Gloria Ram

 68. RE-LOVE-UTION

"La nueva revolución / The new revolution"

Fecha/ Date : 9/11/20

Explicación / Explanation:

Cualquier intento de cambiar la situación desde un estado mental de violencia o enfado estaba abocado al fracaso.

Desde el punto de vista pragmático, los intentos de enfrentarse al Estado por medios violentos siempre habían resultado un desastre en cualquier tiempo pasado. 

No es que el panorama se hubiese puesto tan chungo, pero se oían comentarios que ponían la carne de gallina. 

!Hay que salir a la calle!, !revolución!, gritaban algunos, mientras otros criticaban al gobierno por no tomar las suficientes medidas. 

En un bar a las nueve de la mañana se podía escuchar de todo.

Especialmente, las opiniones de aquellos que pensaban que era necesaria una intervención militar para mantener el orden. También, las de esos otros que comentaban que tenían pensado comprarse un arma por si venían tiempos peores.

Lo peor era que cuando intentabas decirles que la violencia no solucionaba nada, todavía se cabreaban más. !Lástima de neuronas!

¿Por qué no aprendíamos de los errores?.

En mi opinión, no necesitábamos vivir en un estado permanente de alarma sino en un estado de consciencia amorosa, por cursi que pueda sonar.

¿Cuándo estaríamos dispuestos a aceptar que había diferentes modos de interpretar una situación pero sólo un camino para progresar?

A mi entender, la revolución que nos pedía el 2020 no podía empezar con el cambio violento y radical de las instituciones políticas de la sociedad, sino a partir de un cambio profundo a nivel individual. 

Aquello suponía declararnos la guerra hasta el final, comenzar una lucha interna sin tregua y una revuelta contra nosotros sin entrar en conflicto con nadie más. Implicaba no dejar títere con cabeza hasta lograr identificar y deshacernos de nuestro propio veneno.

La verdadera revolución no consistía en intentar cambiar lo de fuera sino en cambiarnos por dentro. 

La revolución genuina estaba por llegar, pero sólo podía tener lugar si  evolucionábamos tomando como base el amor, hacia nosotros y los otros.

Solo así podría darse algún día un cambio profundo en las estructuras políticas y socio económicas y que éstas realmente fuesen en beneficio de todos.

Pero !qué sabía yo! De política, ni idea. De economía, menos todavía. 

!Jamás me había identificado con ningún partido político!. Es más, ejercía mi derecho al voto a temporadas, unos años sí, otros no, según mi propio criterio y nunca por simpatía hacia ningún candidato, sino para ayudar a desbancar al que ejerciese el poder en aquel momento. 

¿Inflación?,¿deflación? !qué iba a saber! Bastante tenía con llevar mi casa, pagar impuestos, facturas y mantenerme sin deudas.

No era más que una idealista de pacotilla que reconocía su ignorancia y se empeñaba en creer en el gran potencial que todo individuo tenía (a pesar de saber que no se manifestaría hasta el día que decidiésemos dejar de comportarnos como simios y convertirnos en seres humanos de los pies a la cabeza).

!Lo malo era que queríamos empezar la casa por el tejado! Antes de gobernar el mundo, había que trabajar en uno y practicar con la gente cercana. Visto así, evolucionar podría llevarnos siglos.

Por aquellos días apenas tenía tiempo para entrar al facebook, aunque tampoco me apetecía mucho. Y cuando finalmente lo hacía, no leía nada de lo que la gente subía.

Seguían estando los que presumían de estar "despiertos" e insultaban al resto llamándolos "borregos" y luego, los que se daban por aludidos y atacaban a los primeros acusándoles de "negacionistas y conspiranoicos". !Un aburrimiento!.

!Demasiadas etiquetas para nada y todas ellas absurdas! Sólo sabía que la ignorancia y el miedo engendraban odio y que éste causaba separación.

No estaba ni del lado de los Telecreyentes ni del de los devotos seguidores de San Google, lo cual me hacía permanecer anclada a una especie de "ni contigo ni contra ti" limbo solitario.

Las cosas era según se interpretaban y a mi manera de ver, sobraban interpretaciones erróneas, que lo único que causaban era enfrentamientos.

Ideas como que la política era el arte de mentir, Dios una creencia y el amor una palabra, llevaban siglos dividiéndonos.

¿Por qué no veíamos a la política como el arte de servir, a Dios como experiencia y al amor como una frecuencia? Con ello ya se podían evitar un montón de discusiones estúpidas.

En cualquier caso, mientras en la calle se hablaba del riesgo a otro brote de contagio y del colapso económico, mi vida entre cuatro paredes transcurría como si aquello no tuviese que ver conmigo. Me dedicaba a disfrutar de mi pequeño paraíso privado (que no fiscal) en compañía de mis hijos y de mi pareja.

Mi hogar era un lugar seguro. Podían darse sublevaciones, desacuerdos y algún estallido de cólera, pero nada grave que no se pudiera solucionar con besos y abrazos cada noche antes de irnos a la cama. 

Mi relación con mis hijos había mejorado un 100% y en cuanto a la convivencia con mi pareja, era todo un placer.

Recuerdo que por aquellos días los cuatro hacíamos balance de los meses de cuarentena infinita y no podíamos decir que fuese negativo, porque a pesar de estar hartos, teníamos más que motivos de sobra para sentirnos satisfechos y agradecidos. !Y nos habíamos reído tanto!.

También fue por aquellos días que mi pareja me sorprendió con la noticia de que estaba intentando aprender a usar un programa con el que vectorizar imágenes, lo cual me daba la posibilidad de poder regresar a la tienda de serigrafía textil y averiguar al fin si podrían trabajar con mis dibujos.

¿Puede ser el amor la nueva revolución?

Explanation:

Any attempt to change the situation from a mental state of violence or anger was doomed failure.

From a pragmatic perspective, attempts to confront the state through violent means had proven unsuccessful and disastrious. 

It was not that we found ourselves in a limiting situation yet, but there were comments that made me get goosebumps.

While some people talked about revolution, others criticized the Government for not taking more measurements.

In a bar at nine o´clock in the morning, you could hear everything.

In particular, the opinions of the people who thought that military intervention should be authorized and the words of those ones who proudly stated that they intented to buy a gun to protect themselves in case things turned to the worse.

And the tragedy was that the more you tried to convince them of the fact that violence was not the way, the angrier they got. What a pity!

Why could not we learn from past mistakes?

In my opinion, we did not need to be in a permanent state of alarm but to be in a state of loving consciousness, as cheesy as it may sound. 

When would we be willing to accept that there were many ways to see the same situation but just one way to progress?

The way I saw it, the revolution requested by 2020 could not begin with a violent and radical change in political institutions but with a profound change at individual level.

It meant to launch a battle to an end, an inner struggle without respite, a revolt against us, without entering into conflict with anyone else. 

It implied that we broke up everything in sight until we were able to identify and break free from our own poison. Easier said than done!

The true revolution in which we were immersed did not consist on changing anybody or anything outside but changing ourselves. 

The genuine revolution was yet to come but it could not take place unless our evolution was based on love towards ourselves and the rest. 

From my point of view, that was the only way to get, someday, a profound change in political and socioeconomic structures that were there for the benefit of everyone. 

But how should I know! What did I know about politics or economy? Nothing!

I had not even identified me ever with a political party, I had always voted in an intermittent manner, according to my criteria and I had never voted for a favourite politician but against the one the was in charge while voting.

Inflation or deflation? What was all that about? I had enough with doing miracles with money to manage my home, paying taxes, bills and keeping the benefits of being debt-free.

I was just a shoddy idealist, who aknowledged and embraced my ignorance and tried everything to believe in the great human potential (despite I was aware of the fact that such a potential, would not come into view until we stopped behaving like monkeys and turned into human beings through and through).

The trouble was that we wanted to put the cart before the horse. In order for us to be able to rule the world first, we had to work on ourselves and practice at home. Thus reconsidered, evolution could take us centuries!

Those days, I hardly had time to log in to Facebook but I did not feel like it either. When I eventuallly did it, I did not even read what people uploaded.

There were still those ones that boasted of being "awake" and insulted the rest by means of calling them "sheep", who, at the same time, attacked the formers for being "negationist" and "conspiranoic".It was so dull!

In my opinion, those were too many labels for nothing! I just felt that ignorance and fear engendered hatred and hatred led to separation.

Neither I agreed with the TV believers nor the devoted followers of St Google, which made me stay still in some sort of "neither for nor against lonely limbo".

Things were as they were interpreted and to me, there were too many erroneous interpretations that caused arguments. We were divided  into groups by ideas such as politics was the art of lying, God a belief and love, a word.

Why did not we think in politics as the art of service, God as an experience and Love as a frequency? If we did it, we would not waste our time with idle discussions!

Anyway, while in the street everybody said that we were at the risk of viral rebound and talked about economic collapse, I was doing my best to enjoy myself with my kids and my partner in my private paradise ( I wish it had been a tax haven). Life went by quietly at home.

My house was a safe place. There were obviously signs of rebellion, disagreements and even some sporadic outbursts of anger, nothing that we could not solve with kisses and hugs every night before going to bed.

The fact was that I felt happy because the relationship with my kids had improved considerably since the previous year. As for my relationship with my partner, it was a pure pleasure.

Those days, we made balance of the months transcurred since March 2020. Obvously, we were all fed up with spending so much time at home but at the same time, we had a thousand reasons to feel joyful and grateful. Besides, we had laughed a lot!

It was during that week that my partner gave me a surprise. He said that he was trying to learn how to use a computer programme to vectorize images, which was amazing. 

If he managed to do it, we could go back to the textil printing company and find out whether or not they could work with my pictures.

 Can be love the new revolution?  

Revolution - The Beatles