viernes, 22 de enero de 2021

 39. HESTIA

"Yo soy hogar / I am home"

Fecha/date: 27/07/20

Explicación / Explanation:

La primera vez que oí acerca de la diosa Hestia pensé que poco o nada tenía  que ver con aquel estereotipo. Me equivocaba.
No tardé en darme cuenta de que reflejaba muy bien mi manera de actuar y de ser en numerosas ocasiones.
Al igual que Hestia, yo anteponía mi mundo interior al exterior, prefería evitar conflictos, aunque los provocase sin darme cuenta, y pese a que era sociable, disfrutaba tanto de mi soledad, que a temporadas me costaba salir y relacionarme. Eso sí, una vez fuera, no había quién me parase y nunca tenía prisa por regresar a casa, lo cual ya no era el caso dadas las circunstancias...
Lo que creía que me diferenciaba más del estereotipo de esta diosa era su interpretación como el fuego del hogar. No podía decir que yo fuera una mujer de mi casa. Hogareña, quizá, pero sólo a ratos, y más que aportar luz, mi exceso de fuego mal canalizado, provocaba incendios.
Casi prefería decir que me dedicaba "a mis labores" a definirme como ama de casa. Encontraba las tareas domésticas necesarias pero tediosas...Nunca fui una maniática del orden y la limpieza !Siempre encontraba mejores cosas que hacer! 
Sin embargo, a menudo, el desorden y la suciedad me ponían nerviosa !Los audiolibros enteros que habré escuchado mientras dedicaba tiempo a lo que yo llamaba "tareas de mantenimiento"! ... como entretenimiento y para no desesperarme por no poder dedicar ese tiempo a otra cosa.
He de reconocer que a menudo mi casa parecía un campo de batalla. Recuerdo que los primeros días del confinamiento me dio por limpiar, pero pronto se me quitaron las ganas. 
Desordenaba más rápido que ordenaba y con dos niños en casa, tampoco  duraba mucho la limpieza. Siempre que bajaba al garaje me acordaba de todas de cosas que tenía que deshacerme, pero nunca encontraba el momento. 
Pensé que si era cierto eso que decían acerca de que tu casa era el reflejo de tu mente !la mía tenía toda una planta diáfana llena de trastos!
Estaba hasta las narices de mi sobredosis de hogar. Tras tantos meses sin apenas contacto con el exterior, me pregunté si parte de mis problemas de salud no serían la consecuencia de mi ensimismamiento. 
De repente, sentí la imperiosa necesidad de salir, de reencontrarme con gente. Fue por eso que mi pareja y yo decidimos tomarnos unas "mini vacaciones", que finalmente no resultaron la experiencia grata que yo había imaginado.
Acabamos aterrizando en un pueblo tres veces más pequeño que el nuestro, porque visto el panorama, descartamos visitar una ciudad. Tocó echar de menos regresar a Barcelona, como solíamos hacer cada año por esas fechas.
Lo que pensaba que iba a ser una escapada con aires de libertad, pronto se transformó en otro encierro peor que el de casa. Contrariamente a lo que yo imaginaba, en aquel pueblo no se respiraba mejor, sino todo lo contrario. La mayoría de habitantes era gente de la tercera edad y estaban tan aterrados por el virus que apenas se atrevían a salir de casa.                       
Calles desiertas, mucho calor y sin gran cosa que hacer, intenté aprovechar mi estancia para seguir narrando la historia de mi vida a mis niños ( dibujo 12 "Fusión") pero tuve que dejarlo al segundo rato que me senté. Mi cuerpo se rebeló de inmediato, mi salud empeoró y no me quedó otra opción que aparcar el ordenador en la maleta. 
Durante aquellos días, lo último que me apetecía era pensar en mis historietas del pasado y "el mono tema del año" comenzó a ganar terreno, ocupando mi mente con más fuerza que nunca. 
No había dónde esconderse y ya no dependía de no encender la tele o no abrir el Facebook para mantenerse al margen. 
Dónde estábamos nadie hablaba de otra cosa, lo que me llevó a sentir como si de repente, una gran piedra flotase sobre mi cabeza. Me asfixiaba aquella atmósfera tan densa . Me agobiaban los comentarios de miedo y malos augurios. 
Para colmo, desde el 18 de julio se había hecho obligatorio el uso de mascarilla hasta en espacios abiertos, lo que propició que mis ganas de relacionarme con gente se fuesen la garete. Evitaba lugares concurridos para evitar tener que ponérmela.
Seguía sin entender el estado de pánico generalizado.
Lo del virus, lo comprendía, porque era una novedad que nadie sabía por dónde atajar, pero el resto de lo que la gente se quejaba no era nada nuevo. 
Desde mi punto de vista, el verdadero problema era que ya no nos quedaba otra que ver la vida tal y como era, con todas sus bolsas de basura al descubierto, y a nosotros como lo que éramos, estúpidas marionetas a merced de "los de arriba", creyéndonos libres sin haberlo sido nunca. Lo más destacado e incómodo era que nos habían cambiado de celda. De una invisible, nos habían trasladado a otra de aislamiento con barrotes de verdad, bozales y multas.
El 2020 estaba siendo "el año del destape" y me resultaba curioso escuchar a gente que quería ver las cosas "como siempre". Aquello era como si tras quitarle filtros a una foto, uno se negase a ver "las imperfecciones" como parte de la realidad.
En cuestión de meses, todo había quedado a la vista: Dogmas obsoletos, falta de valores, manipulación de los medios, desinformación, el negocio de la industria farmacéutica, abusos de poder y un montón de chanchullos más, de cosas horribles, que ni voy a mencionar y siempre habían estado ahí...!Ya sólo nos faltaba una invasión alienígena! Y para colmo, se daba por sentado que no vendrían en son de paz.
A mí, que daba por hecho la existencia de vida en otros planetas desde que tenía uso de razón, por muy irracional que pueda sonar, no me preocupaba tanto la llegada de unos cuantos marcianos como los monstruos que el ser humano era capaz de crear.
Si me sirvió de algo aquella salida fue para tener ganas de regresar a casa y pasar más tiempo de calidad con mis niños. A esas alturas del año, me quedaba claro que yo era mi hogar y que dependía de mí hallar un equilibrio para verdaderamente sentirme en casa.
Deseaba, más que nada, no malgastar lo que me quedase de vida y hacer de ella una obra de arte, la mía, sin necesidad de reconocimiento ni aplausos. Una vida que me satisficiera de verdad pero, por el momento, todo lo que tenía era una pintura abstracta a medio terminar que ya estaba harta de observar.
¿Para qué usas tu fuego?¿para calentar o para quemar?

Explanation:

First time I heard of Hestia I though that I had very little to do with that femenine stereotype. I was wrong.
 I soon realized that the stereotype of that goddess reflected my way of behaving in many occasions.
The same as she did, I put my inner life before outside world. My achievements were more internal than external, I prefered avoiding conficts and although I was sociable and liked people, I loved solitude so much that once I got used to it, I did not feel like going out or seeing anyone.
However, I was far from being the "perfect housewife" In fact, my house often looked like a battlefield as I made a mess of it faster than I tidied it. I had the garage full of stuff to give away but I never had a moment to do it. 
If our house was a reflection of our mind, mine had a ground floor with a lot of junk I did not need anymore!
I remember that the first days of the confinement I cleaned a lot but it did not last... It was not easy having my house tidy with two kids at home twenty-four- seven.
I never considered myself to be a housewife. I found housework necessary but tedious. I could swear I was never obsessive about cleanliness. I always had more interesting things to do!
However, mess and dirt made me feel so nervous that I usually dedicated some time of the day to cleaning. I could not tell the number of audio books I listened while doing that! (for entertainment and in order for me not to get desperate thinking of the million of things I could do instead of cleaning and tidiyng up!) 
Besides, unlike Hestia, more than bringing light to my home, my sadly-misdirected excess of fire caused a fire.
Those days, I wondered if all my healthy issues were no more than the product of my self-absorption, which aroused in me the need of going out and meeting people. 
Due to the aforementioned, my couple and I decided to take a break from home.
Because of the current situation, we decided to go to a little village. I missed returning to Barcelona as we used to do every summer at that time of the year.
What I thought it would be a fresh-air experience, turned into another confinement, much worse than the one I was suffering from as, a high proportion of inhabitants were very old people, who were so fearful of the virus that did not even want to go out home.
Empty streets, scorchers and nothing to do, led me to think of taking advantage of my stay there to go on working on my autobiography (picture 12 "Fussion") but my body rebelled against it, my health went worse and I had to pack it in.
At that point in time I did not feel like thinking about past times because unfortunately, "the topic of the year" gained ground and occupied my mind more than ever. 
There was not anywhere to hide. It was not a question of not watching TV or not logging in to facebook. Where we stayed, everybody spoke about the same all day long, which made me feel as if there was a big stone floating above my head.
I could feel a sort of heavy atmosphere. I felt the fear everywhere I went and I could not help getting overload because of so many gloomy predictions
To make things worse, since July 18th the use of the mask became obligatory in open spaces, which led me avoiding crowded settings. I just went for a stroll in the countryside where there was nobody.
At that point in time, I did not understand such a state of panic.
I could understand people´s fear towards the virus because that was something new, none of us knew how to cope with. However, I did not quite understand the complaints about other issues.
From my point of view the true problem was that we could not help seeing reality as it was anymore because all the rubbish bags were on sight. We could not even help looking at ourselves as what we were, mere puppets that deceived themselves. We had never been free! 
The only difference between this year and the previous ones was that we had been moved from cell. The strongest point of the situation was that we had gone from staying at an invisible prison to staying in a cold isolation cell made of bars, masks and penalties.
2020 was showing us what we had, what we were... I could not understand the reason why people wanted to see things the same way they used to do. To me, that attitude was like removing photoshop filters from a photograph and refusing to accept "the imperfections" found as part of the original.
In a matter of months, many things were at sightObsolate dogmas, lack of values, media mass manipulation, lack of information, corruption, the business of pharmaceutical industry... There  even rumours about aliens coming to visit us soon! When I heard about that I just laughed and said: Well, Who cares? What is the problem? I was not worried about aliens but the monsters that us, human beings could create.
Those "holidays" only made me feel eager to go back to my village and be with my kids. At that point in time I was clear about the fact that I was home and  the  responsible to find balance and truly, feel myself in my house.
I wanted to stop wasting my time and make my life a work of art I really could be proud of. But at that moment I could only see an unfinished abstract picture, which I was fed up with watching.
How you use your fire? Does it heat or burn your home? 

Enlaces / links: 

Canción /song: 
The doors / Light my fire
Videos:


Mandamientos del estoicismo


| What are Apatheia, Ataraxia & Eudaimonia? 

La Diosa  Hestia


No hay comentarios:

Publicar un comentario