pocas mujeres muy especiales mi vida, Gloria Ram en mi blog, Gloria Ramón cuando firmo mis dibujos, y desde hace ya algún tiempo, también mami o mamá, depende de lo que quieran de mí mis hijos...
Lo que sí tengo claro es que nunca me gustó ni me gustará, ni fui ni seré, cielo, cariño, rubia, flaca, nena, ni cosas por el estilo.
Con los que tengo me basta. ¡No más nombres!
Explanation:
-What is this pretty girl's name?- I remember a mother in the kindergarten queue asked me.
-Gloria María, her name is Gloria María- my mother answered before I had time to open my mouth.
-My name is Gloria- I remember saying, loud and clear. And I repeated it twice because they called me stubborn, laughed and I feared they were not taking me seriously.
If I had already rejected the name Maria at the tender age of four, it would take me a while to identify myself with the name Gloria.
-Glo, glo, glo, glo, glo, glor, glori, gloria, gloria, gloria...? -I remember mentally repeating as I imagined myself blowing bubbles as I sank into the darkness of an underwater bottom, while my first teacher, Mrs. Herminia, wrote on the blackboard.
My name sounded so strange to me, it was even funny and I had to stop myself from laughing.
In my childhood, of course, I knew nothing of what they say about how when you are named the same as someone else close to you, they are unconsciously preventing you from forming your personality in a genuine way.
And I had the Maria added to differentiate me from the other two Glorias already at home!
I don't know if that's why I felt that my name was not my own. How could I not feel the name of Gloria as a burden and the name of Mary as an extra nonsense name?
If I could have changed my name back then, I imagine I would have been named Mari Carmen or Mª José like most of the girls at school, because no woman in my family had those names.
Today I am glad it was not so, because I love how Gloria sounds and what it means, although if I had had a daughter I would never have left it to her as an inheritance.
As for the Maria, for years, I regretted not having taken the opportunity to take it off when the time came to get my ID card at the age of fourteen.
Especially because when I decided to do it years later, there was so much paperwork I had to move that I didn't even think about it. It didn't bother me so much... I even got my own parents to stop using it!
Nowadays, rarely anyone does it and when it happens it is either because they don't know me and that's what they see written or because they are very close relatives used to call me that since I was a little girl.
Also in the present, I'm glad I haven't gotten rid of my middle name, even though I don't use it and continue to introduce myself as Gloria simply.
The reason, something that happened a few years ago, which made me see my name as a gift, and not an imposition.
Having always heard my name on everybodys lips had nothing to do with the experience of hearing it from my own. I had not ever imagined that it was the only way I could really hear it, feel it, and even vibrate with it!
What began as barely audible background music, turned out to be the distant echo of my own voice singing my full name.
(I am not sure if the surnames were included...because it was nothing planned, but totally spontaneous that arose in some moment of rest among the sacred chants (icaros) who guided the Ayahuasca ceremony)
I only remember that suddenly, I felt my name was full of meaning.
It had a unique melody, frequency and vibration, and even its own geometric pattern design!
Its sound seemed to me that of the most beautiful mantra I had ever heard. Because of its vibration in me, by the music it contained, by its color, by its rhythm... It was perfect to me!
It was then that I understood that my name was not just another label, but my genuine sound.
Of all the songs, the only one that was authentically mine.
It was after some time that I wanted to make a small drawing to honor the name I use.
To do so, I asked for the collaboration of my children, who are the authors of all the creatures that appear, and even my partner, who simply drew the symbol of anarchy and laughed his head off.
I don't know if the name is a powerful mantra or just another label we need to move on this plane of existence.
I imagine that we borrow it, like everything else, and that if we are the ones who truly choose a particular one, and not another, before coming, there must be a reason....
I still use Maria only to fill in official documents, but at least I don't feel any rejection towards it anymore... Knowing its meaning helped me a lot to get fond of it.
Nowadays, I am Gloria for everyone, known and unknown, Glori or Super Glo for a few very special women in my life, Gloria Ram in a blog, Gloria Ramón when I sign my drawings, and since some time ago, also mummy or mum, depending on what my children want from me...
What I do know for sure is that I never liked and never will like, nor was or will I ever be, honey, darling, blonde, skinny, babe, or anything like that.
The ones I have are enough for me. No more names!
The Doors- Hello, I love you
Usa tu nombre como un mantra para meditar
No hay comentarios:
Publicar un comentario