Gloria Ram

 122. BCN 21

La Bruja de la Aguja (parte 1/3)

The Needle Witch (part 1/3)

"UNAS  NAVIDADES HORRIBLES / 

"A TERRIBLE CHRISTMAS"

Fecha/date: 

Del 22 al 27 de Diciembre del 2021/From 22nd to 27th December 2021

Explicación / Explanation:

Al final, de milagro conseguimos billetes el 20 y emprendimos viaje el 21. 

Era la primera vez que los niños viajaban a Barcelona con nosotros y me hacía mucha ilusión.

Ya montados en el tren, nos enteramos de las noticias de última hora. A partir de aquel día la mascarilla volvía a ser obligatoria en el exterior. 

-!Mierda!, la cosa se pone peor - pensé, a la que me la colocaba bien porque pasaba el revisor.

Durante el trayecto intentaba mentalizarme... 

Sabía que durante los días que estuviese fuera de casa, debía esforzarme el doble para que los hechos externos no me afectasen... 

Pero ya se sabe, una cosa es lo que una se propone y otra muy distinta, lo que finalmente sucede. 

Nada más poner los pies en la estación de metro, me di cuenta de que no era el mejor momento para hacer turismo, y mucho menos con dos niños. Olía a mierda de tanta baba acumulada que había, !un asco! Sentí una energía tan densa que me asfixiaba.

No tardé mucho en arrepentirme de haber salido de casa.

Durante aquellos días, nos pasamos las mañanas callejeando, lo cual no siempre resultaba agradable con dos niños que se cansan en seguida. Resultaba frustrante hacer planes pensando en ellos y que siempre pareciesen insatisfechos...

Encima, teníamos prohibido el acceso a los bares... En la mayoría había grandes carteles donde lo anunciaban, por si nos quedaba alguna duda.

Yendo solos, estoy segura de que nos hubiésemos arriesgado a entrar en cualquier sitio, pero temíamos que nos llamasen la atención, y no queríamos hacer pasar por ese mal trago a los niños, por lo que ni siquiera pudimos comer donde nos apetecía.

Además, había que disimular todo el rato haciendo como que llevábamos bien puesta la mascarilla. Especialmente, cuando veíamos algún mosso cerca, !no nos fuese a caer una multa!

!Qué angustia! Y lo peor no era eso, sino percatarnos de que por el centro de la ciudad había un montón de extranjeros que no la llevaban, ni siquiera de adorno.

Parecía que la normativa sólo era para unos, no para todos. No lo entendía. Sentía rabia.

No sé que me gustaba menos, si sentirme discriminada por no ser de otro país o las miraditas asesinas que sentía que me echaban los que sí la llevaban en su sitio.

Poniéndomela sólo lo imprescindible, ya la sufría. La barbilla me ardía. Me agobiaba mucho, e imagino que por eso me dolía tanto la cabeza...

Síntoma que fue empeorando con el paso de los días, especialmente a partir de que mi cuerpo comenzó a sentir los estragos de las comidas y cenas navideñas. En cualquier caso, no quedó ahí la cosa...

En cuestión de días parecía una muñeca de trapo, de esas que usan para hacer vudú.

Aparte de tener el estómago revuelto, me sentía agotada, y cuando no me dolía el pecho, era el oído izquierdo, una muela o una rodilla.  

Vamos, que si hubiese tenido tiempo y me hubiese dado por buscar el significado de cada uno de los síntomas, todavía estaría leyendo... Lo peor era que sentía una tristeza muy profunda que ni siquiera podía explicar.

En esos momentos, pegar un par de gritos, dibujar, llorar o simplemente pasar unas horas a solas me hubiese servido de mucho, pero ni eso podía. 

De poco me sirvió acordarme de mi "chica avestruz"( Dibujo 114. "Creación caótica" / 2021 diario) y decirme que esconderme no solucionaría nada, porque era lo único que en verdad me apetecía hacer.

Me sentía agotada por tener que mantener el tipo, por morderme la lengua y  esforzarme para no herir la sensibilidad de nadie !con lo que me cuesta disimular y ser empática, cuando me siento jodida! Demasiada presión, por todos lados.

Estaba hecha una mierda y eso, combinado con dos niños inquietos que no paraban de pelearse, hacía que me sintiese como una bomba de relojería a punto de explotar todo el rato.

Cuando los niños se cansaban, regresábamos a la casa de los padres de mi pareja, donde tampoco podía relajarme mucho que digamos.

No sólo porque era imposible esquivar el tema de actualidad, ya que tenían la tele  puesta a todas horas, sino porque tenía que vigilar todo el rato a mis fieras. 

Además, con eso de que estábamos en "alerta máxima", ni siquiera teníamos la opción de pasarnos por casa de amigos. Ya no por temor a no ser bien recibidos, sino porque el que no estaba pasando la enfermedad, tenía a un familiar enfermo o vivía con gente mayor... 

!No había que ser muy inteligente para saber que no era momento de visitas! 

La verdad, me daba menos miedo pillar cualquier cosa, que ponerme enferma en aquel preciso momento, y que me crucificasen por ser la causante de poner en riesgo la salud de alguien.

Y cuando por fin llegaba la hora de irme a dormir, tampoco descansaba. Continuaba teniendo un montón de sueños y no había noche que pudiese dormir del tirón.

La noche de Nochebuena, soñé que iba a celebrar mi despedida de soltera vestida con el uniforme de trabajo de una inmobiliaria internacional en la que trabajé en atención al cliente. Un sastre color azul eléctrico, que no podía ser más feo. 

También llevaba un abrigo viejo de paño gris que nunca he tenido, y que mi madre decía que tenía que remendar... 

En el sueño me encontraba en la casa de mis padres esperando a que una amiga me recogiese para llevarme a la fiesta de mi despedida. No tenía móvil y temía que me diese plantón, ¡menuda pesadilla! 

Me desperté con una frase en la cabeza: Dos matrimonios, dos divorcios.

-!Lo que faltaba! Una y no más...- pensé nada más despertar, aliviada de que sólo se tratase de una pesadilla.

El segundo día de Navidad, fue mucho peor. 

Me desperté a la una, a las dos, a las tres.. Hasta que me dieron las cinco de la mañana y sedienta, me levanté para beber un vaso e agua. 

Debido al exceso de comida y al vino, me sentía fatal. Y como no estaba en casa, no pude hacer otra cosa que quedarme tumbada en la cama y en silencio. !Qué desesperación!

Lo peor fue que cada vez que cerraba los ojos, veía una y otra vez la misma imagen... 

Un velo blanco que se esfumaba y dejaba a la vista la imagen de una ciudad futurista, de edificaciones blancas, bajo un cielo azul raso y con naves también blancas, al fondo, y escuchaba una voz que me decía: 

-Estamos en el agua.

¡Que me estaba ahogando en un vaso de agua, no necesitaba que nadie me lo dijera!

En aquel momento el vaso me parecía enorme y yo, muy chiquita...Aunque tampoco sé si aquella frase hacía referencia a mi mundo emocional desbordado o a otra cosa... 

Lo que sí sé es que aquellas imágenes me recordaron a las de otro sueño,  aquel en el que me encontraba e una especie de anfiteatro lleno de camas, ¡ porque también parecían un recuerdo!

Eso me desconcertó mucho, sobre todo porque esa vez hubiese jurado que ni siquiera estaba durmiendo. 

Y si lo hacía, estaba soñando que sufría de insomnio, !dudo que pueda haber algo peor que eso!

Sentí tal agobio que llegó un momento en el que preferí mirar el techo a oscuras que volver a cerrar los ojos. No cesaba de preguntarme si aquella imagen sería un recuerdo de futuro.

Cuanto más vueltas le daba, más me desvelaba... 

Hasta que por fin me dormí (si es que no lo estaba ya) y soñé que un familiar me acusaba de ser demasiado terca.

-Si vas por ahí, jamás podrás renovarme el pasaporte y en caso de emergencia, no podrás salir del país- me decía.

-Es verdad, ¿y sí tengo que salir por patas?, !mis niños!- me decía angustiada.

Después me veía en una óptica comprando líquidos de limpieza para lentillas porque necesitaba quitármelas y ponerlas a remojo. 

-Pero, !si ya no uso!- pensé nada más despertar, y recordé que recientemente el tema de la vista había aparecido en otro de mis sueños ( Dibujo 119." El hada caracol  " /2021 diario) 

-¿En qué estaré creyendo que solo puedo ver lo que veo?-me pregunté.

Por eso, la mañana que aprovechamos para dar un paseo por el puerto, me entraron ganas de montarme la noria. 

Quería observar qué tal se veía esta realidad idiota desde arriba. 

Lo malo es que nadie quiso acompañarme y como subir sola me pareció un aburrimiento, descarté la idea.

Al final, lo que más me gustó de aquellos días fue un gin tonic en la terraza de un bar de viejos con mi pareja a solas, un par de paseos por un parque y la expo de Van Gogh, aunque de allí salí más triste de lo que estaba. Su historia de vida, sus palabras... 

-¡No sabes como te comprendo!…Yo tampoco encuentro a mi clan-le respondí a la voz en off que me la contaba, mientras de reojo vigilaba a mis chicos que no paraban de dar vueltas por la sala.

En aquel momento, me sentí más lejos de mi y de todos que nunca. 

Me sentí, lo que se dice, "tocada y hundida". 

-!Qué coño hago aquí! (no en Barcelona, sino en este mundo)-me lamenté.

Y por un momento sentí un miedo atroz a que no existiese jamás un aquí en ningún lugar donde pudiera ser feliz alguna vez, por el simple hecho de ser como soy.

Del día que guardo mejor recuerdo fue el último.

Por la mañana, estuvimos recorriendo tiendas de comics y por la tarde, dimos un paseo por el pueblo de mi pareja, donde acabamos visitando una exposición de "caganers", de los que me había acordado en varias ocasiones a lo largo del año.

-¡Aquí sigo cagándome en todo, como una de tantas figuritas!- me dije mientras las observaba y me imaginaba que era una defecando entre ellas.

Y entonces vi a este planeta nuestro como una simulación en la que nosotros, vulgares figuritas autómatas, vivíamos en una especie de urna de cristal, a través de la cual, nos observaban seres gigantescos que nos señalaban y se reían de lo mucho que la estábamos cagando... 

A la hora de salir de la exposición me regalaron una chapita que ponía no se qué de agenda 2030 y pensé:

 - Planes, ¿de qué?, !y qué me importan a mi vuestros planes a ocho años vista, si no sé que será de nosotros de aquí al mes que viene! 

Acaso, ¿habéis contado conmigo?, !no me interesa!, !no quiero oír ni una palabra! -le dije a aquel trozo de hojalata plano mientras lo guardaba en el bolso, donde desaparecería para siempre.

Explanation:

In the end, we miraculously got tickets on the 20th and left on the 21st. 

It was the first time the children were traveling to Barcelona with us and I was very excited.

Once on the train, we heard the latest news. From that day on, the mask was once again obligatory on the outside. 

-Shit, it's getting worse - I thought to myself as I was putting it on because the conductor was passing by

During the trip I was trying to psych myself up.... 

I knew that during the days I was away from home, I had to make a double effort so that the external events would not affect me...

But you know, one thing is what you set out to do and quite another, what finally happens. 

As soon as I set foot in the subway station, I realized that it was not the best time for sightseeing, much less with two children. It smelled like shit because there was so much accumulated slime, disgusting! I felt an energy so dense that it suffocated me.

It didn't take me long to regret leaving home.

We spent our mornings wandering around, which was not always pleasant with two children who get tired very quickly. Not to mention how frustrating it was to make plans with them in mind and always seem dissatisfied...

On top of that, we were forbidden to enter the bars.... In most of them there were big signs announcing it, in case we had any doubts.

Going alone, I'm sure we would have taken the risk of entering any place, but we were afraid of being noticed, and we didn't want to put the children through that ordeal, so we couldn't even eat where we felt like it.

Besides, we had to pretend to be wearing our masks all the time. Especially when we saw a mosso nearby, so we wouldn't get a fine!

What anguish! And the worst thing was not that, but to realize that in the center of the city there were a lot of foreigners who did not wear it, not even as a decoration.

It seemed that the regulation was only for some, not for all. I didn't understand it. I was angry.

And I don't know what I liked less, if I felt discriminated against for not being from another country or the murderous looks of the unknown patriots who did wear it in their place.

By wearing it only as much as necessary, I was already suffering from it. My chin was a mess, it was burning! It was really bothering me. That could be the reason why I had a headache.

This symptom worsened as the days went by, especially since my body began to feel the ravages of Christmas meals and dinners. In any case, it did not stop there....

In a matter of days I looked like a rag doll, one of those they use to make voodoo.

Apart from having an upset stomach, I felt exhausted, and when my chest didn't hurt, it was my left ear, a tooth or a knee.  

If I had had the time and I had been looking for the meaning of each one of the symptoms, I would still be reading... The worst thing was that I felt a very deep sadness, which I could not even explain.

In those moments, a couple of screams, drawing, crying or just spending a few hours alone would have helped me a lot, but I couldn't even do that.

It didn't help me much to remember my "ostrich girl" (Drawing 114."Chaotic creation" / 2021 journal) and tell myself that hiding would not solve anything, because it was the only thing I really wanted to do.

 

I felt exhausted because I had to keep up the pace, to bite my tongue and try hard not to hurt anyone's sensibility, as it's so hard for me to hide and be empathetic when I feel fucked up! Too much pressure, from all sides.

We used to spend the afternoons at my partner's parents' house, where I couldn't relax much either.

Not only because it was impossible to avoid the current affairs, but also because, besides not being able to avoid listening to what was being said on the TV they had on all the time, I had to keep an eye on my kids all the time.

Besides, since we were on "high alert", we didn't even have the option of dropping by friends' houses. Not only were we afraid of being unwelcome, but also, whoever wasn't sick, had a sick relative or lived with elderly people. It was no time for visitors!

To tell the truth, I was less afraid of catching anything than of getting sick at that very moment and being crucified for being the cause of putting anyone's health at risk.

And when it was finally time to go to sleep, I didn't rest either. I kept having a lot of dreams and there was no night that I could sleep through it all.

On Christmas Eve night, I dreamt that I was going to celebrate my hen party, dressed in the work uniform of an international real estate agency where I worked in customer service. An electric blue tailored suit, which couldn't be uglier.

I also wore and old grey cloth coat that I never had, which  my mother said she had to mend...

In the dream I was at my parents' house waiting for a friend to pick me up to take me to the party, without a cell phone and fearing that she would stand me up, what a nightmare! I woke up with a sentence in my head: Two marriages, two divorces.

-Enough is enough! One and no more... - I thought as soon as I woke up, relieved that it was just a nightmare.

The second day of Christmas, it was much worse. 

I woke up at one o'clock, two o'clock, three o'clock.... Until it was five o'clock in the morning and thirsty, I got up to drink a glass of water. 

Due to the excess of food and wine, I felt terrible. And since I was not at home, I could do nothing but lie in bed in silence, what despair!

The worst thing was that every time I closed my eyes, I saw again and again the same image...

A white veil that vanished and left in sight the image of a futuristic city, of white buildings, under a blue sky and with white ships, also white, in the background. And a voice that told me: 

-We are in the water.

I was already knew that I was making a mountain out of a molehill , I didn't need anyone to tell me that!

In any case, I don't know if that phrase was referring to my emotional world overflowing or to something else... 

What I do know is that those images reminded me of those of another dream, the one in which I was in a kind of amphitheater full of beds. They also seemed like a memory!

That puzzled me a lot, especially because that time I could have sworn that I was not even sleeping.

And if I did, I was dreaming that I was suffering from insomnia, I doubt there could be anything worse than that!

I felt so overwhelmed that there came a moment when I preferred to stare at the ceiling in the dark rather than close my eyes again. I kept wondering if that image was a memory of the future.

The more I thought about it, the more I became sleepless.... 

Until I finally fell asleep (if I wasn't already) and dreamt that a relative accused me of being too stubborn.

-If you go that way, you will never be able to renew my passport and in case of emergency, you won't be able to leave the country- he said.

-It's true, what if I have to run away, poor children!- I said in anguish.

Then I saw myself in an optician's shop buying cleaning liquids for contact lenses because I needed to take them out and soak them. 

-I thought as soon as I woke up and remembered that recently the subject of sight had appeared in another of my dreams ( Drawing 119."The Snail Fairy "/2021 journal). 

-What am I thinking that I can only see what I see?- I asked myself.

That's why, the morning we took a walk around the port, I felt like riding the big wheel, if only to see what this idiotic reality looked like from above. 

The bad thing is that no one wanted to go with me and as going up alone seemed boring, I discarded the idea.

In the end, what I liked most about those days was a gin and tonic on the terrace of an old man's bar with my partner alone, a couple of walks in a park and the Van Gogh exhibition, although I left there sadder than I was. His life story, his words.... 

You don't know how I understand you!... I can't find my clan either -I answered to the voice-over that was telling it to me, while out of the corner of my eye I kept an eye on my boys who kept walking around the room.

At that moment, I felt farther away from myself and from everyone than ever. 

I felt touched and sunk. 

-What the hell am I doing here (not in Barcelona, but in this world)- I lamented.

And for a moment I felt an atrocious fear that there would never be a here in any place where I could ever be happy, just for the simple fact of being the way I am. 

If I remember correctly, the best day we spent was the last one.

In the morning, we were visiting comic stores and in the afternoon, we took a walk through my partner's town, where we ended up visiting an exhibition of "caganer", of which I had remembered on several occasions throughout the year.

-Here I am still shitting on everything as one of so many figurines - I said to myself while I was watching them and imagining myself defecating among them.

And then I saw this planet of ours as a simulation in which we, vulgar automaton figurines, lived in a kind of crystal urn, through which gigantic beings watched us, pointing at us and laughing at how much we were shitting...

When I was leaving, they gave me a little badge that said something about agenda 2030 and I thought to myself: 

-What plans?

 - What do I care about your eight-year plans, if I don't know what will become of us next month! Have you counted on me?, I'm not interested!, do not utter a single word!, shut the fuck up! -I said to that flat piece of tin as I put it in my bag, where it would  dissapear forever.

caganer – literally 'defecator' – is a staple of Christmas in Catalonia in north-east Spain.

Die die die my darling - Metallica

Van Gogh The Immersive Experience