Gloria Ram

 2022 diario / journal

126."BUSCANDO AMOR / 

SEARCHING FOR LOVE"

"Congelada" / "Frozen"

Fecha / date: 26/01/22

...Me pregunté si no me estaría sintiendo tan confusa por estar interpretando la felicidad como la búsqueda incesante de hallar lo bueno en lo nuevo, ya fuesen amigos o lugares, en vez de encontrar lo nuevo en lo mismo de siempre...

... I wondered if I wasn't feeling so confused because I was interpreting happiness as the incessant search to find the good in the new, be it friends or places, instead of finding the new in the same old things...

Explicación / Explanation:

Pese a mis esfuerzos por no centrarme en lo de afuera, seguía sintiendo la falta de empatía por todos lados.

En cualquier caso, lo de caer enferma me lo tomé como una cura de humildad. !Era lo último que esperaba! 

Desde luego, para no querer saber nada del tema, lo estaba experimentando en casi todos los escenarios posibles.

Incluso tuve problemas cuando llegó la hora de que mi hijo menor se incorporase al colegio. 

Tras el confinamiento masivo, no pudo regresar las clases el mismo día que el resto de sus compañeros. Y para colmo, los del cole me pidieron un certificado del Centro de Salud que confirmase que se encontraba perfectamente. 

¿Para qué?, ¿y por qué?,¿por temor a que perjudicase al resto de compañeros que se supone estaban "protegidos"? No entendía nada. 

Aquello era como si rompiese a llover un día y la vecina quisiera obligarme a usar paraguas, alegando que por mi culpa iba a coger una pulmonía, o peor, que me exigiese usar preservativo para no quedarse embarazada.

No le encontraba lógica por ningún lado. En primer lugar, porque ese certificado no me lo querían proporcionar ni en pediatría ni en ninguna parte. Y segundo, porque aparte de la alegría de no tener que ir a clase, mi pequeño no tenía ningún síntoma. 

Cuando finalmente llamé al mismo teléfono donde le di de alta según el protocolo para comentarles mi caso y ver qué solución me daban, resulta que mi hijo ni siquiera constaba en la lista. 

Y tuvieron la cara de preguntarme si estaba segura de haberme puesto en contacto con ellos... 

De todos modos, ¡ya me extrañaba a mí que nadie se hubiese puesto en contacto conmigo! 

!Qué desastre de organización! En fin, sobran las palabras.

La cuestión es que al final mi hijo pudo regresar a las clases en el aula. Eso sí, "sin papeles ni garantías de nada".

Durante aquellos días, no tenía constancia de muchas personas que estuviesen pasando por una situación similar a la mía. La mayoría que conocía eran demasiado obedientes...

Una de las primeras personas, me la encontraría cuando me acerqué al Centro de Salud a recoger la baja de mi pareja. 

Fue en el mostrador donde me topé con una compañera del colegio que llevaba varios años sin ver. 

Me alegré mucho cuando, por lo bajini, me contó que también ella se había saltado todas las citas y decidido lo que creía más conveniente para ella y su hija adolescente. 

Me habló de los problemas que estaba teniendo con la niña, a la que lo único que le preocupaba era poder salir con sus amigos, y también de lo indefensa y presionada que se sentía, especialmente, por la gente más cercana.

Me sentí tan identificada con ella en tantas cosas, que me ofrecí a pasarle mi número, por si algún día le apetecía tomarse un café. 

-Es que apenas salgo...- me dijo titubeando. 

No hizo falta más. Cambié de tema de inmediato.

Tras recoger el papelito que mi pareja necesitaba para reincorporarse al trabajo, me monté en el coche, y me quedé un momento pensando.

-Al menos no ha disimulado su falta de interés...Una pena, porque me cae bien- me dije, sin poder evitar sentirme un tanto decepcionada. 

Y fue ese sentimiento de decepción fugaz el que me llevó a preguntarme acerca de mi aparente imperante necesidad de crear nuevos vínculos. 

Que llevaba un tiempo sintiéndome desvinculada de mucha gente, era un hecho. Pero, ¿tan desesperada estaba por hacer nuevas amistades, que me importaba que alguien rechazase la oportunidad de tomarse un café conmigo? !Apaga y vámonos!

En aquel momento no pude evitar preguntarme qué leches estaría buscando en los demás. ¿La ilusión de sentirme más acompañada, quizá?, ¿un otro en el que proyectarme? 

También me pregunté si no serían mis ganas de relacionarme con gente nueva un indicativo de que ya no me satisfacían algunas de mis viejas amistades, con las que cada día que pasaba parecía que tenía menos en común.

En aquella chica no volví a pensar hasta el día en el que volví a leer mi diario para preparar este post. De hecho, no me la he vuelto a encontrar desde entonces.

En cualquier caso, si he mencionado aquel suceso insignificante es porque de algún modo fue, junto con un sueño que tuve, el detonante que me llevó a plasmar esta imagen.

Continuaba soñando mucho...

Igual veía a mi ahijada con el pelo recogido, vestida de blanco y muy sonriente, de la mano de un rubio melenudo con pinta de surfista, seguidos por un cortejo de invitados y entrando por la puerta de mi garaje, donde iban a celebrar la boda, que paseando desnuda por en frente de la puerta de la casa de mis padres, con la calle repleta de gente, sin sentir ningún tipo de pudor..

Tuve uno en el que aparecieron mis niños, a la edad de tres y cinco años, y en el me sentía muy agobiada porque no sabía como arreglármelas para controlar que no bajasen de la acera y les pillase un coche. Tarea de lo más difícil, teniendo en cuenta que iba tirando de una bicicleta con una mano y llevando dos copas de cristal en la otra... 

Hasta hubo uno en el que se coló el panadero de la esquina... Y ese fue precisamente, de todos los mencionados, el que más me impactó, y el que sin duda, más relación guarda con esta lámina.

En aquel sueño, me venía entrando a la panadería para pedirle un favor a ese hombre con cara de bonachón. Desde el obrador, me pedía que esperase un poco porque lo había pillado haciendo churros y no quería que se le quemasen.

Cuando salía a recibirme, lo hacía acompañado de un rotweiller negro, enorme. !Otra vez perros! (Dibujo 118, "La Reina de Espadas", 2021 diario)

Sin dirigirme la palabra, se sacaba una jeringuilla del bolsillo y se la clavaba al animal en el cuello. 

-Así se quedará tranquilo- me decía con cara de asesino en serie.

Y a mí no me daba tiempo a decirle que el animal se veía de lo más relajado...Justo antes de que pudiera decirle que no había necesidad, sentí el pinchazo como si me lo hubiese dado a mí y me desmayé.

Después, lo primero que recuerdo ver fueron mis pies. 

Estaba tumbada boca arriba en una camilla de hospital, en lo que parecía un box de urgencias. 

Cuando miré más allá de mis talones, me sorprendí viéndome también de lejos, caminando...y con una barriga de embarazada enorme.

Después, volvía a verme, pero esta vez en la calle, en mi cuerpo de adolescente flaca  y quitándome un par de alas de color rosa que no estaban hechas con plumas, sino con dos tablas de cartón piedra con forma de lápida antigua (como las que había en los cementerios irlandeses). En cada una de ellas estaba escrita con mayúsculas la palabra “AMOR”. 

Recuerdo que sentí un gran alivio al deshacerme de ellas porque pesaban mucho, y que nada más hacerlo me dije:

-Así descansaré un rato, !llevo demasiado tiempo cargando con ellas!

Fue entonces que me di cuenta de que llevaba puesta una túnica larga de color rosa. Me extrañó verme vestida de ese color.

-¿A qué viene tanto color rosa?, ¿y la palabra “amor” escrita por duplicado?, !no entiendo nada!- exclamé, e inmediatamente oí a una voz que me decía:

-”Porque cuanto más amor seas todo el rato, más eres lo que ya eres y eso es lo único que debes SER.”

Fue debido al recuerdo de aquel sueño, que me dio por buscar la palabra amor en diferentes idiomas. Cuando comencé este dibujo, no podía pensar en otra cosa.

Recuerdo que mientras lo hacía, me preguntaba donde estaría ese "amor", y si realmente sabía lo que era amar, o sólo lo creía. Me daba la impresión de que cuanto más pensaba en ello, menos sentía.

Y fue así como pasé de querer dibujar a mi ángel adolescente con alas de cartón, a dibujar a una chica sin alas y embutida en un frío corazón de color azul, que parecía querer tocar lo que aparentemente estaba tan cerca y a la vez, tan lejos del alcance de su mano. 

No fue hasta un tiempo después de haber terminado este dibujo, que lo observé de nuevo, y vi en aquel corazón la figura de un pájaro encogido con la cabeza gacha, !tan triste que me dio pena! 

Eso hizo que me acordase del petirrojo que vino a regalarme un mensaje el día de mi cumpleaños, al que por cierto, no se parecía en nada (Dibujo 105. "La niña y el bisonte"/2021 diario).

El pajarito azul desangelado, más bien me recordaba a la golondrina que moría congelada a los pies de una estatua en uno de mis cuentos infantiles favoritos, y posiblemente, el más triste que he leído en mi vida ("El Príncipe Feliz" de Oscar Wilde)

Y fue al acordarme de aquel cuento y de lo que podía significar, que me pregunté si no me estaría sintiendo tan confusa por estar interpretando la felicidad como la búsqueda incesante de hallar lo bueno en lo nuevo, ya fueran amigos o lugares, en vez de como encontrar lo nuevo en lo mismo de siempre...

Como cuando venían amigos de Madrid a casa por primera vez, y al enseñarles el pueblo, apreciaba de veras la belleza de las montañas que rodean el lugar en donde vivo. 

Cuando lo mismo se ve diferente, ¡resulta sorprendente!

Lamentablemente, en el momento de realizar eta lámina, sólo veía que el primer mes del 2022 estaba llegando a su fin, y que a pesar de todas las cosas que habían sucedido y de todo lo que creía haber aprendido, lo único que sentía era frío. 

Sentía una frialdad indescriptible, que no venía de fuera, sino que emanaba de mí. 

Entonces no me di cuenta, pero hoy sé que era yo quién me estaba provocando necrosis por congelamiento. 

La culpa la tenía mi tendencia a querer quitarme de encima lo conocido cuando molesta, y mi búsqueda de lo perfecto en lo nuevo, !como si lo fuese a encontrar!

Ahora comprendo el por qué tuve que pasar de sufrir fiebre a congelamiento.

Sólo así podía trascender mi rabia, aceptar lo sola que me sentía y darme cuenta de que la soledad, experimentada de esa manera, es una enfermedad terminal.  

Aquella sensación, destructiva, incurable y letal, sólo me conducía a una muerte muy lenta... Y desde luego, el dolor que causaba nunca disminuiría cayendo en la falacia de que podría curarme con compañía...

Realmente no ha sido hasta hace poco que he comprendido que todo aquello en verdad, no fue más que otra recaída más en mi herida de abandono ( Dibujo 91. "El encuentro"/2021 diario),y que era precisamente esa herida lo que la chica de pelo morado quería que viese cuando me tapó los ojos con una venda, y me pidió mirar hacia dentro ( Dibujo 125 "Conduciendo a ciegas"/ 2022 diario). 

 "Todos estamos en las alcantarillas, pero algunos miramos a las estrellas".

Explanation:

Despite my efforts to focus on the inside, I was still feeling the lack of empathy from all sides.

In any case, I took falling ill as a humbling experience ( I did not expect it at all). 

The question was that I did not want to know anything about the current situation, and I was experiencing it in almost every possible scenario.

I even had problems when it was time for my youngest son to go back to school. After the mass confinement, all the children returned to school on the estimated day, except for him. 

The school insisted that I gave them a certificate from the health center stating that my kid was fine. Were they afraid for the rest of my son´s classmates who supposedly were protected?

That was like if it started raining one day and the neighbour wanted to force me to use an umbrella, claiming that because of me he would catch pneumonia, or worse, that I should use a condom so as her not to get pregnant.

I could not see any logic in it because I could not get it anywhere. First, neither in pediatrics nor anywhere else extended any certificates. And secondly,  apart from the joy of not having school,my little boy had no symptoms. 

When I finally called the same phone number where I discharged him according to protocol to tell them about my case, it turned out that my son was not listed. 

And they had the nerve to ask me if I was sure I had contacted them!

Anyway, I was already surprised that nobody had called me after several weeks. What an organizational disaster! In short, words are unnecessary.

During those days, I was not aware of many people who were going through a situation similar to mine. Most of the people I knew were too obedient....

One of the first people I met was sometimes when I went to the Health Center to pick up my partner's sick leave. It was at the counter where I ran into a schoolmate I hadn't seen for several years. 

I was delighted when she quietly told me that she too had skipped all the appointments and had decided what she thought was best for her and her teenage daughter, as well as the problems she was having with the girl, who disagreed because she was only concerned about being allowed to go out and party.

I was so happy to meet someone who seemed to have felt similarly to me that, without thinking about it, I suggested that she write down my number, in case she wanted to have a coffee some day. 

-I hardly ever go out..." she said hesitantly, and I changed the subject.

When, after picking up the paperwork my partner needed to return to work, I got into the car, I thought for a moment. 

-At least she didn't hide his lack of interest... Too bad, because I like her- I said to myself, unable to help but feel a little disappointed. 

And it was that fleeting feeling of disappointment with which I set off for home that led me to ask myself why it seemed as if I had the need to create new bonds, in accordance with the prevailing moment. And also why I had the feeling of having disassociated myself from almost everyone in such a short time. 

Was I so desperate to make new friends that I cared if someone turned down the opportunity to have coffee with me? Let´s call it quits!

At that moment I couldn't help but wonder, what the hell I was looking for in others: the illusion of feeling more companionable, perhaps, or another to project myself onto?

Was my desire to meet new people an indication that I was no longer satisfied with some of my old friendships with whom I seemed to have less in common every day? 

I didn't think about that girl again until today, when I write this post. And if I have told you about that encounter and what I felt afterwards, it is only because I wrote it. Since then, I haven't met her again.... Maybe it's because she doesn't go out for coffee very often?

In any case, if I mention it is because somehow, that insignificant event along with some other dream, was the trigger that led me to capture this picture, or so I guess. 

There were many dreams that I wrote down in my diary during those days. 

In one I saw my goddaughter with her hair up, dressed in white and very smiling, hand in hand with a blond haired surfer looking guy dressed as a groom, walking towards the door of my garage and followed by a bunch of guests.  

In another I saw myself naked passing in front of the door of my parents' house, which was full of people, shamelessly. 

I remember one in which my children appeared, but they were younger, and I don't know how to take care of them, pulling a bicycle on one side and with two crystal glasses on the other... 

There was even one in which the baker from the corner of the street slipped in. 

And it was precisely of all those mentioned, the one that had the greatest impact on me, and the one that is most closely related to this picture.  

In the dream, I entered the store to ask him for a favor and he told me to wait a bit because he was making "churros" and they could burn. 

He would then approach me with a black rotweiller and before speaking to me, he would inject a syringe into its neck. 

-So he'll stay calm- he said, just before I felt the prick as if he had given it to me instead of the dog, and I fainted. 

When I woke up, the first thing I saw were my feet. I found myelf lying on a stretcher. And as I look past my heels, I also saw that I was far away, walking...and I had a huge belly. I was pregnant! 

Then I continued to observe myself, but that time in the street. I saw myself taking off two pink wings, but not made of feathers, but of two elongated papier-mâché boards in the shape of an old tombstone (like the ones in Irish cemeteries). On each of them was written in capital letters the word "LOVE". 

I was relieved to get rid of them because they were heavy, and as I did so I thought to myself:

-This way I can rest for a while. Now I realize how long I've been carrying them!

Then I looked at my body and realized that I was wearing a pink long robe. Then I wondered why I always wore that colour in particular... (in my waking hours it is rare the day that I don't wear dark colors or black).

The point is that that question led me to ask myself another one: Why so much pink, and why so much of the word "love"?... I immediately got an answer. I heard a voice telling me:

- "Because the more love you are all the time, the more you are what you already are and that's all you have to BE."

It was because of the memory of that dream, that I started looking for the word love in different languages. When I started this drawing, I couldn't think of anything else and so I wrote it down.

I remember that while I was doing it I wondered where this "love" would be, and if I really knew what it was to love or if I only believed it, because I realized that the more I thought about it, the more it seemed to me that I felt nothing.

And so it was that I went from wanting to draw the angel girl with cardboard wings that was my teenage self in my dream, to a girl without wings and encased in a blue heart that seemed to want to touch what was apparently so close and yet so far out of reach. 

It was not until some time after having finished this drawing that I looked at it again and saw in that heart the figure of a shrunken bird with its head down, so sad that I felt sorry for it, and that made me remember the robin that came to give me a message on my birthday, which, by the way, did not resemble it at all (Drawing 105. "The Child and the bison" /2021 journal).

The dreary little blue bird reminded me of the swallow that froze to death at the foot of a statue in one of my favorite children's stories, and possibly the saddest one I have ever read ("The Happy Prince" by Oscar Wilde).

And it was when I remembered that story and what it could mean that I wondered if I wasn't feeling so confused because I was interpreting happiness as the incessant search to find the good in the new, be it friends or places, instead of finding the new in the same old things...

Like when friends from Madrid came home for the first time, and I showed them the village. The vision of the new for them made me appreciate the beauty of the mountains that surround the place where I live. 

That corroborates that when the same thing is looked at differently, it is always surprising.

Unfortunately, at the moment of making this picture, I could only see that the first month of 2022 was coming to an end, and that despite all the things that had happened and everything I thought I had learned, the only thing I felt was cold. 

I felt an indescribable coldness, which did not come from outside, but emanated from me. 

I didn't realize it then, but today I know that it was me who was causing myself  frostbite with necrosis, because of my tendency to want to get rid of the familiar when it is annoying, and to look for the perfect in the new, as if I were going to find it some day!

Now I understand why I had to go from suffering fever to frostbite.

Only in this way could I transcend my anger, accept how lonely I felt, and realize that loneliness, experienced in this way, is a terminal illness.

That feeling, destructive, incurable and terminal, could only lead to a slow death.... And of course, the pain it caused would never subside by falling for the fallacy that I could be cured with company.

It has not really been until recently that I have understood that all that really was just another relapse in my wound of abandonment ( Drawing 91. "Reunion"/ 2021 journal), and that it was that wound that the girl with purple hair wanted me to see when she covered my eyes with a blindfold and asked me to look inside ( Drawing 125 "Driving blind"/ 2022 journal).

 

Whitesnake / Looking for Love

The Happy Prince - Analysis