Gloria Ram

 

122. KUTXI

La Bruja de la Aguja (parte 2/2)

The Needle Witch - (part 2/2) 

"Cuando te sientas mal, cuida de los demás"

"When you feel bad, take care of others"

Fecha /date: 27/12/21

Explicación / Explanation:

De camino de vuelta en el tren el 27, hice balance de las vacaciones...

-!Lástima de escapada!, !con lo que me gusta Barcelona!- me quejaba para mis adentros. 

Me sentía triste porque haber pasado unos días rodeada de gente sólo me había servido para darme cuenta de lo sola que me sentía en el mundo.

Lamentaba no haber podido disimular lo desanimada que estaba. 

Estaba muy desilusionada conmigo. Si aquello había sido una prueba, estaba más que suspensa. 

La prueba me había superado a mí con creces. 

Quería llegar a casa, meterme en la cama, dormir, !y no soñar nada! 

Mi único plan para el día siguiente era deshacer la maleta y encontrar un rato para  continuar el dibujo que había dejado a medias. 

Tenía mucha curiosidad por saber qué era aquello, si un hada con las alas mal puestas o qué... Sólo sabía una cosa, que tenía cara de pocos amigos.

En eso estaba pensando hasta que sonó el teléfono y me dijeron que una de las cobayas estaba enferma, y pasando la noche en observación en una clínica veterinaria. 

Durante el resto del viaje, ya no pude pensar en otra cosa. Me importaba una mierda el código qr, la gente, la situación anormal... !todo! 

Solo quería ver a mi bicho peludo con vida y cogerlo en brazos.

Sufría por el animal, por la chica que me había hecho el favor de pasarse por casa para ocuparse de las mascotas durante nuestra ausencia, porque la noté muy agobiada, y también porque no sabía lo que la broma me iba a costar, ¡y ya me había gastado mucha pasta!

-!Vaya mierda de semana!, !no podría acabar peor!-exclamé desanimada mientras miraba a la oscuridad a través de la ventanilla del tren.

Para colmo, y como venía siendo habitual, una vez más, el tren se retrasó y perdimos el cercanías, teniendo que esperar al próximo durante más de una hora en la estación. 

!Jamás regresar a casa se me había hecho tan largo!

Y sin embargo, no me vino mal. Me sirvió para darme cuenta de una cosa... 

De repente, ya no me dolía nada. Sólo una frase ocupaba mi mente:

-Por favor, por favor, Kutxi, no te mueras.

Para mí lo más importante en aquel momento era que la cobaya siguiese con vida por lo menos, hasta que estuviésemos en casa. 

Y me di cuenta de que sí, de que las cosas siempre podrían ir a peor, y de lo tonta que era por quejarme tanto, siendo tan afortunada.

No sólo tenía la suerte de haber podido pasar unos días en una ciudad que me encanta, sino de contar con un montón de personas que me aprecian, y sobre todo, de tener un hogar al que regresar.

Me percaté de que mi mayor error seguía siendo poner el foco de atención en todo lo que detestaba, y después lamentarme por hacerlo.

¿Cómo se me había podido olvidar reírme de mi misma?, ¿ dónde había dejado mi sentido del humor?, ¿por qué no me había esforzado más para no verlo todo tan negro?

Fue así cómo me di cuenta de que tenía que perdonarme por haber vuelto a caer en la trampa de calentarme demasiado la cabeza buscando respuestas a lo que era un sin sentido en general...

Ya de regreso en casa, y mucho más tranquila, me percaté de que al final, una vez más, todo había merecido la pena.

Mis chicos habían viajado con nosotros y con suerte, recordarían los buenos momentos. Mi pareja había podido ver a su familia después de tanto tiempo.

Y en cuanto a mí, mi estancia fuera de casa me había servido para ver mejor que nunca la parte negativa que más detesto de mí. Desde luego, no era el regalo de Navidad que esperaba... !hubiese preferido un pijama!

Pero, gracias a esos días pude comprobar la facilidad con la que mis pensamientos deterioran mi estado de mi salud. Y de como, cuando me dejo llevar, el motor peta y no da más de sí.

Comprendí que el hecho de que toda mi ansiedad saliese a la superficie había sido positivo para mí, ¡porque mucho peor hubiese sido seguir guardándomela dentro!

En cuanto a la frustración, la energía densa, el malestar, las miradas de recelo que veía en los demás... !Todo eso estaba en mí! El exterior sólo había reflejado mis percepciones para que me viese.

Fue centrarme en la cobaya y en su recuperación, que el resto del mundo pasó a un segundo plano. 

El animal, aunque muy débil, parecía recuperarse de lo que fuese que tuviera, y eso fue un motivo de gran alegría para todos. 

Entonces me di cuenta de lo mal que hacía al meterme en mí misma cuando me sentía mal, !porque a diferencia de muchos, ya pasaba demasiado tiempo ensimismada en mi mundo! 

Comprendí que la próxima vez que me sintiese abrumada, debía actuar justo al contrario de cómo lo hacía.. Es decir, pasando de mí y centrándome en cuidar de los demás.... 

-!O te quitas las lentillas esas que ya no te sirven, o vamos mal!- me dije en cuanto comprendí que mi forma de ver el mundo ya no me servía. 

Si no me esforzaba en ampliar mi visión, sería la vida la que se encargaría de abrirme los ojos a puñetazos, y a costa de mi salud física y mental.

Explanation:

On the way back on the train on the 27th, I took stock of the vacation...

-What a pity about my getaway, with what I love about Barcelona- I complained to myself. 

I felt sad because having spent a few days surrounded by people had helped me realize how lonely I felt in the world.

I regretted not having been able to hide how discouraged I felt. 

I was very disappointed with myself because if that had been a test, I had more than failed. The test had far surpassed me. 

I wanted to get home, get into bed, go to sleep, and not dream at all! 

My only plan for the next day was to unpack and find some time to continue the drawing I had left half done. 

I was very curious to know what it was, if it was a fairy with the wrong wings or what? I only knew one thing, that I didn't remember it having a very friendly face.

That's what I was thinking until the phone rang and I was told that one of the guinea pigs was sick and spending the night under observation at a veterinary clinic. 

For the rest of the trip, I couldn't think about anything else. I didn't give a shit about the QR, the people, the abnormal situation... everything! everything! I just wanted to see my furry critter alive and hold him in my arms.

I was suffering for the animal, for the girl who had done me the favor of coming by the house to take care of the guinea pigs during our absence because she was so overwhelmed, and also because I didn't know what the joke was going to cost me.

-What a plan, what a shitty week! It couldn't get any worse- I exclaimed despondently....

To top it off, and as usual, once again, the train was late and we missed the commuter train, so we had to wait for the next one for more than an hour at the station. 

Never before had it taken me so long to get home!

But I realized one thing. Suddenly, I wasn't in any pain anymore because all I had in my head was, "Please, please, please, please, please, please, please, please, please, please!

-Please, please, Kutxi, don't die.

For me, the most important thing at that moment was that the guinea pig would at least stay alive until we returned. 

And I realized that yes, things could always be worse, and how silly I was for complaining so much, being so lucky.

I was lucky to have been able to spend a few days in a city I love, to have a lot of people in my life who appreciate me, and above all, to have a home to return to.

My biggest mistake was still putting the focus on everything I hated and blaming myself for not knowing how to take things better. 

How could I have forgotten to laugh at myself, where had I left my sense of humor, why hadn't I done more to avoid seeing everything so black?

That's how I realized that I had once again fallen into the trap of getting my head too hot looking for answers to what was nonsense in general....

Back home, and much calmer, I realized that in the end, once again, it had all been worth it.

My kids had traveled with us and would remember the best times. My partner had been able to be with his family after not having seen them for so long. 

And as for me, my time away from home had helped me to see better than ever the negative part of me that I hate the most. It wasn't the Christmas present I had hoped for, but it had been like getting pajamas.... I had not been able to choose.

Thanks to those days I had seen how easily my thoughts deteriorate the state of my health. And how, if I let myself get carried away, the engine crashes and does not give more of itself.

That all my anxiety came to the surface, had not done me more harm than keeping it inside for a longer time.

As for the frustration, the dense energy, the discomfort, the suspicious looks I saw in others... I knew that if I could only feel that it was because it was in me and that the outside was only reflecting it and magnifying it so that I could remedy it.

It was by focusing on the guinea pig and its recovery that the rest of the world took a back seat. 

The animal, although very weak, seemed to be recovering from whatever it was that it had, and that was a source of great joy to everyone. 

Then I realized how bad it was for me to withdraw into myself when I was feeling bad, because I was already spending too much time in my own world! And therefore, when I felt overwhelmed I should act just the opposite.... That is to say, to go out of myself and focus on taking care of others.... 

-Either you take off those contact lenses that no longer serve you, or we're in trouble- I said to myself as soon as I realized that my way of seeing the world no longer served me. 

Either I would make an effort to broaden my vision or life would open my eyes with fists and at the cost of my physical and mental health.

Johnny Cash / Hurt

Vista - Matias de Stefano