Cada
día que pasaba, la vida se parecía más al capítulo de una serie de Netflix y a mí, había veces que hasta me gustaba. Me parecía emocionante !Qué alivio! Al fin sin expectativas, sin planes,
sin suposiciones.
Por
fin estábamos viviendo para el presente, como debería haber sido siempre. El futuro ya no existía, para nadie, no sólo para los Sex Pistols.
¿Por
qué necesitábamos tener el control de algo? Controlarnos a nosotros
mismos ya era todo un reto. Y de todas maneras, nunca habíamos controlado nada. Y sin embargo, la "nueva situación" se estaba alargando más de la cuenta y lo único que hacíamos era continuar queriendo controlarlo todo, todo el tiempo.
Me seguía enfadando cuando los niños
me desobedecían. Mi pequeña república se convirtió en un dictadura, donde yo era la arpía que marcaba horarios y exigía el cumplimiento de la ley a dos anarquistas bajitos, siete días por semana.
Pasé de ser mamá a convertirme en la profesora gruñona que les mandaba tareas escolares. Me convertí en la bruja que les forzaba a colaborar más en las tareas domésticas y en la corta rollos que no les permitía tener más tiempo de tecnología del habitual.
Y encima, también, me tocó jugar los roles de la cocinera odiosa que les obligaba a comer verdura todos los días, el de entrenadora que les pedía caminar un mínimo de media hora, el de psicóloga, el de animadora y hasta el de árbitro en sus disputas, las veinticuatro horas.
Ellos se subían por las paredes y a mí, me entraban ganas de saltar por la ventana. Cuanto más quería controlar la situación, más se descontrolaba todo.
Por supuesto, teníamos buenos momentos, pero a mi me mataba no saber la razón por la cual una mujer adulta como yo, me comportaba a veces como una niña malcriada.
Me enfurruñaba cuando las cosas no salían como yo esperaba ( la mayoría de las veces)
Mi día a día era un mar de emociones descontroladas. Quería hallar el motivo por el cuál me cabreaba tanto con todo y especialmente, conmigo mísma. Necesitaba comprenderme.
¿Cuál era el origen de mi enfado?
Para averiguarlo, supuse que debía escarbar en lo más profundo de mí.
Explanation:
Every
day life looked like more a Netflix serial. I found it so exciting!
What a release! No more expectations, no more plans, no more
assumptions.
At
last, we lived for the present. That was the way it always should have been. Future was irreal for everybody and not only for the Sex Pistols.
Why
did we need to control everything so much? Managing ourselves was already a challenge. Nothing had ever been under control. The "new situation" was lasting more than expected and we went on wanting to control everything, all the time.
I still got angry when the kids disobeyed me. My little republic turned into a dictatorship where I was the hag that made schedules and demanded the fullfillment of the law to two short anarchists, seven days a week.
I went from being a simple mum to being the grumpy teacher that asked them to do school tasks, the witch that forced them to collaborate on housework and the kill joy that did not allow them to enjoy more technology time than usual.
Besides, I also had to play the roles of the evil and bad cook that made them eat vegetables every day, the trainer that made them walk half an hour per day, psychologist, cultural entertainer and referee called upon to resolve their disputes twenty-four hours a day.
The kids hopped mad and I felt like jumping out the window. The more control over the situation I wanted to have, the more uncontrolled was everything.
We had very good moments, too. However, I got desperate because I did not know the reason why me, an adult woman, behaved like a naughty girl
every time things did not work as expected ( most of times).
My day to day was like a sea of uncontrolled emotions. I wanted to find out why I got so cross with everything and especially, with myself.
What was the source of my anger?
I had the need to search within and really dig deep to find it.
Enlaces / links:
Songs:
Vnv Nation - When is the future? [Sub Español + Letra]
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